Atrapada en la Venganza de un Millonario romance Capítulo 78

Al día siguiente

Abro mis ojos y miro a mi alrededor aun desorientada ¿qué hora es? ¿Dónde está Lucas? Esas son las primeras preguntas que vienen a mi mente al verme completamente sola en esta cama. Observo el reloj que está sobre la mesita de noche y no puedo creer que ya sea el mediodía, ¿tanto he dormido? Me pregunto mientras cuidadosamente me levanto de la cama. Busco mi albornoz de seda color rosa pálido que hace juego con mi corto camisón, me lo coloco, y salgo de la habitación.

Miro de reojo en cada una de las habitaciones para saber si Lucas está en una de ellas, pero llego al final del pasillo sin encontrarlo. « Quizás esté en la cocina o en el jardín, ¿no?»

Al terminar de bajar la escalera, lo veo sentado en el sofá con la televisión encendida. "El importante empresario Raúl Sandoval ha sido detenido ayer por la tarde y se le acusa de numerosos crímenes que incluyen lavado de dinero, tráfico de piedras preciosas, tráfico de drogas, y trata de blancas. Aún no hemos conseguido más detalles, pero estaremos ampliando próximamente." Dice una de las periodistas más importantes de la televisión en español de este país.

—Entonces, ¿no ha sido un sueño? Él realmente está preso...— comento y es evidente que mi prometido no he había percatado de mi presencia ya que me mira sorprendido y de inmediato se pone de pie para acercarse a mí.

—Bella, buenos días. — me dice tiernamente y me da un corto beso para luego mirarme a los ojos mientras acaricia mi rostro con delicadeza. —la pesadilla ha terminado, ese hombre está preso y ya verás que en poco tiempo la imagen de tu padre quedará limpia por completo — me alienta.

—Debería llamarle para saber cómo está...— comento aun impactada por la noticia del arresto de Raúl, aunque era evidente que eso era lo que sucedería.

Lucas me mira de una manera un tanto extraña y no entiendo que sucede —Creo que deberíamos ir a hablar con él en persona.—

—¿Por?—

—Es que se ha enterado de tu secuestro... no sé muy bien cómo, pero esta mañana me ha llamado absolutamente preocupado por ti y tuve que explicarme parte de lo sucedido y obviamente le he aclarado que tú te encontrabas bien. —

—¡Se debe haber preocupado muchísimo!— le interrumpo y es que no me quiero ni siquiera imaginar cómo está mi padre en estos momentos.

—Sí, eso tenlo por seguro... pero sabes... estaba pensando que le podemos ir a ver y de paso le podemos dar la noticia de que será abuelo y que nos casaremos en noviembre, ¿no crees? — pregunta con un poco más de ánimo y es tal su ilusión que me convence.

—Se pondrá muy, pero muy contento — añado.

—Eso ni lo dudes... tu padre y yo hemos aprendido a llevarnos mucho mejor durante este tiempo que hemos estado trabajando juntos y sé que el tener un nieto está entre sus mayores anhelos.

—¿Te lo ha dicho?— cuestiono con mucha curiosidad.