Asier lo llamaba señor Maximiliano, y eso a Maximiliano le dolía en el alma.
Porque eso significaba que ni Asier ni Elia le habían perdonado aún.
En su momento, sin tener en cuenta los sentimientos de Elia y Asier, accedió a que Cecilia reemplazara a Elia en el cuidado de Asier.
Forzar una pareja entre Cecilia y Asier fue su error.
Él aceptó que quería a Cecilia más que a Elia.
Por su favoritismo, frente a un dilema, su corazón se inclinaba inconscientemente hacia Cecilia, sin considerar los sentimientos de Elia.
Ahora que Elia y Asier superaron mil obstáculos y finalmente estaban juntos, el resentimiento en sus corazones no era fácil de disolver.e2
Antes Asier lo llamaba Max, y en ese momento, lo llamaba simplemente Sr. Maximiliano.
Ya era su suegro, Asier bien podría llamarlo papá.
Pero él insistía en el distante Sr. Maximiliano, y eso partía el corazón de Maximiliano.
Y él solo se atrevía a pedirle a Asier, pero no se atrevía a pedirle a Elia.
Al oírlo, el corazón de Elia se paralizó por un instante, aquel deseo de escucharla llamarlo papá era como agua derramada en una esponja, haciéndola soportar un peso inesperado y doloroso.
Elia, que se aferraba al borde de su ropa, sintió de repente que una mano grande la sujetaba, una mano cálida y seca que envolvía la suya, transmitiendo calor desde el dorso de su mano hasta su corazón.
Esa calidez aligeraba su corazón helado y calmaba su inquietud.
Elia giró su mirada hacia Asier, quien la sujetaba, y su silencioso consuelo le reconfortaba el alma.
Desde entonces, él se convirtió en su padre de verdad.
Pero el cariño verdadero de una hija por su padre más querido, eso ella no podía darlo.
Maximiliano no dijo más, simplemente se sentó en silencio en su silla.
Cecilia se acercó a la mesa sin sentarse, se giró hacia Elia y, como si su padre hubiera sufrido una gran injusticia, le dijo con tono de reclamo: "Papá se preocupó por ti todos estos años, y tú ni te inmutas, ¡nunca vi a una mujer tan fría e insensible como tú!"
Cecilia fue directa y específica en sus palabras.
Después de hablar, echó un vistazo a Asier para ver su reacción.
Quería mostrarle a Asier que Elia era una mujer sin corazón, que no merecía su amor profundo, que Elia también lo trataría con esa misma indiferencia algún día.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...