Elia había estado descansando en casa durante varios días, pasando su tiempo acompañando a Asier.
Hoy, justo después de terminar el desayuno, recibió una llamada de Tomeo, de la empresa de diseño de joyas.
Curiosa, Elia se preguntó por qué Tomeo le llamaría de repente. Contestó la llamada.
Con una risa alegre, Tomeo dijo: "Elia, eres parte de nuestra compañía, y todavía tenemos tu contrato de trabajo. Ya has tomado varios días de descanso, ¿cuándo planeas volver?"
Elia se sorprendió, recordando que, en efecto, era empleada de la empresa de diseño de joyas. Desde su accidente, se había tomado un descanso y casi olvidó que aún tenía un empleo.
Tomeo tenía razón; ella había firmado un contrato de trabajo con la empresa, y mientras el contrato siguiera vigente, tenía que trabajar.
Rápidamente, Elia respondió: "Iré en un momento. Tomeo, como no me habías llamado en tanto tiempo, pensé que la empresa ya me había dejado ir."e2
"Jeje, ¿cómo crees? Nuestra empresa es muy humana. No despedimos a nadie a menos que renuncien", dijo Tomeo con una sonrisa que sonaba un poco servil.
Elia rodó los ojos en privado. Qué bien sonaba eso ahora, pero recordó cómo presionaban a Jimena cuando no tenía buenos resultados, amenazándola con despedirla si no mejoraba su desempeño.
Ahora que le tocaba a ella, parecía que Tomeo había cambiado de actitud.
Sin embargo, Elia mantenía una fachada de cortesía y dijo con un tono suavemente irónico: "Tienes razón, la empresa es realmente buena y no despide a la gente sin más."
Jimena se sobresaltó, y al ver a Elia, su energía pareció regresar de golpe. Sus ojos se iluminaron con admiración y emoción mientras tomaba las manos de Elia: "¡La gran diseñadora! Finalmente has vuelto al trabajo, ¡puedo ver a la verdadera diseñadora E en persona!"
Ante la reacción exagerada de Jimena, Elia no pudo evitar tocarle la frente, preguntando: "¿No tendrás fiebre, verdad?"
Pero Jimena, radiante, tomó la mano de Elia y exclamó: "¿No lo sabes? ¡Ahora eres una diseñadora famosa y reconocida! Los diseños que vendiste a Asier se agotaron en el mercado."
Ahora era Elia quien se quedaba boquiabierta. No podía creer lo que Jimena le contaba: "¿En serio?"
"¿Acaso parezco alguien que mentiría?" Jimena parpadeó inocentemente, intentando parecer adorable.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...