ÁMAME UNA VEZ MÁS romance Capítulo 21

Alaia

—Que día de locos —Ash se sienta pesadamente en el mueble después de que dejamos a los niños en la cama, están rendidos.

Esta mañana una vez que mi padre salió de la habitación, no sé cómo logro hacerlo, pero pudo llevárselos, vi que Nick miró hacia la casa en repetidas ocasiones antes de irse, después de que se marcharon y más tranquilas cambiamos a los niños, almorzamos y regresamos a la casa aquí en Los Ángeles. Mi padre aún no llega, asumo que se entretuvo un poco más.

—Parece que el destino insiste en que aparezca en mi camino —digo sentándome a su lado— tendré que ser más cuidadosa con mis hijos, ahora que lo pienso, fui algo descuidada, mi padre y la familia de Nick han vivido en el mismo entorno por años, la posibilidad de que se conozcan aunque sea de nombre era alta.

—Estoy de acuerdo, la existencia de los niños parece una bomba de tiempo y el hilo de fuego que lleva a ella cada día se hace más corto —Ash apoya su cabeza sobre mi hombro y suspiro.

—No voy a negar en que he reflexionado en la posibilidad de que Nick descubra a mis hijos, así que llegado ese momento tendré que ver el escenario y decidir que hacer, entre tanto lo evitaré con todo lo que esté en mis manos porque tengo claro que no los quiero a él, ni a su abuelo cerca de mis bebés.

—Sabes que estoy contigo incondicionalmente —me abraza y yo a ella.

—Eres la mejor —digo—Lo sé —me respondo imitando su voz lo que nos hace reír.

—Iré a ponerme cómoda y relajarme, creo que hoy no pude hacerlo realmente —Ash se pone de pie y camina en dirección a su habitación en el segundo piso.

Voy a la cocina y me sirvo un poco de helado, observo hacia el jardín mientras el viento mese las hojas de los árboles, escucho un ruido y me asomo para ver a mi padre entrando en la casa.

—Ali —dice caminando hacia mí.

—Que tal todo —digo tranquila y como algo de mi delicioso helado de frutos rojos.

Se detiene, le ofrezco un poco del postre con señas, él acepta y procedo a servir una copa para él, nos sentamos en los muebles que quedan fuera y dan vista a la piscina.

—Les hice una invitación a mi restaurante favorito, después de que salimos las cosas se sintieron tensas entre Nick y yo, les hable de una falla en la cocina y que lo mejor era irnos, ya que no tardaban en llegar los técnicos, tuve que disculparme varias veces con Grace.

—La madre de Nick —afirmo y él asiente en silencio, lo que me dice que es momento de hablar.

Comienzo a contarle y papá solo asiente y niega con la cabeza en ocasiones.

—Ahora no quiero que él sepa de los niños, no quiero exponerlos a alguien que no los quiso desde que supo de ellos, quiero protegerlos de eso —digo.

Mi padre mira al frente pensativo.

—Te tienen a ti, a Darius —encojo los hombros, está claro que nuestra relación no es buena, pero adora a mis hijos—, hasta a Aidan, ustedes los aman incondicionalmente.

—Debió de ser muy difícil para ti, hija —me observa.

—No diré que fue fácil, pero soy fuerte y pude levantarme de esa caída —acomodo mi cabello, ya que todo está sobre mi rostro, gracias al viento—, ustedes hicieron que todo sea más fácil, su amor incondicional, bueno, también ayudo ir de compras y los viajes —bromeo haciéndolo reír, pero también es real que después de cortar una relación, ayuda mucho el dedicarte a ti y distraer tu mente en cosas que te gusten.

—Me alegra hija, me alegra ser tu soporte en aquellos días —palmea mi mano—, ahora, creo que esto cambia todo, si como me has expresado no deseas que él vea a los niños, esta unión de las compañías pone en riesgo esa decisión, podemos retirarnos y dejar el proyecto a ellos, así disminuiremos la probabilidad de que suceda.

