Nick
Saludo a Ignacio quien ya me conoce y no me ha pedido que pida cita otra vez, toco la puerta de la oficina de Alaia y escucho que me permite pasar, su mirada está en unos documentos, veo que frunce el ceño y sus labios sobresalen.
Flashback
—¿Qué te molesta? —su frente está arrugada y sus labios tienen un puchero sexy, dejo la cena que he comprado en la cocina y camino hacia ella, envuelvo mis brazos en su pequeña cintura.
—No sé, debería dar este resultado —dice, observo el libro y la hoja en la que ha repetido en varias ocasiones la formula.
Inhalo el aroma de su cuello logrando hacerle cosquillas, siento como se estremece.
—¡Nick! —palmea mi mano y me rio —, necesito terminar esto, mañana tengo examen —me reclama.
Inhalo observando nuevamente el libro y recuerdo haber visto esto antes en alguna de las clases, procedo a explicarle como resolverlo y que el profesor ha dejado un detalle al aire, uno que nosotros debemos detectar, pero mi esposa tiene suerte, ya que yo sé cuál es.
Alaia comienza a desarrollarlo de la forma como le he explicado y lo resuelve rápidamente.
—Siento que he hecho trampa —dice dándose la vuelta en la silla para quedar frente a mí, veo que lleva una camiseta corta sin brasier, lo digo porque sus duros botones sobresalen, haciendo que me ponga duro rápidamente.
—No has hecho trampa, cielo, debes usar las herramientas que tengas en tus manos para facilitar las tareas —la beso y mis manos van a su cintura debajo de la blusa.
—Mmmm, ¿puedo usarte entonces? —dice con voz excitada.
—Soy tu esclavo —susurro en su cuello y ella ríe, me mira con ojos hambrientos y me besa con pasión, mi m.iembro se contrae en mis pantalones.
Sin decir una sola palabra, me deshago de la camiseta, sus senos saltan y los miro como un idiota, no tardo en llevar mi boca hasta ellos y succionarlos con algo de fuerza, un gemido de placer sale de los labios de Alaia, el vello de mi cuello se eriza al escucharla, sus manos despeinan mi cabello y con gran rapidez me deshago del pequeño short deportivo que lleva, para devorar sus labios y lleno su cavidad en un solo movimiento, escucho un pequeño grito que vuelve loco.
Fin del flashback
Sacudo la cabeza para no despertar esa parte del cuerpo que solo se activa con Alaia, no me ha interesado tocar a ninguna otra mujer desde que la perdí.
—¿Nick? —Alaia me mira extrañada.
—¿Qué te molesta? —cuestiono.
—¿De qué hablas?
—Tenías el gesto que muestras cada vez que algo de molesta.
Alaia se reclina en la silla de oficina y me observa.
—¿Qué podría molestarme? No tengo idea de donde están las personas que debería cuidar, además de que es posible que tenga que retrasar mi boda y ambos problemas tienen el mismo nombre —me mira sería.
—Todo se olvidará cuando demos con ellas y… lamento lo de tu boda —digo sin poder contener una ligera sonrisa, Alaia pone los ojos en blanco.
—Los niños están listos, sabes que Loli será quien te acompañe hoy —asiento y camino hacia la sala donde están mis hijos.
Mi nana pidió conocer a los niños y hoy irá a la casa, es una de las pocas personas a las que les permitiré acercarse a ellos.
Entro y mis hijos me saludan, Loli prepara las cosas y vamos a la oficina de Alaia para que se despidan de ella, la llama de los celos se enciende una vez más al ver a Cedric tomando las manos de Alaia.
La madre de mis hijos se acerca a los niños mientras el rubio idiota me mira con fastidio, el sentimiento es mutuo, camino a la puerta cerca de donde él está.
—Supe de tu movimiento, fue inteligente, pero no lograrás arruinar nuestra boda —los niños saludan a Cedric, Alaia le da instrucciones a Lola.
—Eso lo veremos —digo tomando las manos de los pequeños y salgo de la oficina.
