—No te preocupes, acabo de llegar. Encantada de conocerte, soy Vivian William.
—Yo también me alegro de conocerla, Sra. William. Me siento muy honrada de ser entrevistada por usted. Llámeme Elaine.
—Es más un honor para mí poder hablar contigo, Elaine.
Tras el cortés intercambio, la pareja se acomodó. Vivian se puso a trabajar sacando su bloc de preguntas y comenzó la entrevista. Fue una entrevista breve de tipo pregunta-respuesta. Las preguntas iban desde los logros recientes hasta su tipo ideal, pasando por su grado de satisfacción con su vida actual. Elaine respondió a todas las preguntas de forma reflexiva y sin un ápice de impaciencia, a diferencia de otras celebridades a las que Vivian había entrevistado antes. Esto hizo que Vivian estuviera aún más segura de que Elaine era la definición de la perfección. Cuando terminó el interrogatorio, Vivian sacó su cámara, con la intención de hacer algunas fotos. Era una práctica habitual.
Pero Elaine se negó.
—Lo siento, tengo que declinar.
—¿Por qué? —Vivian se quedó perpleja, aunque mantuvo su cámara alejada por respeto y profesionalidad.
—No es el momento todavía. —Fue su críptica respuesta. Su tono sonaba diferente cuando dijo eso. La sonrisa que tenía en la cara también parecía menos genuina que antes.
Vivian sintió una sensación de presentimiento, como si algo fuera a salir mal y le robara pronto su felicidad. Pero fue incapaz de leer entre líneas para averiguar lo que la señora estaba insinuando. O tal vez, sin darse cuenta se negó a leer más su respuesta, temiendo que la verdad pudiera quebrarla.
—¿Por qué me has elegido como entrevistadora? —Vivian no pudo contener más su curiosidad.
Elaine sonrió ante la pregunta, como si esperara desde hace tiempo que se la hiciera. Con una honestidad reveladora, contestó:
—Estoy interesada en el presidente del Grupo Finnor, y he oído que usted es su esposa. —Su educada sonrisa no abandonó su rostro.
—Ah. Ya veo.
Vivian se estremeció ante su respuesta.
«¿Interesada en Finnick? ¿Qué quiere decir? ¿Una rival en el amor?»
—Ya veo. He oído hablar del Fondo V.M. creado por el Grupo Finnor. Debe quererla de verdad.
Vivian notó un deje de tristeza cuando dijo eso.
—Elaine, creo que tienes a alguien que te quiere tanto. Eres tan encantadora después de todo.
Elaine levantó la vista y observó a Vivian con una sonrisa que pretendía ser reconfortante. Pero, sin que la señora lo supiera, lo único que Elaine podía sentir era una sensación de irritación. Sin embargo, no lo dejó traslucir.
—En realidad, tengo a alguien así. Le quiero mucho y es muy amable conmigo.
—¿Quién es? —preguntó Vivian casi al instante por inmensa curiosidad. Esto era nuevo para ella.
—Todo lo que puedo revelarle es que por ahora no estamos juntos. Pero estoy segura de que todavía tengo un lugar en su corazón. Me gustaría creer que soy insustituible y que siempre seré su verdadero amor. ¿Sueno muy ridícula diciendo esto, señorita William? —Elaine respondió con una sonrisa que no llegaba a sus ojos.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: Casado dela noche a la mañana