¡Domestícame! Mi pequeña y gran Elia romance Capítulo 89

Él hizo eso justo frente a Maribel, ¿no está buscándole problemas?

Hoy descubrió que Maribel estaba enamorada de Asier.

Pero Asier rechazó a Maribel. Al verla así, Elia se sintió bastante satisfecha.

Anteriormente, los cuatro hijos de Elia llegaron a Grupo Griera, Maribel fue tan ruda con ellos que los asustó hasta hacerlos correr por la oficina.

Desde entonces, Elia no había tenido una buena impresión de Maribel, hasta el punto de despreciarla.

Al ver a Maribel tan desconsolada esta vez, ¡se sentía hasta contenta!

Finalmente llegó la hora de terminar la jornada laboral.

Elia llegó a casa, Rosalinda se acercó enfurecida, le tocó la frente con el dedo y dijo molesta: "¿Qué hice mal para tener una hija como tú? Te mandé a una cita a ciegas, no solo ofendiste al hombre, sino que también fingiste tener novio. Ahora tu reputación está arruinada, ¿quién se preocupará por ti? ¿Podrás casarte?"

Elia hizo un puchero, parecía inocente, intentó consolarla: "Mamá, ¿por qué tengo que casarme? ¿No vivo muy bien ahora?"

"¿Vives bien? Mantienes a cuatro niños sola, si fueras una profesional exitosa con un salario de decenas de miles de dólares al año, ¡estaría bien! Pero solo eres una auxiliar de limpieza, no tienes a ningún hombre que te respalde, llevas todo el peso tú sola, ¿acaso te crees invencible? ¿No puedes aprender de los demás? Mira a Vania, mira lo exitosa que es, luego mírate a ti misma, no tienes nada, ¡esto es frustrante!"

Rosalinda estaba tan enfurecida que su pecho subía y bajaba, cada vez más enojada.

"Mamá, ¿quién dice que no tengo nada? Tengo cuatro niños inteligentes y adorables, eso es una felicidad que otros no pueden tener."

Si su hija pudiera tener un novio tan guapo, rico y que la amara profundamente, ella se despertaría riendo en sus sueños.

"Mamá, he visto al novio de Vania. Sí, es muy guapo, pero puede que te equivoques, él no es el novio de Vania."

Elia sabía que Rosalinda probablemente había visto a Asier cuando fue al Pueblo Saurí y, al igual que los demás habitantes del pueblo, se había confundido y pensaba que él era el novio de Vania.

Al principio, ella pensaba lo mismo, pero Asier negó que Vania fuera su novia.

Elia confiaba en él, porque no mentiría sobre algo así, no tendría por qué mentirle.

"¿Cómo sabes que no son pareja?" Rosalinda miró a Elia con los ojos brillantes, "¿Acaso eres muy cercana a él?"