Dilema entre el Odio y el Amor romance Capítulo 149

Joaquín se despertó con el ruido de la conversación de las dos personas, abrió los ojos y llamó en voz baja: "papá...".

Carlos se relajó un poco, se inclinó, acarició la carita de Joaquín y dijo: "Aquí estoy".

"¿Y la señora?". Joaquín miró alrededor, no vio a Estefanía y preguntó confundido.

"Ella se fue a grabar". Al mencionar a Estefanía, la mirada de Carlos se volvió más oscura.

Un destello de decepción cruzó los ojos de Joaquín.

Cuando la señora estaba, su papá no estaba, y ahora que su papá había vuelto, la señora se había ido.

Parecía que no iban a poder ir al parque de diversiones.

"¿Te sientes mal en algún lado? Díselo a papá". Carlos tomó suavemente la manita de Joaquín y preguntó.

"No". Joaquín negó con la cabeza.

Luego, frotó su carita en el lugar donde Estefanía había dormido la noche anterior. Hmm, olía bien, Estefanía siempre tenía un ligero y agradable aroma.

"La señora durmió abrazando a Joaquín anoche". Joaquín de inmediato se jactó orgullosamente: "Y me rascó la espalda, ¡fue muy cómodo!".

Benicio tenía ojos agudos, así que vio una pequeña marca roja en la nuca de Joaquín.

Se acercó, levantó la camisa de Joaquín y miró su espalda. Había manchas rojizas a lo largo de su columna, parecía que Estefanía había tratado a Joaquín con masoterapia.

En teoría, Joaquín debería estar con fiebre y sentirse mal, pero dijo que no se sentía mal, probablemente fue debido al efecto de la masoterapia.

"¿Así que tu mal humor de la mañana fue porque Estefanía no está?". Benicio observó la expresión compleja en el rostro de Carlos y preguntó con cautela.

"Ahí es donde te equivocas, Joaquín tuvo fiebre y ella estuvo con él todo el tiempo, incluso se esforzó para hacer que se sintiera mejor, y se fue sólo porque tenía que trabajar, ¿no es un poco irracional que te enojes por eso?".

Aunque Carlos siempre había sido bastante irracional.

"Piénsalo, ayer le dije que le diera medicina al niño sin parar, calculo que ella tampoco durmió mucho anoche, ella...".

Estefanía nunca le había hablado a Margarita sobre los asuntos de la familia Mendoza, ni había mencionado a Joaquín. La vez que le pidió prestado el auto a Margarita, sólo dijo que era para ir a buscar a un pariente a la escuela.

"Solo estuve repasando mis líneas anoche, me puse nerviosa y no pude dormir". Estefanía sonrió y respondió.

"Voy a comprarte un café". Margarita se levantó para irse.

Estefanía apenas dijo que no cuando Margarita ya había salido.

Estefanía no sabía si era por el resfriado de Joaquín que se había contagiado, pero desde que llegó en la mañana hasta ese momento, sentía mareos y ganas de vomitar, aunque al tocarse la frente no tenía fiebre y tampoco congestión nasal.

Probablemente era sólo por la falta de sueño.

Se obligó a tomar unos tragos del café que Margarita le había comprado y se sintió un poco mejor, pero cuando ya estaba filmando una escena, la sensación de náuseas le subió de golpe.

Como estaba colgada en el aire con cables de seguridad, giró hacia el director y le hizo una señal de pausa con la mano.