Asier pasó junto a Elia sin siquiera mirarla.
Obviamente ahora estamos en octubre, aunque el otoño el clima era muy cálido, el sol brilla intensamente y no hace frío.
Pero cuando Asier pasó, Elia sintió un escalofrío.
No entendía qué pasaba, así que volteó a preguntarle a Bruno.
Bruno no dijo nada, sólo le hizo una seña con los ojos a Elia para que se fuera, luego entró a la oficina con Asier.
Elia notó la expresión de Bruno, pero no entendía lo que intentaba decirle.
Siempre quiso aclarar las cosas con Asier, y ahora que él finalmente había vuelto a la empresa, era su oportunidad.
No podía dejarla pasar.
Cada día que esperaba, era un día más de sufrir injusticias.
Dejó la escoba que tenía en la mano, se acercó al escritorio y tocó suavemente el marco de la puerta.
La puerta no estaba cerrada y el ambiente dentro de la oficina era muy tenso.
Asier y Benjamín estaban sentados en el sofá, ambos se veían muy serios.
Bruno estaba de pie junto a ellos, informando: "Sr. Griera, seguro que había un espía en esto..."
Elia quería justicia para ella, así que entró a la oficina y cuando cruzó la puerta, sintió una gran opresión en el pecho que hizo que respirara con dificultad.
Se acercó a Asier y dijo: "Sr. Griera, necesito hablar contigo."
Asier levantó la cabeza, sus ojos brillaban con un frío fulgor al mirarla.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...