En cuanto intercambiaron miradas, Vivían frunció los labios, indicando a Finnick que hiciera algo con Yasmin.
La expresión de Finnick se volvió sombría de repente. No podía creer que su esposa quisiera en verdad que se liara con otra mujer delante de ella. Sin darse cuenta de los cambios en la expresión de Finnick, Vivían le hizo un gesto a su marido para que se acercara. Era evidente que ella no tramaba nada bueno, pero Finnick se negó a seguirle el juego a su mujer.
Sarah y Ken se sintieron igualmente abatidos. Uno de ellos preguntó:
-Vivían, ninguna de estas fotos es adecuada ya que el Sr. Norton solo está aquí para supervisar el trabajo de Yasmin. ¿Qué debemos hacer si no hay nada entre ellos?
-¡Espera! Esperemos a que Yasmin salga del trabajo -respondió Vivían después de pensarlo.
La producción se prolongó durante otras dos horas. Al fin,
Yasmin se agotó y decidió dar por terminado el día.
Apenas después de terminar la sesión, la asistente de Yasmin le entregó un vaso de zumo de frutas. Los ojos de Vivían brillaron cuando Yasmin se dirigió al lado de Finnick una vez que tuvo la boca llena de zumo. Ken se preparó y sujetó su cámara.
-Señor Norton -saludó Yasmin a Finnick con entusiasmo.
Finnick apenas pudo soportar el acerado olor del perfume de Yasmin cuando ésta se acercó a él. Además, se enfureció en cuanto tomó nota de la insinuación de Vivían. Perdió la calma debido a la supuesta mujer atractiva que tenía delante y salió de inmediato de la sala. Yasmin se quedó boquiabierta ante la respuesta de Finnick; estaba a punto de ir tras él, pero su maquiladora se interpuso en su camino y le dijo:
-¡Yasmin! Es una llamada del representante de la productora.
-¡Muy bien! -Mirando fijo la figura de Finnick que se alejaba, Yasmin dio un pisotón para descargar su frustración.
Mientras tanto, Vivían, que estaba a un lado, estaba igual de frustrada porque estaba a punto de conseguir sus fotos. Sin embargo, como Finnick ya no estaba presente, el molesto trío no tuvo más remedio que abandonar la sala de exposiciones. Cuando volvieron a la oficina, Shannon los ridiculizó una y otra vez. Lesley expresó su decepción antes de despedir a Vivían.
Finnick ya estaba en casa antes que Vivían. Le echó un vistazo en cuanto entró.
—¿Por qué estás en casa tan temprano hoy?
Contestó mientras se ponía un par de zapatillas de casa:
-Mira quién habla. -Al final, no pudo callar más su frustración. Frunciendo las cejas, preguntó—: ¿Por qué no hablaste con Yasmin?
-Es solo una foto, ¿no? De todos modos, no es que haya nada entre ustedes -dijo Vivían con indiferencia. No entendía la razón por la que Finnick estaba enfadado.
La miró fijo a los ojos una vez que detuvo su silla de ruedas frente a ella, sondeando con una expresión sombría:
-¿Qué quieres de mí? ¿Quieres que tome a Yasmin entre mis brazos y la bese con pasión?
Evitando la mirada de Finnick, Vivían miró a otra parte mientras trataba de complacer a su marido.
—¡Es porque tengo fe en ti! Aparte de eso, necesito con desesperación algo para salir en los titulares. Como es solo un rumor, siempre puedes aclarar las cosas en el futuro, ¿no? Estoy seguro de que tampoco quieres que pierda mi trabajo, ¿no?
«¡No! ¡Eso no está bien en absoluto!»
Nunca hubiera pensado Finnick que habría un día en que perdería la calma por las palabras de la mujer que tenía delante. Le costó reprimir el impulso de ceder a la petición de Vivían, que se había puesto de rodillas, haciendo una mueca con los labios y rogándole que tuviera piedad. Por lo tanto, sujetó la mano de Vivían con firmeza y preguntó con indiferencia:
-¿Cómo quieres que sujete la mano de Yasmin con firmeza de esa manera?
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