Casado dela noche a la mañana romance Capítulo 205

La subasta abrumó a Vivian de emociones. La forma audaz en que Finnick pujó por el amuleto y cómo siempre acudía a su rescate la conmovieron. Mientras lo observaba sentado en su silla de ruedas rodeado por la multitud, pudo ver cómo todos estaban encantados con su comportamiento. En ese momento, sintió de repente una sensación de seguridad en su corazón. Por fin había alguien que la protegía. Además, el hombre era elegante y lleno de masculinidad. Aunque pudiera parecer frío y tuviera siempre una expresión gélida, la verdad es que tenía un carácter cálido y amaba con gran intensidad. Mientras Finnick charlaba con unos cuantos extranjeros, miró de repente en dirección a Vivian y le guiñó un ojo, lo que hizo que ella se sonrojara de inmediato. Sonriendo, ella agarró el vaso y bebió un sorbo. Mientras su mirada continuaba siguiendo la figura de Finnick, pudo oír a alguien discutiendo junto a otra esquina. Resultaron ser Fabian y Ashley.

Ashley reprendió:

—Fabian, ¿te das cuenta de lo inapropiado de tus acciones durante la subasta? Como tú prometida, ¿has tenido en cuenta mis sentimientos? ¿Has considerado siquiera lo humillante que fue para mí? Mi prometido compitiendo con el marido de otra por un mísero amuleto. ¡Fueron diez millones, por el amor de Dios! ¿Estás loco?

Fabian replicó exasperado:

—¿Y qué? ¿Cómo te atreves a enfurecerte conmigo? Déjame preguntarte, ¿fuiste tú quien provocó esto? Vivian nunca habría puesto el amuleto a la venta. Ashley, ya acordé no romper contigo, ¡así que será mejor que conozcas tus límites!

Vivian se sintió sacudida por las palabras de Fabian. Al fin y al cabo, la razón por la que Fabian intentó pujar por el amuleto fue por su afán de protección hacia ella. Comprendió lo mucho que significaba el amuleto para Vivian. Vivian recordó la época en que ambos estaban en la escuela. Tenía el amuleto en la mano y se lo enseñaba a Fabian. Le dijo:

—Fabian, ¡mira!, mi madre me ha dado este amuleto y me ha dicho que es muy eficaz. Me dijo que podrá concederme todos mis deseos.

Sonriendo, Fabian atrajo a Vivian hacia su abrazo y le sopló el pelo. Al momento siguiente, una fragancia con aroma a jazmín impregnó el aire. Esos fueron algunos de los mejores momentos que tuvieron. Sin embargo, ahora todo era diferente. De repente, su rememoración fue interrumpida por el clamor de Ashley.

Ashley siseó:

—Bien, aunque no te importen mis sentimientos, ¿qué pasa con nuestro hijo? ¿Piensas dejar que nazca arruinado solo por lo testarudo que eres? ¿Vas a decirle que su padre dilapidó todo lo que tenía por un mísero amuleto?

—¡Ashley, no cruces la línea! ¿No he perdido la subasta? Además, no deberías exagerar, ya que mis activos valen más de diez millones.

Ashley continuó reprendiendo:

—¡Fabian, cerdo de sangre fría! Siempre te he querido y te he tratado como a un rey, ¿por qué no puedes olvidarte de Vivian? ¿Por qué? ¿Por qué prefieres encapricharte con alguien que ha sido mancillada antes que amarme a mí?

Con eso, ya no quiso hablarle mientras sentía que su corazón caía en el pozo más profundo de la desesperación. Cuando Ashley salió de la esquina, sus ojos vieron a Vivian sentada sola.

«Bueno, bueno, Vivian, no pensaba hacerte nada, pero sin embargo aquí estás, ¡sentada justo delante de mí!»

Ashley sintió que Vivian la superaba todo el tiempo. También se dio cuenta de que Vivian debía haber escuchado su discusión con Fabian.