Casado dela noche a la mañana romance Capítulo 352

Finnick tuvo la impresión de que no había nadie en casa porque las luces estaban apagadas cuando abrió la puerta. Cuando encendió las luces y se dirigió al salón, vio a Vivian en el sofá, sentada sobre sus rodillas.

—¿Qué pasa? —Él sintió que ella parecía estar un poco fuera de sí.

Bajando la cabeza, ignoró su pregunta. No le miró ni le dio una respuesta. Pensó que algunos problemas en el trabajo habían provocado que ella se sintiera triste. Cuando estaba a punto de consolarla, se dio cuenta de que aún llevaba la ropa recién comprada del día anterior. Finnick frunció el ceño y no pronunció ninguna palabra de consuelo. En su lugar, comentó:

—¿Por qué sigues llevando este tipo de ropa? No te las vuelvas a comprar, el estilo no te sienta nada bien.

Al oír eso, Vivian no pudo contener por más tiempo la ira y los agravios enterrados en su corazón. Grandes gotas de lágrimas que había estado reprimiendo caían por sus mejillas, formando un charco en el sofá de cuero. Volviéndose hacia Finnick, lo miró. Sus ojos estaban llenos de rabia y una expresión obstinada se instaló en su rostro.

—¿No me queda bien? —Vivian dijo en tono despectivo—: Entonces, ¿quién crees que debería llevar esto? ¿Evelyn?

Los ojos de Finnick parpadearon un poco al oír el nombre de Evelyn. En lugar de responder a su pregunta, le preguntó mientras le limpiaba las lágrimas del rostro:

—¿Qué te pasa hoy?

—Esa es la ropa que le gusta a Evelyn, ¿verdad? —Vivian apartó su mano y se levantó del sofá—. Por eso dijiste que no me quedaban bien.

—¿Qué demonios está pasando? —Molesto y desconcertado por la reacción de Vivian, Finnick levantó la voz.

—Todavía te gusta Evelyn, ¿no? —Ella le miró a los ojos.

Al ser interrogado, la expresión de Finnick se ensombreció. Guardó silencio por un momento y luego clavó los ojos en Vivian.

—Eso fue en el pasado. La persona que me gusta ahora mismo eres tú.

—¿Por qué no te gusta que lleve este traje? ¿No es porque me parezco a ella cuando me lo pongo?

«Entonces, se trata de la ropa».

—Sr. Norton, se ha informado de que alguien con malas intenciones está tratando de adquirir la sucursal en el extranjero. Al director le gustaría que hiciera un viaje hasta allí y discutiera las contramedidas. —Noah sonaba bastante ansioso y no se dio cuenta de que Finnick estaba de mal humor.

Momentos después, respondió:

—Muy bien, ya puedes venir a buscarme.

«Tal vez sea mejor separarse por el momento y dejar que se enfríe».

Al colgar el teléfono, Finnick vio que Vivian seguía mirándole. Titubeó y luego dijo:

—La sucursal en el extranjero se enfrenta a un problema que requiere mi atención inmediata.

Pasaron los minutos, pero ella no le dio ninguna respuesta. Abrió la boca y quiso decir algo, pero cambió de opinión al final. Se dirigió al dormitorio y preparó su equipaje. Luego, bajó las escaleras, agarró su chaqueta y se dirigió a la puerta.