Atrapada en la Venganza de un Millonario romance Capítulo 85

Hace más de una hora que estamos sentados en esta banca ubicada en este parque frente al mar. Los dos estamos en completo silencio contemplando cómo va atardeciendo y supongo que pensando exactamente en lo mismo. Desde que hemos salido del consultorio del doctor sabiendo que tendremos mellizos los dos nos hemos quedado sin palabras.

En mi caso, estoy muy asustada. Ya tener un bebé me parecía una responsabilidad enorme y me daba miedo, pero ahora con dos; es que simplemente tengo ganas de salir corriendo.

—¿Tienes miedo?— me pregunta finalmente rompiendo el silencio y por alguna razón sus palabras me hacen reír.

« ¿Serán los nervios? ¿o será que verle igual o más asustado que yo me hace gracia?»

—¿Miedo? ¡No, qué va! ¡Tengo pánico! — Admito y ahora es él quien se está riendo.

—Me alegra muchísimo saber que no soy el único que siente pánico aquí. Tener un hijo ya me hacía saber la gran responsabilidad que nos esperaba y me estaba preparando mentalmente para ser la mejor versión de mí, la que se mereciera nuestro hijo o hija, pero ¿dos? Es que me pongo a pensar que llorarán a la vez, que les tendremos que cambiar los pañales prácticamente a cada instante, que ambos comenzaran a caminar juntos... uff...— dice nervioso y comienza a reírse.

—Muchas gracias amor, no sabes cuanta calma me producen tus palabras.— le digo de manera sarcástica y comenzamos a reírnos juntos.

—¡Lo siento!— Se disculpa mirándome. Él se sienta con cada una de sus piernas a cada lado del banco de cemento donde estamo.

Es inevitable que no imite su posición y me siente de la misma manera para que quedemos frente a frente. Permanecemos en silencio un instante hasta que él lleva sus brazos a mi cintura y me atrae hacia él. Ubico mis piernas a cada lado de su cuerpo sobre esta banca y de esta manera la distancia entre los dos es básicamente inexistente. Adoro la manera en la que me está mirando en estos momentos, sus ojos azules me transmiten paz y la manera que su color cambia a causa del sol; me parece de lo más increíble del mundo.

—Prometo que estaré contigo a cada momento, sé que será difícil el ser padres primerizos de mellizos, pero si estamos juntos nada irá mal.— sentencia dándome la seguridad que me hacía falta en estos momentos.

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