Casado dela noche a la mañana romance Capítulo 145

Cuando Finnick perdió las dos piernas durante el incidente del secuestro hace diez años, Mark pensó que su hermano menor ya no sería una amenaza para él. Sin embargo, cuando Finnick regresó del país M en una silla de ruedas muchos años después, resultó ser una amenaza aún mayor para Mark. Desde que Finnick estableció el Grupo Finnor hace años, sus capacidades lo convirtieron poco a poco en una amenaza para Mark. Mark había intentado innumerables formas de deshacerse de su hermano, pero Finnick parecía estar hecho de acero. Durante muchos años, no había conseguido encontrar ninguno de los puntos débiles de Finnick, hasta que llegó Vivían. El amor y el cuidado de Finnick por Vivían era su talón de Aquiles.

«Qué buena oportunidad es esta» pensó Mark para sus adentros. «No la mataré tan fácil».

Una sonrisa siniestra apareció en su rostro mientras pensaba en su plan. Durante los días siguientes, Vivían permaneció encerrada en la casa. Consiguió persuadir a Finnick para que volviera a trabajar en su despacho, pero él salía temprano del trabajo para cenar con ella todos los días. Aunque Vivían no expresó explícitamente su agradecimiento, era muy consciente de lo mucho que se preocupaba por ella. Cuando estaban cenando juntos durante el fin de semana, Finnick le preguntó de repente:

—¿Qué vas a hacer mañana?

Vivían parpadeó y dijo:

—¿Tengo pinta de tener mucho que hacer?

—De acuerdo. Entonces, ¿puedes ir a algún sitio conmigo mañana? -respondió.

Vivían estaba cansada de estar encerrada en casa durante los últimos días, así que cuando escuchó las palabras de Finnick, aceptó sin hacer más preguntas. Finnick se rio:

-Genial. Asegúrate de descansar bien esta noche. Nos iremos mañana por la mañana.

Al día siguiente, Vivían fue despertada por Finnick a primera hora de la mañana. Cuando abrió los ojos, vio que Finnick estaba vestido con un traje negro y listo para salir.

—Ven conmigo. Te llevaré a conocerla.

Vivían se quedó sin palabras. En ese momento, Noah salió del coche y ayudó a Finnick a subir a su silla de ruedas, lo que hizo que Vivían los siguiera de inmediato. Al salir del coche, su expresión se volvió sombría al contemplar el paisaje que tenía ante sus ojos. Finnick la había llevado a un cementerio. Por fin entendió por qué se comportaba de forma extraña ese día. Finnick la tomó de la mano y la condujo a una tumba en medio del cementerio. En la lápida blanca como la nieve había varias palabras grabadas: Aquí yace Evelyn Morrison.

También había una fotografía en blanco y negro de una chica en la lápida. La sonrisa de la chica era radiante y su belleza no tenía rival. Mientras Vivían seguía procesando la lápida que tenía delante, Finnick dijo de repente con voz grave:

-Lo siento. ¿Te molesta que te haya traído aquí sin tu consentimiento previo?

Vivían se sintió sorprendida por sus palabras, pero negó con la cabeza. No estaba molesta en absoluto. Al contrario, se sintió bastante satisfecha.