Vivian también quería llegar al fondo del asunto y siguió a Harvey voluntariamente hasta su coche. Fabian y Rachel también se apresuraron a seguirlos.
Harvey y Vivian se apresuraron al mostrador de registro en cuanto llegaron al hospital. El hospital estaba menos concurrido que de costumbre y pronto les llegaría el turno. Mientras la pareja esperaba impaciente, Fabián y Rachel también llegaron al hospital.
—Vivian, Harvey, yo... —Rachel abrió la boca pero, de nuevo, no salió nada material. Seguía llorando y no sabía qué decirles a los dos.
—Mamá, ¿puedes decirme, por favor, qué está pasando aquí? Estoy confundida —suplicó Vivian a su madre una vez más. Se negaba a creer que lo que decía Emma fuera cierto.
—Deja de hacer preguntas, Vivian. Todo esto es culpa mía. Lo siento mucho. —En lugar de dar una explicación, la llorona siguió optando por disculparse por razones que nadie parecía conocer.
—Entonces, ¿lo que dijo Emma era cierto? —Vivian insistió.
Rachel había dejado de hablar por completo. Las lágrimas seguían rodando por sus mejillas y su cuerpo empezaba a temblar mientras la sangre se drenaba de su rostro. Su madre parecía ahora tan frágil que Vivian no se atrevía a ejercer más presión sobre ella.
Vivian respiró profundo y sintió que el último gramo de energía abandonaba su cuerpo mientras se desplomaba en una silla. Todavía estaba tratando de asimilar este imprevisto giro de los acontecimientos en el funeral de su hermanastra. A lo largo de los años, a pesar de no recibir ningún tipo de amor paternal por parte de Harvey, o de lo mal que la había tratado, Vivian supo que tenía un padre. Pero ahora, la figura paterna que creía tener podría no ser su padre biológico de repente. Este era un sentimiento tan complicado y a la vez inexplicable para Vivian.
—Ahora ya no necesito tus respuestas. Pronto lo veré por mí mismo —se burló Harvey con frialdad.
Poco después, Harvey y Vivian fueron conducidos a una sala para la prueba de paternidad. Una vez tomadas las muestras, Harvey preguntó:
—¿Cuánto falta para que salga el resultado?
—Sr. Miller, el resultado no saldrá hasta dentro de una semana. Le llamaremos en cuanto esté listo el informe —respondió la enfermera.
Sintiéndose inquieta, Vivian decidió llamar a Finnick con la esperanza de que pudiera venir a hacerle compañía. Intentó llamar varias veces pero se encontró con el mismo buzón de voz: El número que ha marcado es ilocalizable. Por favor, inténtelo más tarde.
Entonces Vivian dejó de llamar cuando recordó que Finnick había mencionado antes que hoy tenía una reunión con Evelyn.
Mientras tanto, el resultado de la prueba de paternidad al fin salió a la luz justo cuando la paciencia de Harvey se estaba agotando. Después de comprobar el resultado de su prueba de ADN, Harvey le lanzó el informe a Rachel y le exigió furioso:
—¿Te importa explicarme qué está pasando?
Rachel se sobresaltó con el informe que volaba hacia ella y las lágrimas volvieron a brotar de sus ojos.
Vivian recogió el informe que estaba en el suelo y se quedó helada al leer la línea que decía claramente que no tenía ningún parentesco con Harvey.
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