Capitulo 33
Pasan los días
Aurora lentamente se recupera, siente un poco más de paz al estar junto a Inés, y a la vez le extraña la manera en la que su padre se ha comportado, la trata con cariño como si en verdad fuese su hija y no como el estorbo de hace años
Inés no se siente segura, sabe que la actitud de Armando es extraña, lo conoce desde hace años, nunca ha querido a Aurora y eso no cambiará nada.
Florencia llega con toda su figura de mujer déspota, gritando y dándole a las empleadas de La casa, saber que es la reina le ha dado una figura de poder que ella no conocía y le encanta.
—¿Que haces afuera? Deberías estar en cama, el doctor dijo Reposo absoluto?
— cuestiona a su hermana, la mira con frialdad, no puede dejar que ella pierda ese bebé en el que ha puesto todas sus esperanzas, la idea de ser madre nunca le gustó, Prefiere que Aurora sufra la gordura y problemas de parto.
— Tu hermana necesita un poco de sol, sientate a su lado — Inés se levanta de la vieja silla blanca del jardín para darle paso a Florencia y ordenar una limonada como en los viejos tiempos.
Aurora no quiere estar cerca de Florencia, sabe lo que ella dijo y los motivos por los que Romeo la dejo, ella es la culpable de la discusión, desde ese día Aurora prefiere ignorarla.
— Deberías agradecerme, gracias a mi tu no te quedaste con ese salvaje, el no era para ti, un lobo vulgar que no sabe perder — Florencia creía que Aurora caería como los demás en sus trampas, en ese idea de ser la salvadora, pero Ya no era la misma de antes.
— Por favor no nos engañemos, todo lo que hiciste fue por ti, no soportas la idea que Romeo me amara — Aurora levanta la voz, ya no se puede quedar más callada, su hermana ha atravesado un límite y sencillamente quiere matarla.
— Romeo solo fue una aventura, pero quieres una respuesta, No, no me mortifica que te amara, aunque el jamás me trato como a ti e inclusive me encubrió, de nuevo esta batalla la gane yo — Florencia no podía ni quería aceptar que Romeo amo a Aurora más que a ella, perderlo era desvanecer lo único real que tuvo en su vida, ese lobo que le cambio la existencia y que ella sigue queriendo como ningún otro.
— ¿Por qué te importa tanto comparar? Nadie ganó solo me queda el orgullo de decir que mi amor por el germinó en el amor por mi bebe — Aurora toca su pancita, ese bebé es su consuelo, la prueba que su amor fue real.
Florencia se queda en silencio, puede ver el rostro de su hermana, ella a pesar de perder el amor de Romeo está feliz con el bebé que tiene en su vientre, en cambio ella se siente sola, tiene las joyas que desea, la posición de poder de sus sueños, pero está sola.
Se levanta enojada, no quiere escuchar a su hermana, solo le recuerda que su vida y la de ella son diferentes y que siempre será superior.
Florencia saca la frustración de saber que Aurora no tiene cosas materiales, o la sangre pura de su padre pero es más feliz que ella.
Un lobo anciano llega a la manada Luna azul, empieza a hacer preguntas a los lobos en medio de la plaza comunitaria.
—¿Están seguros que no escucharon nada?— cuestiona a los lobos presentes, mientras anota en una hoja de papel y escribe los detalles que suceden a su alrededor.
— No señor — dicen al unísono todos.
Romeo llega en su caballo, y se acerca a aquel lobo —¿Quien es Usted?¿porque entra a mi manada a cuestionar a mis lobos?— El se altera, es una falta de respeto pasar por encima de la autoridad del Alfa.
— Soy un investigador que envió el Concejo supremo, nos llegó una petición de parte de Armando Russo para anular el matrimonio de su hija, según su denuncia, usted la desterró de la manada y el le dió su Aval para cuidarla, así que debo investigar si es verdad lo del destierro o solo es una discusión de pareja — El lobo tiene un aire de misterio, ojeras grandes de cansancio y fuma constantemente un cigarro.
— Por supuesto, todos le dirán que solo fue una discusión — Darío se acerca, el le había advertido a todos los lobos que si llegaba este comcejero debían mentir, era la única manera en la que Aurora recuperaria su vida.
Noelia se queda en silencio mientras Isabela agacha la mirada, las dos fueron amenazadas por Romeo, si llegan a decir algo, las desterradas serán ellas, no va a permitir que juegue con sus orden.
— Nosotros quedamos a cargo de ti y de la manada, Armando amenazó con matar a nuestros hijos, le teníamos miedo, estaba loco — El lobo confiesa que sin la presencia de un Alfa como Luciano se sintieron desprotegidos por años hasta que el asumió el cargo.
Noelia dice lo mismo, ella decidió cuidar de el Alfa, pero enfrentar está verdad con el concejo sería peligroso.
Romeo les perdona, pero necesita denunciar lo que pasó, con la carta y sus testimonios puede que Armando pague las consecuencias de sus actos.
Darío le agradece por no dejar que su padre pague por cuidar a su hijo.
— Ahora lo importante es esperar que sucederá con la decisión del concejo y tú matrimonio — suspira.
— No voy a dejar que nadie me aleje de mi esposa, que de nuevo ellos se salgan con la suya — suspira Romeo que bebé una copa de whisky.
El lobo toma una decisión, decide ir hasta la manada de Alba de luna, camufla su olor con ropa de Dario y espera a que llegue la noche.
Aurora duerme en su habitación, se siente segura en ese lugar, pero aún extraña a Romeo, odia que después de lo que sucedió aún lo ame y lo extrañe, pero es una verdad que no puede ocultar, lo ama.
Escucha un ruido en la ventana, se quiere levantar con rapidez, pero ve a Romeo.
—¿Que haces aquí?— susurra mientras esté entra por su ventana, segundos después se escucha como lobos caminas manteniendo la guardia — Vete — le pide ella con su voz quebrándose.
— Te amo, es lo único que vine a decirte, y no voy a dejar que nos separen — Romeo toma su cuello y la besa.
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