¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 49

En el taxi.

Jimena revisó la actualización de estado de Orson en WhatsApp y encontró una foto suya. Era una imagen tomada en un bar, sosteniendo una copa y tomándose una selfie.

Quizás debido a la iluminación del bar o tal vez porque el amor hace que las personas se vean más hermosas, Jimena miró la foto y el rostro del hombre parecía brillar, volviéndose cada vez más atractivo a sus ojos.

Solo con esa imagen, su estado de ánimo se elevó, y Jimena se quedó mirando la foto mientras su corazón comenzaba a latir más rápido.

Algunas personas realmente experimentan el amor a primera vista.

Con solo un vistazo, se sintió profundamente atraída por él. ¿Cómo podría olvidarlo?

En silencio, Jimena guardó la foto de Orson en su teléfono.

Después de pensarlo un poco, decidió darse una oportunidad.

De lo contrario, podría arrepentirse.

Abrió la ventana de chat con Orson y empezó a escribir: Hola.

No, eso sonaba demasiado común.

Lo borró y escribió de nuevo: "Guapo, soy Jimena. ¿Te gustaría salir a cenar esta noche? Yo invito". Cada palabra que escribió fue cuidadosamente considerada. Finalmente, reunió el coraje para hacer clic en "enviar".

El mensaje fue enviado.

El corazón de Jimena latía con fuerza, estaba súper nerviosa, no sabía qué respuesta recibiría.

Sin embargo, antes de tener la oportunidad de pensar en ello, Jimena se dio cuenta de que había pasado mucho tiempo y todavía no había visto los dos ticks grises en el mensaje que envió.

Con solo verlo una vez, Jimena se había enamorado de él y estaba devastada por haber sido bloqueada.

Si realmente hubiesen estado juntos y las cosas no hubiesen salido bien, Jimena estaría aún más destrozada, ¿verdad?

Es mejor que no haya comenzado, porque con la personalidad de mujeriego de Orson, no podría darle un futuro a Jimena.

En ese caso, Jimena habría sufrido aún más.

Mientras Jimena lloraba, el taxi se detuvo en la urbanización donde vivía Elia. Ella pagó y ayudó a Jimena a bajar del auto.

Después de haber llorado, Jimena se sentía mejor. Secó sus lágrimas y sonrió a Elia, "Tienes razón, el próximo será mejor. No es más que un hombre, ¡no pasa nada! Vamos, los chicos nos están esperando."

Jimena agarró suavemente el brazo de Elia, mostrando un rostro lleno de energía y sol. Sin embargo, Elia pudo ver las ojeras hinchadas de Jimena y los rastros de lágrimas en sus ojos, sabiendo que no era tan fácil para ella dejar atrás esos sentimientos.