"Floria, ¿estás bien?" Jimena se acercó rápidamente, sosteniendo a Floria, preocupada por su estado. Al ver que tenía un ojo morado, parecía un panda que hubiera perdido uno de sus característicos anillos negros.
Jimena no pudo contener una risa.
Floria, curiosa, se giró para mirarla: "¿De qué te ríes?"
"Nada, es que ahora pareces una especie en protección, es bastante gracioso", dijo Jimena sin disimulo.
Floria entendió a qué se refería, tocó con la mano el ojo que acababa de recibir el golpe, y al contacto sintió un dolor punzante: "¡Ay!"
Floria respiró hondo debido al dolor.
"¿Cómo te sientes, duele mucho? ¿Quieres que vayamos al hospital?" Elia, empujando a Asier, se acercó preocupada.e2
"Oye, ¿para qué ir al hospital? Es solo una pequeña herida, nada serio, vuelvo a casa, aplico un poco de pomada y ya estaré bien para mañana. No te olvides que ahora soy médico", dijo Floria con desenfado, como si nada le pasara.
"Es verdad." Elia se dio cuenta de que Floria estaba aprendiendo medicina con el Dr. Díaz, así que para ella, un pequeño golpe no era gran cosa.
"¡Sr. Griera!" En ese momento, Bruno se acercó rápidamente.
Vestido con un traje gris plateado y muy formal, había venido para asistir a la boda de Asier, pero en la entrada del hotel se encontró con Asier y los guardaespaldas con marcas de pelea en sus rostros.
Bruno no entendía lo que había pasado y miró interrogante a Orson.
Orson sonrió levemente y golpeó suavemente el hombro de Bruno, diciendo: "Llegaste justo a tiempo, llévate a tu Sr. Griera a casa, yo llevaré a las damas."
Hablaba de las damas, pero había tres presentes.
Bruno echó un vistazo y de inmediato entendió que Orson se refería a Jimena y Floria.
Y lo diferente esta vez era que Elia miraba a Asier con una mirada cariñosa y pegajosa, en lugar de Asier imponiendo su presencia.
Antes, Elia siempre había sido receptiva al dominio de Asier, pero hoy, ella tomó la iniciativa.
Una mujer que se siente tan segura y dependiente de un hombre, esa mirada no engaña.
¿Qué está sucediendo?
Solo había llegado un poco tarde, ¿cómo podían haber cambiado tanto las cosas, y tan rápidamente?
¿Se había perdido alguna noticia impactante?
Pensando en esto, la sonrisa de Bruno volvió a aparecer, aliviada y contenta.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...