Mientras hablaban, el guardaespaldas trajo al Dr. Díaz al cuarto.
El Dr. Díaz todavía vestía su bata blanca, no había tenido tiempo de cambiarse, cuando fue traído por el guardaespaldas.
Su rostro no mostraba la irritación de quien era llevado a la fuerza, sino una sonrisa burlona mientras entraba a la habitación.
"Maestro." Floria, sosteniendo una aguja de plata, llamó nerviosa.
Elia, al ver al Dr. Díaz, también se sintió culpable y lo saludó con remordimiento: "Dr. Díaz."
"Veamos, estas agujas en la cabeza están bien puestas, pero ¿por qué falta una en la pierna?" El Dr. Díaz se acercó a Asier, examinó las agujas que tenía insertadas y comenzó a dar una lección práctica a Floria.
Floria, avergonzada, dijo: "Me equivoqué con una aguja."e2
El Dr. Díaz respondió: "La aguja más importante en el punto de acupuntura de la pierna y te has equivocado. Nunca has cometido este tipo de error básico en tus entrenamientos. ¿Qué pasa? ¿No te adaptas a practicar con personas reales?"
Bruno se sorprendió, sin entender lo que decía el Dr. Díaz.
¿Su discípula estaba usando a su estimado Asier como un sujeto de prueba?
¿Su respetado Sr. Griera estaba siendo utilizado como un conejillo de indias? ¿Podría el Sr. Griera tolerarlo?
Bruno, además de estar asombrado, temía por el destino de Floria.
¿Se atrevía a usar a Asier como un sujeto de prueba en vivo? ¿Ya no quería vivir?
Mientras Bruno estaba sorprendido y curioso, miró hacia Asier y de hecho vio su rostro oscuro como tinta, claramente enojado.
Floria, que la suerte te acompañe.
Al oír el gruñido de dolor de Asier, se sintió ansiosa y nerviosa.
"¿Ves? Así es como se hace. Ahora intenta con la otra pierna, quiero ver cómo lo haces," dijo el Dr. Díaz sin dejarse afectar por lo que sucedía alrededor, continuando su explicación a Floria.
Floria asintió rápidamente con la frente sudorosa: "Está bien."
Normalmente, cuando el Dr. Díaz aplicaba la acupuntura a alguien, no causaba dolor.
Esta vez, al pinchar a Asier, provocó que soltara un gruñido involuntario. Ese sonido indicaba que el dolor era incluso peor que cuando Floria se había equivocado.
Floria no pudo evitar preguntarse, ¿el Dr. Díaz lo había hecho a propósito?
"Dr. Díaz, Bruno ya se disculpó contigo. Fue él quien tomó la decisión de mandar a su guardaespaldas a traerte, Asier no tiene nada que ver con eso. ¿Realmente tienes que mezclar asuntos personales con los profesionales y hacer que mi Asier sufra tanto?", dijo Cecilia, indignada, a Dr. Díaz.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...