—No lo haremos, no perderemos esta oportunidad por mis asuntos personales, mucho menos perderemos el proyecto y dejaremos todo en manos de ellos. Si sucede y Nick los ve, pensaré en qué hacer en ese momento, por lo pronto haré todo lo que pueda para evitarlo.

Inhala y su silencio me dice que hay algo más.

—Ali, estaré de acuerdo contigo en todo lo que hagas, eres una gran mujer, excelente madre y sabes perfectamente que decisiones tomar respecto a ti y a los niños, y no me malinterpretes, pero como padre no sé cómo me habría sentido si tu madre no me hubiera dicho que estaba embarazada de ti, aunque no digo que deberías hacerlo, cariño.

—Es diferente papá, tú si decidiste asumir la responsabilidad apenas supiste de mi existencia, mientras que Nick supo que no los quería, apenas conoció la noticia de mi embarazo —digo.

—Tienes un punto, hija —responde después de exhalar y comienza a comer el helado que había ignorado durante todo este tiempo.

(*)

Llegamos a mi oficina y mis bebés van a su sala de juegos, apenas sus precitos tocan el suelo, he sido un poco más discreta desde que Nick casi los ve en dos ocasiones.

—Pendientes para hoy —digo a Ignacio cuando entra con la Tablet en mano.

—Organizar la logística de los trabajos que se iniciaran, reunión con Caro y Antonio, almuerzo con los Garnett —levanto la vista.

—Oh, el almuerzo —digo con molestia.

—Creo que han tardado en reunirse, Alaia, el inicio de las obras se está retrasando —Afirma.

—Lo resolveré, pediré a Caro y a Antonio que me acompañen —digo y él se retira.

—Bien, estoy de acuerdo, yo podría estar al tanto de lo que hagan y seré quien se encargue de que la persona designada por ustedes conozca nuestro trabajo y procesos —se ofrece Will y mira a Caro, quien es una mujer de treinta años, rubia, muy guapa y puesta en su lugar.

—Me parece bien —miro a mis ingenieros, a Caro, a Antonio y a Ash antes de tomar la decisión—. Mi primo Asher, trabajará a tu lado—la cara de decepción de Will quiere hacerme soltar una carcajada, mientras que Ash me asesina con la mirada.

La reunión termina y logramos acordar, los primeros pasos a desarrollar, nuestros ingenieros se reunirán constantemente también.

Me pongo de pie, Ash me sigue, nos despedimos de todos y podrecemos a irnos.

—Hey, Bro —escuchamos a Will y por alguna razón damos media vuelta.

—No tengo tus datos —dice con teléfono en mano y mira a Ash.

—¿Bro? —Ash pregunta.

—Olvide tu nombre —dice con simplicidad y sonríe.

—No puede recordar un simple nombre —susurra Ashley antes de acercarse a él y darle el número corporativo y su nombre.

Nick me observa mientras permanece sentado, sostiene en su mano un vaso con un líquido color ámbar y, como es costumbre, lo ignoro.

—Por supuesto que no recuerda tu nombre, eres un chico, seguro si te viera vestida de chica lo recordaría —digo a mi prima cuando estamos fuera del restaurante y ella resopla.

—Valió tu advertencia, es evidente que no pierde oportunidad con las mujeres, ¿Cómo es que ahora tengo que verlo más tiempo del necesario? Sabes que no me agradan los tipos como él —sube al auto.

—Cielo, quería trabajar con Caro, solo destruí sus ilusiones, será divertido —digo la frase que ella siempre dice y me mira entrecerrando los ojos —. Piensa en las posibilidades, eres un chico —digo, ella me mira y parece que ya no le desagrada tanto la idea.

Gavin cierra la puerta y va al lugar del piloto.

—Ali, no entiendo alguien como tú, se casó con tremendo capullo, vamos que odia a los niños y siempre tiene cara de culo.

—No era así, Ash, el hombre con quien me casé era otra persona, una muy distinta —sacudo los recuerdos —, ahora estoy segura de que durante esos poco mas de dos años fingió ser alguien que no era, es experto en ello, ten la certeza de que el que vemos ahora es el verdadero Nick —el auto se pone en marcha.

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