Casado dela noche a la mañana romance Capítulo 179

Benedict pidió un espresso y dijo:

-No has cambiado nada, Xavier. Veo que sigues siendo el donjuán rodeado de mujeres.

Xavier se rio y asintió.

-¡Ja! Ahórrate los halagos, amigo.

-Entonces, ¿qué necesitas de mí? -preguntó Benedict.

—¿Oh? ¿Qué, un tipo no puede ver a su amigo?

«¡Benedict sí que es perspicaz!» pensó Xavier para sí mismo.

-Te conozco, Xavier. Ahora, ¿qué tal si te pones a ello?

Xavier pensó que ya no tenía sentido ocultar sus intenciones, pero tampoco quería enfrentarse a Benedict, ya que podría no admitirlo.

-¿Sabes lo que pasó con mi fábrica de pañuelos hace un tiempo? -preguntó.

Benedict asintió y saludó con la mano mientras decía:

-Sí, he oído que la cerraron de repente. Deberías haber puesto más empeño en esa fábrica tuya, ¿sabes? Era un verdadero desperdicio de potencial.

-Lo sé, ¿verdad? Qué pena -Xavier maldijo a Finnick en su cabeza.

«¡Mis pañuelos se vendían muy bien! ¡Si no hubiera sido por Finnick, todavía estaría en el negocio ahora mismo! ¡Me cabrea solo de pensarlo!»

-Dime, ¿qué pasó con el pañuelo que te regalé hace dos años? No la perdiste, ¿verdad? -preguntó Xavier.

Benedict no estaba seguro de a qué estaba jugando Xavier, pero se daba cuenta de que ocultaba algo.

-Ni siquiera recuerdo lo que he desayunado, ¿y esperas que recuerde lo que pasó hace dos años?

Xavier suspiró. Sabía que no tenía más remedio que hacerle una pregunta directa.

-Siempre has sido el más inteligente, Benedict. Bien, iré directo al grano contigo. Te regalé un pañuelo hace dos años, ¿no es así?

Benedict admitió haber recibido algunos pañuelos de él.

Xavier continuó:

-¿Recuerdas haber estado en el Hotel Century? ¿Te acostaste allí con una mujer drogada y perdiste el pañuelo?

-Vamos, me conoces. Puede que me gusten las mujeres, pero no me acuesto con ellas como tú.

Xavier estuvo de acuerdo con lo que dijo.

«En efecto, Benedict es conocido por mantener las distancias con las mujeres. Siendo el sofisticado erudito que es, siempre rechazó las invitaciones a fiestas y nunca tuvo ningún tipo de escándalo. Incluso Finnick está impresionado por eso».

A Benedict le parecían aburridas las preguntas de Xavier y no entendía por qué preguntaba por esas cosas. Tenía otros intereses en mente, como Finnick por ejemplo.

—¿Qué ha hecho Finnick los últimos tiempos? —preguntó.

Xavier decidió que también era un buen momento para cambiar de tema, ya que no quería que Benedict le preguntara por el incidente.

-Oh, ¿ese tipo? ¡Está disfrutando tanto de la vida con su bella esposa que se ha olvidado de sus amigos! ¡Ese tipo se ha convertido en un hombre de familia ahora!

Benedict frunció el ceño, preocupado.

—¿Finnick está casado?

Xavier asintió.

—Sí, su abuelo lo obligó a hacerlo.