¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 1954

Jimena había estado concentrada en Elia todo el tiempo, al verla sana y salva, su corazón ansioso finalmente se calmó.

Ahora que las cosas se habían estabilizado, Jimena notó algo diferente en Asier.

Asier, que había estado confinado a su silla de ruedas durante bastante tiempo, ¡estaba de pie y caminando, incluso llevando a Elia de la mano!

¿Sus piernas realmente habían sanado?

Frente a la mirada asombrada de Jimena, Elia entendió su asombro.

Elia respondió a la pregunta de Jimena con una sonrisa de alivio y felicidad en los labios: "Sí, las piernas de Asier están mejor, ya puede caminar."

Después de decir eso, Asier la llevó fuera de la habitación.e2

Jimena abrió los ojos de par en par, sorprendida por la respuesta de Elia, una mezcla de shock y alegría.

¡Nunca se imaginó que Asier, a quien le habían dicho que jamás podría ponerse de pie, de repente lo había hecho!

¡Eso significaba que los días venideros serían aún más felices para Elia!

Jimena estaba genuinamente feliz por Elia.

Mientras reflexionaba sobre eso, se dio cuenta de que Asier y Elia habían salido y se apresuró a seguirlos: "Oigan, ¡esperen por mí!"

Los tres salieron del centro comercial, Asier abrió la puerta del coche y ayudó a Elia a entrar.

Elia, preocupada por Jimena, miró a través de la ventana del coche hacia ella y dijo: "Jimena, sube tú también, te llevamos a casa."

"No, no, vine en mi propio carro, yo manejo de vuelta, está bien. Te asustaste hoy, regresa a casa y trata de descansar," dijo Jimena, negando con la mano, recordando que había llevado a Elia al centro comercial en su carro.

A medida que el coche se alejaba, la figura de Jimena desaparecía gradualmente.

Elia volvió en sí y miró al lado, donde Asier con su rostro apuesto y su presencia intimidante, irradiaba una calma que era única en él.

Elia volvió a mirar sus piernas; cuando Asier caminaba, todo parecía normal, pero aun así, ella no estaba completamente segura.

"Voy a llamar a Floria para que venga a examinar tus piernas," dijo Elia, y se dispuso a buscar su móvil, pero al revisar su bolsillo, se dio cuenta de que estaba vacío.

Recordó que cuando Ramiro la había dejado en la habitación del hotel, había tomado su móvil, lo había apagado y lo había metido en su propio bolsillo.

"¡Mi móvil sigue con Ramiro!" exclamó Elia, dándose cuenta tarde de lo sucedido.

Asier sacó su móvil de inmediato y llamó al oficial Gil, pidiéndole que recuperara el móvil de Elia.

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