(COMPLETO) ¿Enemigos o amantes? romance Capítulo 18

No tuve tiempo de explicar lo que sentía, ya que mi pedido había llegado, la motocicleta estaba hermosa, seguramente le consigue gustar si es que he acertado con sus gustos, le compré hasta el casco, aunque no sé si escogí bien la medida, claro que escogí dos por si quiere llevar a su hermana a su colegio o no lo sé, ya verá él con quién lo usa porque yo ni loco me subiría a la moto, está bonita y todo, pero jamás me subiría, me da mucho miedo la idea de caerme.

Pedí que la dejarán con el estanque lleno justo a la entrada de mi casa, así cuando Nathan atravesara todo el jardín principal y llegara a mi puerta la vería como aquella que vimos anoche, tengo muchas ganas de saber su opinión con respecto a esta, es por ello por lo que esperé en la entrada de mi casa todo el tiempo hasta que lo vi a lo lejos siendo registrado por los guardias, en ese momento salí rápidamente y sonreí notando como aceleraba su paso para llegar hasta mí. Bajé los escalones de la entrada y me posicioné justo al lado de la moto para ver a quién veía primero, me dio mucha ilusión ver como sus ojos sólo me miraban a mí y me abrazó para seguido atrapar mis labios como si no nos hubiéramos visto hace unas seis horas atrás, yo lo envolví con mis brazos cerrando mis ojos mientras me dejaba llevar por sus expertos y cariñosos labios quienes me hacían sentir mariposas en llamas.

–Te tengo un regalo– le dije sobre sus labios sintiendo como cruzaba sus brazos en mi cintura arrugando un poco la nariz al yo cortar el beso, por ello me volvió a besar usando esta vez su lengua, en ese momento sentí que mis fuerzas se desvanecían, lo aferré más a mi cuerpo y él jugueteó con mi lengua robándose todo mi aire– Nathan...– suspiré con las mejillas sonrojadas, mi entrepierna se estaba sintiendo rara por su culpa.

–Calla...– besó mi cuello– tengo unas ganas de comerte la boca que no soy capaz de escucharte...– suspiré sintiendo un cosquilleo en mi parte baja– me dejas ¿No? –preguntó acercando sus labios otra vez a los míos jugando una vez más con mi lengua y la suya.

Sentía que me derretía por dentro, él no me estaba tocando más allá que con sus labios y lengua, estaba siendo un chico bastante sutil, pero la forma en la que me estaba besando me estaban haciendo sentir muy raro, quería entrar a mi casa y llevarlo a mi habitación para estar a solas en un lugar privado, sin embargo, parecía que él no tenía interés en separarse tan pronto de mis labios por ello me dejé llevar olvidando el regalo que le tenía preparado, ni siquiera lo había visto o por lo menos no le prestó atención, parecía que besarme era mucho más importante que ver la motocicleta de sus sueños justo al lado. Eso sin duda me hacía feliz...

–hm...– soltó saboreando mi labio inferior antes de morderlo, yo suspiré sobre sus labios por lo que sonrió besándome de una forma más calmada, pero igual de intensa que sus anteriores besos.

–Ya...– suspiré jadeante– ya vale ¿No?– Nathan sonrió asintiendo con la cabeza tras mi respiración ser un caos por su culpa, tuve que tomar aire varias veces para volver a tener el aire necesario para poder mantener una conversación normal, me alejé un poco de él y me subí sobre un escalón que llevaba a la puerta de mi casa con el fin de quedar un poco más alto, él puso sus manos sobre mi cintura viéndome a los ojos en todo momento, por ello le pedí que cerrara los ojos.

–¿Me darás otro beso?– preguntó a medida que los cerraba estirando sus labios, por ello le di un corto beso causando que sonriera al hacerlo, saqué las llaves de mi bolsillo y le pedí que estirará sus manos– uh... esto me pone...– me mordí el labio inferior, no podía ponerse serio y aquello me ponía nervioso tras encantarme lo que decía– ¿Debo dejar un hueco con mis dedos? – le di un golpe en las manos al hacerlo, no me estaba tomando en serio por lo que al darle un golpe en las manos se rió al conseguir ponerme nervioso.

–¡Que no es nada pervertido! – dije viendo cómo se mordía el labio.

–Qué pena, si fuera al revés... no estarías hablando...– susurró impaciente.

Dejé las llaves sobre sus manos y este frunció el ceño abriendo sus ojos, yo le sonreí notando como miraba las llaves sin comprender que estaba pasando, parecía que ya no tenía palabras con las cuales jugar, pero salió con un "¿Son las llaves de tu corazón?" a lo que reí girándolo para que viera la moto que había conseguido para él.

Nathan rió, parecía que no se lo creía, hasta comentó que era la moto que siempre había soñado, pero era imposible que fuera cierto, hasta le puse el casco para que viera que estaba hecho para su uso, ya que en una zona del casco decía "De Nathan", en unas letras brillantes que lo hacían ver muy cool, me sentía orgulloso de mi compra, pero él seguía sin creerlo, la cabeza de Nathan sólo podía hacerlo creer que se trataba de una broma, soltaba risitas nervioso y repetía una y otra vez ¿Es broma? A lo que me vi obligado a envolver con mis brazos su cuello y verlo a los ojos para que viera en mis ojos la verdad.

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