ÁMAME UNA VEZ MÁS romance Capítulo 18

Alaia

—¿Qué te parece si comemos algo y en un rato vamos a la playa? —Ash pregunta cuando llega a donde estoy y respira recuperando el aliento.

—Estoy más que lista —digo y la tomo del brazo, mis niños corren hacia nosotros, Aidan se adelanta a lavarse las manos junto a Loli.

Volvemos a la mesa que está ubicada en el patio en la zona cubierta donde ya está todo listo para el brunch, comemos encantados mientras escuchamos el sonido de las olas.

—¿Te gusta aquí? —pregunto a Noah mientras le doy un poco de fruta.

—Ti, mami —asiente, las mejillas de los niños se han puesto rosaditas, no se pueden ver más adorables.

—Mami, paya —dice Alana señalándola.

—Iremos en un rato, antes debemos alistarlos, ¿está bien? —mi bebé asiente masticando un trozo de kiwi.

Un rato después estamos preparando a los niños para ir a la playa, les aplico protector solar y cuando están listos Ash y Loli los llevan con ellas para que yo pueda cambiarme.

Cuando me he puesto el bikini estampado de flores y vestido de punto, mi teléfono suena anunciando una videollamada, sonrío al ver la foto de Cedric en la pantalla.

—Cariño —digo, puedo ver que está detrás de su escritorio, usa una bata blanca de laboratorio.

—Princesa, cada vez que te veo, estás más hermosa —dice y sonrío, princesa es el apodo que me ha puesto desde que se enteró de quién es mi padre, no podía creerlo.

—¿Cómo estás? ¿Cómo están los niños, se han adaptado?

—Estoy bien, las ocupaciones crecen día a día, los niños perfectamente, iremos a la playa ahora, estoy segura de que ya no recuerdan Madrid —rio y tomo un cepillo para peinar mi cabello.

—Puedo imaginarlo, aún son pequeños y mientras estén contigo, cualquier lugar será su hogar, Viajare pronto a visitarlos, lamento no acompañarte durante estos días, sabes que el desarrollo de este equipo ha absorbido todo mi tiempo y la fecha para lanzarlo está muy cerca —dice y asiento, entendiendo que muchas veces nuestro trabajo impide que estemos cerca de las personas que queremos.

—Lo entiendo cielo, sé que es muy importante para tu compañía, me encanta la idea de que vengas, los niños estarán muy felices de verte.

Escucho que ríe; él y los niños no pueden tener una mejor relación.

—¿Cómo va el nuevo proyecto? —cuestiona curioso.

Y me siento en la cama.

—Bueno, tendré que trabajar con los Garnett —hago un gesto de disgusto y Cedric frunce el ceño mientras sacude la cabeza.

—Espera, ¿Qué? —se cuadra mejor en su silla de oficina.

Procedo a contarle todo lo que ha sucedido.

—Creo que es una pésima idea que trabajes con ese pedazo de m****a —dice molesto.

—Lo sé, pero ya hemos aceptado, se ha invertido tiempo y dinero en el —exhalo—, y esta vez tengo todo para enfrentarlo —digo segura.

—Sé que podrás hacerlo, pero no quiero que te arriesgues —hace una pausa —, los niños… —se inclina en el escritorio.

—No los verá, me encargaré de que no sepa de ellos mientras este aquí, nuestra relación será estrictamente profesional y lo mantendré lejos de mí y de mis bebés durante este año.

Asiente, sin embargo, no se ve convencido, voltea a ver a alguien que acaba de llamarlo.

—Debo irme, hablaremos después, ve a tu día de playa con los pequeños y abrázalos de mi parte, te quiero princesa.

—También te quiero —sonrío.

Corto la llamada para terminar de alistarme, bajo las escaleras y encuentro a Ash con un sensual bikini y un hermoso pareo.

—Estas de muerte —digo, Ash tiene una hermosa figura.

—Tú no te quedas atrás, mira todas esas curvas y yo sin frenos —ambas reímos—, estoy aprovechando que mi padre debe de estar en Bosnia buscándome —da una vuelta y volvemos a reír.

Mi padre no ha regresado desde que se fue, imagino que ha encontrado completo a su grupo de amigos.

Salimos a la playa y disfrutamos del agua, mis hijos están felices y yo con ellos, nos acostamos bajo unos parasoles, he comenzado a leer el libro que Loli estaba leyendo, Esposo Comprado, es una bella historia, aunque por ahora estoy odiando al protagonista y me encanta Aithana la protagonista.

Mis hijos arman castillos de Arena, a medio día volvemos para almorzar en la casa y nos relajamos en las tumbonas, mis hijos no tardan en quedarse dormidos.

Observo el hermoso cielo azul y pienso que este es un lugar perfecto para no pensar en nada, suspiro.

Ash y yo aprovechamos para ir a playa un rato más mientras los niños duermen, ya que el día está hermoso.

—Que placer —Ash dice saliendo del agua.

—Mami —un rato después de que mi padre se ha ido escucho a Noah a mi lado tocando mi cara.

—Mami —vuelve a decir y mantengo los ojos cerrados, él presiona un poco más mis mejillas con sus manitos.

—Mami, mami, mami —susurra y sigo haciéndome la dormida.

—¡Mami! —dice en tono más alto y comienza a besar mi mejilla en repetidas ocasiones, es cuando no puedo aguantar más y comienzo a reír, lo presiono contra mí y abro los ojos para ver la más tierna sonrisa muy cerca de mis ojos, su cabello está en todas las direcciones y no puede verse más lindo.

Lo beso en repetidas ocasiones haciéndolo reír, mi pequeña Alana llega a nosotros y la tomo con el otro brazo para llenarlos de besos a ambos, sus risas son música para mis oídos.

Ash y Aidan despiertan y la primera ve la hora en su teléfono.

—Desayunaremos y creo que los niños ya deben aprender a nadar —digo mirando que se han puesto de pie y saltan en el colchón junto a Aidan en lo que traen nuestro desayuno

—Es una muy buena idea —Ash se sienta y Alana cae sobre ella —dime princesa, dime como te llamas —Ash pregunta tomando las manitos de Alana ayudándola a ponerse de pie, le encanta escuchar como los niños dicen su nombre, hace tiempo no lo hacía.

—Lana —dice Alana con voz dulce.

—Y tú, mi vida como es tu nombre —le pregunta a Noah.

—No-a—vocaliza y así nos derretimos completamente, ella los besa haciéndoles mimos, en eso llega nuestro desayuno, comemos en la habitación y luego nos preparamos para nuestra mañana en la piscina.

Vamos más que listos, decidí estrenar mi bikini beige con un precioso pareo tejido, Ash usa el mismo, pero en tono negro, por supuesto, los niños tienen trajes de baño en color azul y están perfectamente combinados.

Mis bebés disfrutan del agua y aprenden poco a poco a nadar, les encanta el juego de saltar desde el borde de la piscina mientras nosotros los recibimos en el agua.

Los gritos de emoción de Alana se escuchan en todo el lugar.

Decido ir a buscar algunos refrescos y pasabocas para los niños, me seco y camino para salir, busco una de las entradas alternas de la casa, para no ir al patio, seguramente mi padre está ahí con su invitada.

Abro la puerta de cristal y me doy vuelta para cerrarla, momento en que alguien me atrapa y siento que me pega a la pared, su cuerpo me presiona mientras forcejeo y sus manos intentan detenerme.

—Basta —dice el hombre y reconozco su voz casi de inmediato.

—¡¿Nick?!

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: ÁMAME UNA VEZ MÁS