Casado dela noche a la mañana romance Capítulo 116

A pesar del dolor de cabeza, se quitó la ropa y abrió el grifo. Girando su cuerpo, se duchó con cuidado. Sin embargo, nunca se le dio bien la motricidad ni el equilibrio, y su cara acabó arrugándose de dolor cuando se mojó la herida por accidente. Al levantar el brazo, se estrelló contra la puerta del baño y un inmenso dolor le atravesó el brazo.

-¡Ay! -gritó, y a los pocos segundos oyó una ráfaga de pasos fuera.

Preocupado, Finnick la llamó:

—Vivían, ¿estás bien?

-Estoy bien... -Vivían trató de responder, pero le dolía demasiado que su voz temblaba. No parecía estar bien en absoluto.

Como resultado, Finnick respondió:

-Carne un minuto. Voy a entrar.

Vivían entró en pánico e insistió:

—Estoy bien, y no tienes que...

¡Bang!

Poco sabía ella que sus movimientos no eran nada para Finnick. Era como si le hiciera cosquillas en lugar de rechazarla, lo que le tentaba aún más. Sin pensarlo, empujó a Vivían contra la pared. La distancia entre ellos desapareció al instante, e incluso pudieron sentir el pecho del otro al respirar.

-Finnick, ¿qué... quieres...? -Incapaz de zafarse de su agarre, Vivían gimió mientras lo miraba con una expresión de pánico en el rostro.

Finnick no sabía qué le pasaba, pero los gemidos de ella casi le quitaban toda la fuerza de voluntad. Con violencia, él inclinó la cabeza mientras sus dedos recorrían su cintura. Sintiendo la piel de gallina, ella se estremeció.

—¿Qué crees que estoy haciendo? —gimió él.

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