Ashley se dio la vuelta y volvió a la sala de estar.
Harvey estaba sentado en el sofá, con Emma en brazos. Estaban a punto de romperse.
—Siempre he jugado según las reglas y nunca he guardado rencor a nadie cuando se trata de negocios. ¿Quién es el que quiere destruir a la familia Miller esta vez? Estoy en verdad perplejo —dijo Harvey, y luego, al notar el extraño comportamiento de Ashley cuando regresó del exterior, preguntó—: ¿Qué estás pensando, Ashley? ¿Ha pasado algo?
Ashley miró a Harvey, preguntándose si debía decirle a su padre la verdad. No quería exaltar la identidad de Vivian delante de su padre, pero no tenía otra opción ahora, viendo que estaban al borde del precipicio.
—Papá —dijo ella—. Tal vez no seas tú sino yo quien ha ofendido a alguien.
—¿Tú? —Harvey estaba desconcertado—. Ashley, ¿qué sabes? ¿A quién has ofendido?
«Con ese temperamento suyo, no es de extrañar que se haya cruzado con alguien. Pero, ¿quién es esa persona para tener tal poder que incluso Fabian se vio impotente por un momento?»
Temiendo no ser rival para Finnick, dijo:
—Si estoy en lo cierto, lo que le ocurre a la familia Miller es un acto de venganza del presidente del Grupo Finnor, Finnick Norton. Es el segundo hijo de la familia Norton y tío de Fabian.
¡Finnick Norton! ¡El famoso Finnick Norton! ¡El frío y formidable Finnick Norton! El nombre de Finnick fue una bomba para Harvey y Emma. Finnick siempre había sido rápido y eficiente en su trabajo. Con su asombrosa habilidad e inteligencia, dejaba a sus enemigos temblando de miedo, tanto que respirar se convertía en una ardua tarea. Finnick tenía un patrimonio neto de más de cien millones, con muchas empresas y propiedades bajo su mando. Solo su poder financiero estaba en una liga propia.
Emma y Harvey estaban confundidos.
—¿Cómo es posible? —dijo Harvey, desconcertado—. ¿Vivian y Finnick Norton? ¿Cómo puede haber una conexión entre ellos? Son dos personas de mundos diferentes.
Ashley se rio.
—¿Cómo no es posible? Están legalmente casados.
Emma casi se desmaya ante la información.
—¡Mamá! —Ashley se acercó rápido a ayudarla.
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