Jeanne me besa con pasión, sus labios dulces me producen escalofríos, su toque, su olor, es un maldito imán que no puedo evitar...
Agarra mi cintura con sus manos y yo decido apegarme más a su cuerpo, lo único que pienso es que no puedo parar de besarla, siento el cielo cuando su lengua se junta con la mía, es cálida y suave, no quiero dejar de hacerlo.
No sé cuántos minutos pasan hasta que me quedo sin aliento y separo mis labios, Jeanne abre sus ojos y me observa con su pecho agitado, una mirada distinta a la que acostumbro distingo en su rostro en la oscuridad, también un brillo en sus ojos que me hacen estremecer.
-Jeanne...-su nombre es lo único que se viene a mi mente, no se si disculparme, si alejarme, si irme...
-Lo siento Emma..-dice mirando al suelo- no pude evitar...-me observa y yo niego con la cabeza.
-No lamentes nada, eso ha sido...maravilloso-digo casi en un susurro. Jeanne eleva su ceño y un atisbo de sonrisa aparece en sus labios.
En ese instante oímos un ruido proveniente del pasillo, un par de pasos en la madera nos hace separarnos con Jeanne, al distinguir la pequeña figura que se acerca en definitiva Jeanne y yo nos alejamos varios centímetros. ¿Estábamos tan juntas? Intento recomponerme cuando una dormilona Marie aparece en por la esquina.
-¿Marie?-Jeanne junta sus cejas- ¿Qué haces despierta cariño?- pregunta con una voz dulce.
-Tuve una pesadilla con mamá...-dice en un hilo de voz y Jeanne la toma en sus brazos en ese instante.
-Vamos cariño, no tienes nada que temer, te acompañaré a dormir..-se gira para mirarme- ten una buena noche Emma.
Asiento aún pasmada, cuando ambas caminan hacia la habitación de Marie todavía sigo parada en el mismo lugar recordando esos labios...
Camino por inercia hacia mi "habitación", mientras me pongo el pijama no dejo de pensar en Jeanne y lo sucedido, me acuesto aún con mi mente recordando sus besos, su sonrisa... estoy perdida, pienso. Y al mismo tiempo me sorprendo a mi misma ¿desde cuándo que Jeanne me gusta tanto?... en algún momento me duermo, pero mis sueños navegan en los recuerdos, y de repente los labios de Jeanne se convirtieron en los de Víctor..
¿Víctor? Lo veo delante de mi, la sangre desparramada, en mi mano un cuchillo y parte de su sangre en mi ropa.
-¿Por qué lo hiciste Emma?-dice con su voz arrastrada..
-Me hiciste hacer cosas que me arrepiento hasta el día de hoy, me usaste, me trataste como basura...abusaste de mi-digo en un hilo de voz, no puedo respirar, el pecho se me contrae y despierto con un grito.
Son las 7 de la mañana y mi corazón late como si fuese a salir de mi pecho, Víctor... no, no puedo dejar que siga arruinando mi vida, mis demonios me habían dejado en paz tan solo por unos meses y nuevamente Víctor era dueño de mis pesadillas.
Recuerdo sus insultos, sus golpes, su sangre... niego con mi cabeza, no puedo seguir pensando en él, en lo que pasó, no puedo.
Decido levantarme, me doy una ducha rápida y decido usar un vestido floreado de verano, el tiempo comenzaba a cambiar y desde temprano sentía un cálido aire en el ambiente, decidí postergar el desayuno y caminé directamente hacia afuera de la mansión, sentía como me faltaba aire en el pecho y necesitaba distraerme, caminé por todo el vecindario observando las demás mansiones y no pude creer lo enormes que eran, en mi vida habría visto algo así...
Decidí ir al parque cercano que hace un tiempo atrás vine con Marie, apenas amanecía y no había nadie, perfecto para mí... saqué un cigarrillo de mi bolsillo y comencé a fumar desesperadamente, no me consideraba una fumadora constante pero a veces necesitaba el humo pasar por mi boca, llenarme y llevarse mis miedos...
Estuve alrededor de una hora sentada ante una de las bancas fumando cigarrillo tras cigarrillo, no podía dejar a Víctor entrar en mi mente, era demasiado para mí...
