"¿Qué pasa?". Felipe Castillo le preguntó de lejos: "¿Te sientes mal?".
Estefanía estaba colgada con cables, apretada y ya de por sí adolorida, se sentía mareada y sin aliento, apenas podía ver y ni podía hablar, sólo negó con la cabeza.
"¡Bájenla ya!". Al ver que algo no iba bien, Margarita les gritó a los demás.
Sospechaba que era porque Estefanía no se había recuperado del todo después de la lesión que había sufrido.
Cuando Carlos entró al estudio, vio que había un grupo de gente alrededor, estaban bajando los cables lentamente, y Estefanía estaba con la cabeza inclinada y tenía una expresión de dolor en su cara.
"¿Estefanía?". Margarita estaba más cerca, le tocó suavemente la ropa y dijo: "¿Estás bien? Dime algo, me estás asustando".
Estefanía no respondió.
"¡Estefanía se desmayó!". Margarita gritó preocupada.
Todos empezaron a desatar los cables de Estefanía de manera desordenada, y justo cuando Margarita la estaba sosteniendo, sintió que alguien la empujó fuertemente a un lado.
Ella cayó sentada en el suelo, luego vio a un hombre desesperado levantar a Estefanía en brazos y llevarla afuera sin decir ni una palabra.
La gente del alrededor se miró confundida, pero Felipe fue el primero en reaccionar y corrió tras Carlos: "¡Sr. Mendoza...!".
Algunos actores miraron a Margarita con sorpresa y preguntaron en voz baja: "¿Qué pasó?".
Margarita estaba un poco aturdida y después de unos segundos se levantó del suelo y respondió: "Ah, amigo, el Sr. Mendoza es amigo de mi primo, así que...".
Pero ni siquiera ella quedó convencida con esa explicación.
¿Carlos, Estefanía?
Había estado con Estefanía durante un mes y nunca había notado nada entre ellos.
Jairo estaba fuera del grupo y quedó boquiabierto viendo cómo se alejaba Carlos.
La reacción de Carlos claramente mostraba que su relación con Estefanía no era común.
Entonces Estefanía se dio cuenta de que la persona que la sostenía era Carlos.
¿No debería estar con Isabel? ¿Por qué apareció de repente en el set de filmación?
Se tensó sin querer y no dijo ni una palabra.
"¿Qué te duele?". Al ver que no respondía, Carlos se enfadó aún más y le preguntó con voz grave.
Estefanía no sabía cómo explicarlo, sólo se sentía mareada y con dolor.
Intentó moverse un poco y un dolor agudo le recorrió la espalda, comenzó a ver todo blanco y se le dificultó respirar.
Carlos notó que algo andaba mal y de inmediato bajó la división entre los asientos delanteros y traseros del auto, la volteó y le levantó la ropa.
"No me toques...". Estefanía rechazó su contacto casi sin pensar.
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