Atrapada en la Venganza de un Millonario romance Capítulo 86

El sol ya se ha ocultado casi por completo, los nervios me juegan en contra provocando que deba respirar profundo, más de una vez, para intentar tranquilizarme y que Lucas esté llegando al área del valet parking del restaurante, me pone aún más nerviosa ya que el tiempo de contar la verdad está más cerca.

—¿Preparada?— me pregunta mirándome a los ojos mientras los chicos que trabajan en el valet abren las puertas del auto para que bajemos.

Encojo mis hombros –supongo que sí, vamos. — respondo y bajo del auto mientras él hace lo mismo. Nos encontramos en el camino y caballerosamente, toma mi mano con fuerza y delicadeza a la vez para entrar al restaurante.

El sitio es moderno, elegante y lleno de vida. El chef, es uno de los mejores de la ciudad y el favorito de mi padre, razón por la que viene tanto. Él ya tiene aquí, su mesa favorita, apartada en el patio del restaurante y con sólo decir que él nos está esperando, la mujer de la recepción, nos lleva directamente hacia allí. y con tan sólo decir que él nos está esperando, la mujer que está en la recepción del restaurante nos lleva directamente hacia allí.

Al salir al patio, veo a mi padre sentado en una de las mesas que está a orillas del mar, del otro lado se pueden ver los altos rascacielos y luces de la ciudad que reflejadas en el agua dibujan un paisaje sumamente relajante. –Señor Di Marco, buenas noches — le dice Lucas una vez que llegamos frente a él.

—Buenas noches Lucas, buenas noches hija. — nos dice amablemente y se pone de pie para saludarnos —¿cómo te has estado sintiendo?— Me pregunta sonriente.

No llegué a pensar que mi embarazo le causara tanta ilusión, pero supongo que todos los padres tienen ese sentimiento oculto o a veces no tanto por convertirse en abuelos algún día.

–Muy bien, tenemos una pequeña sorpresa en cuanto a esto, pero sentémonos primero — propongo y amablemente mi futuro esposo aparta la silla que está justo frente a la que se sienta mi padre.

Ya los tres estamos en nuestros lugares y hemos ordenado nuestras bebidas Ya que los tres estamos en nuestros lugares y hemos ordenado nuestras bebidas, mi padre me pregunta — hija, antes de que comencemos a hablar de cualquier otra cosa ¿has sabido algo de Alejandro? Es que no contesta mis llamadas — y de inmediato Lucas y yo nos miramos el uno al otro.

—No papá, hace dos semanas que no he hablado con él, creía que tu si lo habías hecho, pero... supongo que él necesitaba un tiempo a solas para pensar en todo lo que ha ocurrido; no debe ser fácil descubrir que tiene una nueva familia — comento sin querer entrar en detalles de la conversación que hemos tenido.

—Supongo que tiene razón, para mí tampoco es muy fácil saber que tengo otro hijo y que apenas le he conocido. — me explica.

—Lo sé, todo esto es muy nuevo para todos — comento apenas pudiendo mirarle a la cara.

No quiero decirle que el saber que mi madre no ha sido el gran amor de su vida me ha afectado más de la cuenta, las heridas aún son muy recientes en cuanto a este asunto y supongo que en algún momento sanarán.

—¿Entonces? ¿Me dirán cuál es la pequeña sorpresa relacionada con el embarazo? — pregunta rompiendo el silencio que se había generado en este lugar.

Lucas y yo sonreímos de manera inmediata y es que hablar de esto es algo que comienza a gustarnos muchísimo ya que poco a poco vamos asumiendo que seremos padres de dos bebés. Tomo aire, le miro a la cara y sonrió –la noticia es que estamos esperando mellizos — digo con entusiasmo.

Había imaginado la reacción de mi padre desde que me he enterado de la noticia, pero la sonrisa que se le ha tatuado en el rostro, en estos momentos, es algo que estaba muy lejos de mis capacidades. Está feliz y yo estoy también a pesar del miedo que esto me da —¡Felicidades! ¡Pero que hermosa noticia! — nos dice entre risas nerviosas.

Es inevitable no hablar de los miedos que tenemos Lucas y yo, y mucho menos de la sorpresa que nos hemos llevado. Mi padre intenta alentarnos y decirnos que estará siempre para ayudarnos. Lo que no sé es, si él pensará igual, después de que sepa la verdad o al menos la que tenemos planeado contarle.

Los camareros dejan sobre la mesa los platos que hemos ordenado y una vez que estamos nuevamente solos, Lucas me mira como dándome a entender que es la hora de hablar de aquel otro asunto que nos trajo hasta aquí. Tan solo puedo asentir y esperar a saber cuál es su reacción.

—Mauricio, yo quisiera decirle algunas cosas. El día que rescataron a Sienna y ella llegó a la oficina, usted le preguntó a su hija como es que sabía de los problemas que usted y Raúl tenían— comenta serio.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: Atrapada en la Venganza de un Millonario