Cuando ya quedé agotada de mis provisiones decidí echar a andar hacia la mansión, se me había olvidado casi completamente en estas horas lo sucedido anoche, un suspiro solté cuando vi a Jeanne bajando por las escaleras con una traje completo de gris, tacones y su cabello suelto hacia sus lados, se veía hermosa...
-Buenos días Emma, ¿saliste temprano?-dice con su voz seria.
-Sí, señora...-dije dudosa. Jeanne asintió y se acercó hacia mi posición, parecía querer decirme algo pero no dijo nada, Marie bajaba por las escaleras y tuve que alejarme para ayudarle y darle de comer, Jeanne no nos siguió, se despidió cuando iba saliendo por la puerta y luego de cerrarla con fuerza mi corazón dejó de latir. ¿Acaso se arrepentía de lo sucedido? Decidí no ponerme nerviosa, Jeanne acostumbraba a cambiar de humor rápidamente, a veces era un sol y otras veces apenas podía mirarme, ¿Qué podía esperar?
Decidí enfocarme en Marie, vimos televisión y jugamos a las escondidas, cociné patatas fritas y por la tarde nos enfocamos en ver una serie de películas animadas que nos tuvieron riendo por horas, eran casi las diez de la noche cuando Jeanne apareció.
-Buenas noches Emma-me dijo sin mirarme.
-Buenas noches señora-dije seriamente también, elevó su mirada y luego observó a su alrededor.
-¿Y Marie?
-Se durmió temprano hoy, hace unas horas, estuvimos haciendo muchas cosas...
-Tu también apareces en la mía-evito su mirada al decírselo pero sé que me observa. Decido tomar otro sorbo de vino y el silencio envuelve la cocina.
-¿Te parece ir al sofá y ver alguna película?-dice levantándose- he tenido un día duro en la oficina y necesito distraerme.
Asiento y la sigo sin pensar mucho, me siento bastante cómoda compartiendo con ella y pareciese que ella también conmigo. Decidimos ver la película de Lady Gaga con Bradley Copper "Nace una estrella" nos cautivó de principio a fin, pese a ello siempre estuve pendiente de los movimientos de Jeanne, nos sentamos en el mismo sofá a una distancia prudente, pero sentía el fuego que quemaba mi piel casa vez que sus brazos se encontraban cerca d ellos míos, sentí el cielo y el infierno en las dos horas de la película, siempre con mi mirada puesta en la televisión pero sintiendo su cercanía.
Al término de la película Jeanne tenía una pequeña lágrima en su rostro y me emocionó, al fin y al cabo la empresaria más conocida del país si tenía sentimientos...
-Me ha gustado bastante-dijo mirándome-¿y a ti?
-Me encantó-dije sonriendo- me gustaron mucho las canciones y la sintonía de ambos-Jeanne asintió y de inmediato sus ojos bajaron hasta mis labios, sin quererlo mordí mis labios, lo que causó que Jeanne se removiese incómoda en su posición, yo me sonrojé y desvíe mi vista. Pero Jeanne con dos de sus dedos movió mi mentón hacia su dirección y sin pensarlo plantó sus labios en los míos. Quedé tan sorprendida como la última vez pero esta vez recibí sus besos con deseo y anhelo, cada vez que los sentía quería más y más...
Jeanne pegó sus labios a los míos y no los soltó por varios minutos, su lengua insípida se unía con la mía todas las veces que podía y sentía como el calor se apoderaba de mi cuerpo, me estaba excitando..
Jeanne se alejó a los pocos segundos, su pecho subía y bajaba, sus labios estaban rojos y sus ojos brillaban, estaba completamente perdida en ella...
-Eso me dejado..-intentó terminar la frase pero no pudo, estaba jadeando y yo también, había sido un beso intenso, nos había dejado demasiado...¿excitadas?
-Creo que es mejor que me vaya a dormir antes que cometa una estupidez-dijo seria, cambiando su rostro- me tienes muy confundida Emma, necesito...pensar en todo esto...
La burbuja en la que me encontraba desapareció, Jeanne parecía realmente confundida y asentí, no era mi intención presionar nada, menos sus decisiones.
-Vale, que descanses-dije sin emoción alguna, Jeanne asintió y ambas nos levantamos, recogimos todo y nos separamos con una mirada llena de confusiones una con la otra.
-Buenas noches Emma-dijo con pesar.
-Buenas noches Jeanne-dije firme y le di la espalda, hoy tardaré en dormir, pensé.
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