CEO: Matrimonio arreglado romance Capítulo 8

Narra Katherine.

No podía creer que me había atrevido hablarle de esa manera, pero no me arrepentía de nada. Con mi nuevo look me sentía otra mujer, una mucho más fuerte. Sin embargo, debo admitir que cuando tomó mí mano sentí cosquillas en mí estómago. Tuve que reponerme al instante para no reflejar debilidad, lo que me sorprendió fue conocer a su hermana, supe de su accidente, pero realmente se veía muy hermosa está noche, sus cicatrices eran poco visibles, me pareció una chica muy dulce, al parecer teníamos la misma edad, lo que no podía creer era que conocía a mí hermano y que él le hubiera hablado de mí. En ese momento lo busqué, cuando lo encontré me acerqué y le pregunté porque no me había contado sobre su cercanía con Isabela y Liam.

—Lo siento hermana, se me pasó por alto—dijo disculpándose.

Me sentí un poco triste de que él ahora no me contara sobre las cosas que le pasaban, cuando vivía con nosotros éramos muy unidos, pero ahora que se había independizado casi no lo veía ni hablaba con él. Pude ver qué él miraba fijamente a alguien a lo lejos, volteé a ver de quién se trataba y me di cuenta que era Isabela, tenía una mirada de enamorado, era la primera vez que lo veía así.

—Parece que alguien está enamorado—dije con una sonrisa, él de inmediato me vio—.¿ Por qué no la invitas a bailar ?—le sugerí.

Él pareció algo nervioso.

—No lo sé, solo hemos hablado en la clínica durante sus citas, no creo que quiera bailar —dijo tontamente nervioso.

No pude evitar reír, parecía un niño pequeño y no un adulto.

—¿Cómo lo sabes? Es mejor que vayas allá y lo averigües por ti mismo—le dije dándole un empujón para que se animará a caminar hacia ella.

Mí hermano finalmente se animó y caminó hasta llegar donde Isabela, le pidió bailar y ella aceptó, tomó su mano y se desplazaron hacía la pista, ambos se veía realmente bien juntos, sonreí al verlos.

—Tienes razón en lo que me dijiste—escuche de repente la voz de Liam a mí lado—. Los cambios no los tomo de la mejor manera, pero estoy tratando de ser una nueva persona—mencionó haciendo una pausa—. Te debo una disculpa, no quise hablarte cómo lo hice, me dejé llevar por mí propia frustración. Espero que me perdones—agregó, en ese momento lo vi directamente a los ojos, nunca creí que él me pedirá una disculpa.

—Déjame pensarlo, quizás más adelante te merezcas mí perdón—le dije en un tono serio.

Él sonrió ante mí respuesta.

—De acuerdo, ya veo que me harás sufrir a tu manera y eso está bien—pronunció de manera agradable—. ¿Quieres bailar conmigo?—dijo extendiendo su mano. Su petición me tomó por sorpresa, me sacó de mis pensamientos, él estaba siendo muy cortés. No pude evitar aceptar, era algo que siempre había soñado hacer, tomé su mano y comenzamos a bailar, era una música lenta, su mano estaba en mí cintura y mis manos alrededor de su cuello, era la primera vez que lo tenía tan cerca de mí, podía oler su perfume varonil. Estaba dejando llevar por el cosquilleo que sentía de nuevo dentro de mí. Ninguno dijo nada, solo bailamos mientras nuestras miradas se conectaban, sus ojos azules eran hermosos y fascinante. No sabía cuánto tiempo había pasado hasta que la música terminó—.Tengo algo de sed ¿Quieres que vayamos por unas bebidas?—me preguntó amablemente.

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