Llegamos a mi casa, subo a mi habitación y cambio mi ropa por una más cómoda, hoy Sophie ha preparado los platos favoritos de los niños, una llamada de mi nana llega para informarme que no podrá venir, mi madre tiene una de sus crisis como de costumbre y solo ella puede manejarlo, dejamos la visita para después y me despido de ella.
Bajo las escaleras, escucho a mis hijos hablar, hablan español e inglés afortunadamente, pero su fuerte es el español, así que a veces es difícil entender lo que dicen.
Llego al comedor y veo que ellos ya están en sus sillitas en el comedor, comen una mini galletas y Alana me entrega una, me roba una sonrisa.
—Están muy buenas —digo y Sophie me sonríe.
—Ti —Alana muestra sus pequeños dientes.
—¿Saben? —les pregunto y ambos me miran mientras comen.
—Antes no solían agradarme los niños —continúan en silencio, pero sus curiosos y bellos ojos están en mí.
—Ahora tengo dos y no puedo amarlos más —les sonrío y ellos corresponden como si entendieran mis palabras.
Sophie les sirve y disfrutamos del almuerzo junto a Lola.
Después de comer, los niños piden ir al patio para jugar con Beast y Cupcake.
Hoy fue el día de baño de los perros, por ello no habían podido entrar a la casa.
Como siempre se saludan con afecto y no tardan en comenzar a jugar, Lola está pendiente de ellos mientras lee un libro.
Desde donde estoy escucho que alguien llega y voy rápidamente a la puerta de entrada.
—Es “Pupa”—dice con su linda voz y no entiendo a qué se refiere.
—¿Qué es pupa? —pregunto curioso.
—“Pupa” —muestra su dedito y lo observo más de cerca, encuentro una pequeña línea roja, se ha lastimado levemente.
—Traeré algo para curarla —dice Sophie adelantándose a Lola.
—Permítame, señor —Sophie se inclina, no tarda en ir y volver.
—Está bien, puedo hacerlo —tomo las cosas y con cuidado limpio la herida, Noah nos observa curioso, mientras mi primo refleja una sonrisa en sus labios.
Tomo las banditas y noto que tienen dibujos animados, miro a Sophie.
—Las compré, apenas supe que traerían a los niños —habla sonriente.
—Gracias —digo y le pongo la bandita a Alana. —Listo —beso el dedito de mi hija —, eres una niña muy valiente —tomo sus manitos, mi hija agradece y me abraza por un segundo dejándome perplejo.
—¡Mami! —Noah mira a la puerta y miro en esa dirección.
—Buenas tardes —Saluda Alaia.
Alaia
Decido pasar por la casa de Nick, iré por mis hijos, mi padre está por llegar, preparamos una cena de bienvenida para él.
La puerta de la entrada de la casa está abierta, así que la abro y camino hacia la sala donde provienen los ruidos, Alana mira su dedito con insistencia, Nick se acerca a ella viéndose preocupado, mi hija le dice algo y él le habla a Sophie, me acerco un poco más para escucharlos, Nick cura el dedo de mi hija con sumo cuidado, besa su mano y mi hija lo abraza, no puedo describir lo que las imágenes me hacen sentir, muerdo mi labio sintiendo un nudo en mi pecho al notar el amor con el que Nick mira a los niños.
—¡Mami! —Noah nota mi presencia y salgo de mis pensamientos, saludo a los presentes y me acerco para llegar a los niños, quienes se acercan a abrazarme.
Me pongo de pie y mi mirada se encuentra con la de Nick, está refleja algo diferente, trago un nudo en mi garganta y me doy media vuelta, endureciendo mi gesto.
—Mami, “pupa” —Alana me muestra su dedo y me inclino para verlo, parece que se ha hecho un pequeño rasguño.
—Sanará pronto, mi cielo —toco su dedito con delicadeza y me pongo de pie.
—¿Pupa cariño?, madre mía ¿Quién te ha enseñado eso? —cuestión mirándola.
—Tio Tino —dice y no puedo evitar reír.
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