CEO: Matrimonio arreglado romance Capítulo 7

Narra Liam.

Salí de la casa de los Wood realmente enojado. No esperaba ver a Katherine con el cabello rojizo. Había estado pasando el rato con pelirrojas durante estos meses solo para sacar de mi mente a Jessica, claramente eso no funcionó. Ahora que se acercaba el anuncio de mí compromiso, había dejado de asistir a este tipo de lugares, tuve que mover mis influencias para quitar las fotografías dónde aparecía acompañado de esas mujeres. Mí vida era un caos, pero tenía que reponer y enderezar mí camino. No quería ser cruel con Katherine, pero verla de esa manera me enloqueció porque tenía la esperanza de que ella pudiera hacerme olvidar a Jessica y no recordarla.

Cuando llegue a casa, vi a Isabela en el jardín pintando, ella tenía mucho talento para eso. Estos últimos meses su estado de ánimo ha estado mejorando mucho, salía temprano de trabajar para estar con ella y pasar tiempo como hermanos, al principio fue difícil pero poco a poco ha ido saliendo adelante de su depresión y baja autoestima. Hace dos meses la he estado acompañado a la clínica de mí futuro cuñado Alexander Wood, para los tratamientos láser, para que las cicatrices que le dejaron las quemaduras mejoraran un poco su a parecías y color. Él era un chico agradable, increíblemente habíamos entablado una amistad, y al parecer también con Isabela, ella se veía más animada y con mucha alegría, no sabía si se debía por las  nueva aparecía de sus cicatrices o si era por Alexander. Había una especie de química cuando ellos estaban en la misma habitación.

—Hola mí ángel—le dije dejándole un beso en su cabello negro.

Su forma de vestir también había cambiado, al principio del accidente cubría su cuerpo con prendas cerradas para no mostrar su piel, pero ahora usaba algo más moderado, ya no le importaba que sus cicatrices se vieran.

—¿Cómo te fue?—me preguntó dejando de pintar para verme. Ella estaba al tanto sobre que iría a la casa de los Wood para terminar algunos detalles del anuncio.

—Bien, no te preocupes—le respondí sin mencionarle lo que había pasado, no quería preocuparla con mis asuntos.

—Me alegro que todo esté bien—respondió—. Quizás pueda conocer a Katherine durante la fiesta, Alexander me ha contado mucho de ella hasta parece que la conozco de toda la vida, aunque apenas la vi una o dos veces en alguna de las fiestas—mencionó.

No estaba muy seguro si dejar que Isabela hiciera su aparición en la fiesta, no quería que nadie la viera con repulsión, pero ella ahora tenía mucha seguridad en si misma y eso me sorprendía cada vez más. Había cambiado mucho durante estos meses y eso me llenaba de alegría.

—Estoy seguro que se llevarán bien, tienen la misma edad así que eso es posible—le respondí con una sonrisa.

Luego de eso ella continuó en su trabajo. Me quedé de pie viendo cómo lo hacía, su técnica era increíble, podía ser una gran pintora si se lo proponía. No pude evitar preguntarme que talentos poseía Katherine, pero para ello debía conocerla, tendría un par de meses para hacerlo antes de la boda, la cual se llevaría a cabo  tres meses después a partir del anuncio del compromiso.

 

***

Llegué a la fiesta en la casa de mis padres con Isabela, ella me veía realmente hermosa, llevaba un vestido largo negro con algo de brillo, las mangas eran largas que cubría sus brazos, pero tenía un escote en su espalda algo abierto donde se podía visualizar algunas de sus cicatrices. La que tenía en el rostro no se veía tanto, ya que el maquillaje se lo cubría, pero si se lograban ver las que tenían en  su cuello. El tratamiento no haría milagros, pero si garantizaba que el color y la aparecías de las mismas fueran diferentes y visualmente se vieran mejor. Era algo con lo que mí hermana siempre viviría. La gente al verla murmuró como era de costumbre, pero no causó tanto revuelto porque se veía muy hermosa con su vestido, maquillaje y la seguridad que ella transmitía.

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