Capítulo 757
El aire fuera parecía más fresco que en la oficina, y los nervios tensos de Elia se relajaron. Fue entonces cuando se dio cuenta de que su espalda estaba empapada en sudor.
Al regresar al Grupo Fuentes, Diana tomó el contrato en sus manos, estaba emocionada, y lo volteó rápidamente hasta la última página, donde ya estaba firmado.
Diana no podia esconder la emoción en sus ojos y dijo: “Elia, muchisimas gracias. Agradécele a tu amigo de la alta dirección por mi, si puedes, invitalo a cenar esta noche. Yo invito.”
Elia forzó una sonrisa y dijo: “No es necesario, no tengo tiempo esta noche y el tampoco.
Todo eso fue porque habia comido el desayuno que Diana le habia preparado No queria deberle más favores.
Definitivamente no iria a esa cena.
“Bueno, entonces te invitare a comer otro día. Voy a entregar el contrato al Sr. Fuentes ahora, dijo Diana, agarrando el contrato con alegría y luego se
marchó e2
Al finalizar la jornada. Elia regresó a Barrio Santa Marta. Al principio, queria ir a Villa Serenidad para estar con los niños, pero recordó lo que le habia dicho a Asier esa mañana que hablarian de sus asuntos personales por la noche.
Eso la lleno de miedo. La forma en que Asier hablaba de asuntos personales era algo que ella simplemente no podia manejar
Su cuerpo aún no se había recuperado completamente. Ir a Villa Serenidad significaria perder la mitad de su vida.
Cenar cuando llegues, dijo Vicente antes de
Elia metió el teléfono en su bolsillo, miró a Rosalinda y dijo. “¿No te gusta que te acompañe a cenar en casa?”
¿Por qué no irias a una cena de la empresa? Podrías conocer a algunos hombres solteros alli. Quizás encuentres a alguien adecuado. Si te casas, Asier no podra molestarte más,” sugirió Rosalinda
Rosalinda no queria que Elia terminara como ella, soltera toda su vida y sin nadie en quien apoyarse en su vejez
Elia queria decirle que, mientras Asier aun estuviera interesado en ella, con su personalidad posesiva, no la dejaria acercarse a otros hombres.
Pero no queria preocupar más a Rosalinda.
“Sólo tendrás que cenar sola, no te acompañaré, dijo Elia.
“Vete ya, no necesito que me acompañes,” respondió Rosalinda, empujándola hacia la puerta.
Elia la miró una vez más antes de salir, estaba un poco resignada.
Al entrar al restaurante francés, vio que estaba lleno de gente
“Elia, por aqui!” alguien la llamó con entusiasmo.
Comentarios
Los comentarios de los lectores sobre la novela: ¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia
excelente cada capítulo es mejor amo esta historia...
suban mas capitulos por favor es excelente la historia...
Suban más por favor 🙏🏼 muy buena historia 💝...
Suban más capítulos 🙏🏼...