Las palabras de Elia se quedaron en la punta de la lengua, incapaz de seguir.
¿Qué sentido tenía decirle todo eso?
Había sido forzada, perdió su virginidad y se quedó embarazada.
Durante esos cinco años, había estado ocupada cuidando a su hijos, sin tiempo ni energía para tener novio.
Ya tenía cuatro hijos, para ella eso era más que suficiente.
¿Debería contarle todo?
Durante estos años, todas sus preocupaciones estaban en sus hijos, sin tiempo para recordar el pasado.
Ya no le importaba si él la había traicionado.
Para Elia, Sergio era solo un transeúnte en su vida, ahora ya no tenía ningún contacto con él.
Sergio la vio parar a la mitad de camino y la instó ansiosamente: "¿Por qué? Dime..."
Elia tomó una respiración profunda, no quería seguir hablando, evitó su mirada, y dijo en voz baja: "No es nada, no pierdas más tiempo conmigo. Rompimos hace cinco años, deja de buscarme."
La traición era traición, no necesitaba ninguna excusa.
Además, ahora era madre de cuatro hijos, ya no había posibilidad entre ella y Sergio.
En lugar de darle esperanza y hacerle esperar, era mejor romper firmemente y dejarle comenzar de nuevo.
Esperar un resultado imposible era sólo una pérdida de juventud.
Después de decir eso, se dio la vuelta y caminó hacia las escaleras, subió las escaleras sin mirar atrás.
Sergio no la siguió, la miraba desolado mientras su esperanza se desvanecía una vez más.
Viendo su figura decidida, su corazón dolía aún más, y dijo con dientes apretados: "Elia, ¡no me rendiré! Eres mi primer amor, y la mujer a la que amaré toda mi vida, ¡nunca te abandonaré!"
En ese punto, Elia ya había dado la vuelta y estaba en el otro lado de las escaleras, fuera de la vista de Sergio.
Su fuerza se desvaneció instantáneamente, apoyándose en la pared.
...
En el parque de juegos del barrio.
Iria e Inés estaban jugando en el tobogán, divirtiéndose mucho.
Iria de repente tomó la mano de Rosalinda y dijo: "Mamá ha vuelto, vamos a casa."
Rosalinda preguntó con curiosidad: "¿Cómo sabes que mamá ya ha vuelto?"
Iria dijo: "La vi en un auto negro, un hombre muy lindo la trajo de vuelta." La voz de Iria era suave, clara, muy seria.
Rosalinda lo entendió todo.
Elia estaba en un auto negro, un hombre muy lindo la trajo de vuelta.
Iria no elogia fácilmente a alguien por ser lindo, a menos que esa persona realmente se vea muy bien, como Abel y Joel, entonces los elogiaría.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...