Asier le sirvió otra taza de café a Benjamín con calma, levantó la mirada y le dijo con una voz baja y magnética: “Abuelo, entre nosotros, no hay nada extraño ni anormal. Solo hay diferencias de opinión.”
Lo que Asier dijo era cierto, nunca había tenido resentimientos hacia su abuelo. Desde pequeño, al perder a sus padres, fueron su abuelo y abuela quienes lo criaron y lo educaron sin escatimar esfuerzos, ayudándolo a convertirse en una persona de éxito.
¿Cómo podría tener rencor hacia su abuelo?
Ahora que sus caminos se habían separado, no era porque guardara rencor, sino simplemente porque pensaban diferente.
“Las diferencias se pueden ajustar, ¿pero ni siquiera estás dispuesto a darme la oportunidad de intentarlo?” preguntó Benjamín con seriedad a Asier.
Él había venido con la verdadera intención de convencer a Asier de que regresara a gestionar Grupo Griera.
Asier dejó la jarra de café y miró fijamente a Benjamín con sus ojos oscuros y profundos y le dijo. “Abuelo, lo mismo le diría. Usted no aprueba mi relación con Elia, ni siquiera nos das la oportunidad de adaptarnos el uno al otro. Cuéntame, ¿qué piensas realmente?”e2
Comparado con antes, su abuelo parecía más viejo, con más arrugas en su rostro y el cabello más canoso.
Desde que su abuela falleció, su abuelo comenzó a envejecer a una velocidad notable.
Asier sabía que su abuelo extrañaba a su abuela. Cuando ella estaba viva, su abuelo vivía todos los días con energía y vitalidad.
Pero después de su muerte, su abuelo parecía distraído todo el tiempo y su actitud hacia las cosas había perdido la racionalidad de antes, volviéndose extremista e impulsivo.
Especialmente cuando se trataba de asuntos relacionados con Elia.
“Ya te lo dije claro antes, Elia no es de tu mismo nivel y además es muy astuta. Me preocupa que termines como tu padre,” dijo Benjamín meditativamente.
“Pero la realidad ha demostrado que ella no es como Faustina. Si fuera como Faustina, en esos tres años, podría haber tomado el dinero y haberse ido, pero eligió no tomar ni un centavo y quedarse a mi lado para cuidarme,” Asier siempre había querido aclarar la duda de su abuelo.
“Asier, te estoy hablando del asunto de la empresa, ¿cómo terminamos hablando de Elia?” Benjamín movió la taza de café sobre la mesa, la levantó y la puso con fuerza para mostrar su disgusto.
No quería seguir hablando de Elia.
Cuando una persona desarrolla prejuicios contra otra, es muy difícil que vuelva a tener una actitud amable hacia ella.
En el corazón de Benjamín, todo lo que había sucedido con Asier era culpa de Elia.
Antes, Asier era muy obediente y respetuoso con él.
Asier solía vivir su vida exactamente como él lo había planeado, pero desde que Elia apareció, Asier se había rebelado contra sus planes una y otra vez.
Incluso había dejado Grupo Griera, prefiriendo vivir una vida común con Elia en lugar de seguir sus consejos.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...