Atrapada en la Venganza de un Millonario romance Capítulo 35

En mi mente hay una confusión tan grande que ni siquiera se bien como comenzar a aclararla. Escuchar a Paola diciéndome todo lo que Lucas le había dicho de mí ha sido una de las revelaciones más impactantes. Todo lo que me ha contado es cierto; la noche que nos conocimos también se sintió igual de atraído a mí como yo de él.

Qué increíble sería poder volver el tiempo atrás, que nuestra historia comenzara hoy... Siento un gran deseo por aceptar su propuesta, por ser su novia, por dejarme llevar por él a donde sea, pero también tengo miedo de que cuando intentemos estar juntos los fantasmas del pasado regresen.

Nos despedimos de Paola, y vamos hacia el auto. No sé qué decir, no sé qué hacer... ¿Será correcto volver a empezar? ¿Seré capaz?

Pienso en las palabras que muchas veces me ha dicho mi padre y supongo que, en estos momentos, es uno de los instantes donde debería aplicar su consejo.

"Hija, ser valiente no es la ausencia del miedo. Ser valiente es tener miedo, pero encontrar un camino a través de él."

Siempre me decía esa frase de Bear Grylls cuando de pequeña yo tenía miedo a diferentes situaciones. Recuerdo perfectamente que gracias a ella he podido afrontar muchas cosas en mi vida, sobre todo, la ausencia de mi madre.

Lucas abre la puerta del lado del pasajero con la intención de que yo entre, pero decido quedarme parada apoyada sobre el auto. Le miro, y su rostro refleja muchísimas dudas.

—¿Te encuentras bien? — me pregunta bajito y asiento.

—Sí, es sólo que me he quedado pensando en todo lo que me ha dicho Paola y en lo que me has propuesto hace unos momentos. — Confieso y sé que está haciendo un esfuerzo por no sonreír.

—¿Y qué es lo que has pensado? — pregunta y se acerca a mi —¿será que si me has podido perdonar? Te juro que haría todo lo que estuviese en mis manos para poder resarcir lo que te he hecho — me dice e intenta continuar hablando, pero coloco uno de mis dedos sobre sus labios.

—Lucas, ya no se puede hacer nada con eso... pero, si podemos hacer algo con lo que este por venir. Quiero encontrar un camino a través del miedo que tengo — confieso y entrecierra sus ojos.

—No has podido soportar que fuera yo quien lo dijese, ¿no? — bromeo y reímos.

—¡No, no es eso! Es sólo que desde que te he conocido he querido hacértela— confiesa y sonrió triunfal.

Asiento —sí, Lucas Sandonini, quiero ser tu novia. — digo firme y allí están esos provocativos labios acercándose a los míos.

Toda distancia es inexistente, sus labios y los míos se reencuentran y nos besamos como hemos debido hacerlo la primera vez. Sus manos sostienen mi rostro, las mías su cuello, y lentamente comenzamos a profundizar nuestro primer beso como novios. Ya no hay más tratos, no hay más rabia, sólo somos una mujer y un hombre que han aceptado enamorarse del otro y decidido dar un salto al vacío en una nueva relación.

Hay tantos sentimientos en este beso, que no podemos dejar de hacerlo. Estamos diciéndonos todo lo que hemos callado durante todo este tiempo, y sé que aún quedan muchas cuentas por saldar entre los dos, pero este es solo el principio.