DOS HERMANAS, UN ALFA romance Capítulo 36

CAPITULO 35

Romeo le hace un interrogatorio de preguntas, quiere saber si todo lo que dijo Florencia es verdad o solo es una mentira.

— Ella lo hizo por mi, le pedí que te dijera mentiras, yo provoque esto y lo acepto, tenia rabia y celos, porque Aurora me ama a mi y solo quiso proteger a Florencia y su padre del escarnio, pero a mí de ser la burla de todos — Victor seguía convencido que Aurora lo amaba a él, y que ella solo estaba herida y confundida porque no fue elegida por el, era la esperanza que le quedaba en su corazón.

— Aurora ya dejó de amarte, y creo que es momento de que abras los ojos y te des cuenta del daño que nos hiciste como familia — Romeo se levanta enojado de la mesa, y ve con odio a Victor según el acuerdo no lo puede golpear pero desearía hacerlo y sacar la rabia de su pecho por provocar la pelea.

— Está confundida, me ama y seres feliz a mi lado, cuando le den su libertad la trataré como una reina y estoy dispuesto a cuidar a su hijo como mío — Victor también se levanta y mira a los ojos a Romeo, este es un reto que el se puso y que no piensa perder, ella le importa, ella es la loba que ama y luchará por ella.

—¡Despierta!— grita Romeo que le da un golpe a la mesa — El hijo de Aurora es mío y no me lo vas a quitar, ella es mi esposa y se que vamos a salir de este bache, deberías respetar a Florencia que si mal no recuerdo es la hermana de tu esposa — Romeo se va de allí furioso, lanza la puerta de madera y la parte en dos, quisiera hacer lo mismo con la cara de Victor.

— Aurora me ama... Ella me ama — repite Victor que no está dispuesto a aceptar que por dejarse llevar por la seducción y belleza de Florencia perdió a una buena loba que hubiera dado la vida por verlo feliz, su loba destinada.

Romeo se va de aquella casa, no puede dejar que ella se salgan con la suya, no puede permitir que el concejo de ese fallo y que le quite a su esposa, es lo único que desea , recuperar lo que por sus estupideces perdió.

Ganarse la confianza de Aurora será difícil, ella nunca le perdonará el maltrato y la manera en la que desconfío.

Victor ordena a sus lobos estar atentos de las vias, el debe ser el primero en enterarse de la decisión del concejo, tiene miedo que decidan dejarla con su esposo por el bebé, sabe que el embarazo puede ser una de las causales, no puede sobornar al concejo, nadie puede son los lobos más puros y que siguen las reglas por encima de todo.

Tiene el presentimiento que decidieron dejarlos juntos, no puede permitir que Aurora regrese a su lado.

Romeo llega a la manada, cabizbajo y sin energía, le cuenta a Darío lo que sucedió en aquella reunión de sangre, Victor no le mentiría, solo cayó en la trampa de Florencia y de el, y lograron su objetivo.

— Aurora puede regresar, quizás el concejo salve nuestra unión, pero... Ella no me va a perdonar, me está odiando por lo que pasó y no es para menos, fue un idiota que le hizo mucho daño — Romeo sabe que recuperar el amor de su esposa será una de las misiones más difíciles de su vida.

Darío le da la mano, le da una palmadita en la espalda, quizás es momento que el entienda que cometió un error

— Aurora te ama y eso lo se, la he visto cómo te quiere y como siente que eres el único lobo para ella, te perdonara pero será un jarrón roto, nunca quedará igual después de pegar los trozos — Darío le deja claro a así amigo que haga lo que haga, la herida de Aurora y su desconfianza le quedarán en la cabeza por siempre y lo lamenta, pues ella le demostró siempre ser leal y confiar en el.

Romeo lo sabe, suspira nervioso es lo único que puede hacer en este momento, esperar la decisión como todos los demás para saber cuál será su paso a seguir.

Noelia llega de la mano de Isabela con una gran sonrisa en su rostro, misma sonrisa que no se refleja en el rostro de Isabela que tiene la mirada agachada, que se siente mal por lo que sucede.

— Isabela tiene una buena noticia que darles en medio de la oscuridad que ha sacudido la manada en los últimos días — sonríe Noelia mientras le da un codazo discreto a su hija para que hable.

Isabela mantiene el rostro mirando al suelo, su rostro está sonrojado, no quería que Dario escuchara lo que tiene para decir.

— Estoy embarazada Alfa — suspira mientras su garganta dice estás palabras algo aterrada por la situación, pero sabe que de no hacerlo su madre no la dejara en paz.

Un lobo a caballo viene del concejo, lleva la decisión en dos cartas una para Armando y otra para Romeo.

Es interceptado por los lobos de Victor, y lo llevan a su presencia este le ofrece una gran suma de dinero para que le entregué a el las dos cartas.

— El concejo me mataría, tengo órdenes específicas — dice el joven lobo que se siente intimidado ante la presencia del Alfa de Alba de luna.

— Nadie se va a enterar y de pasar solo debes decir que te equivocaste, te daré dinero suficiente para que puedas dejar ese trabajo — Victor le entrega una bolsa llena de diamantes, oro y joyas.

Es imposible que un lobo tan joven no acepte está oportunidad, Victor sabía que no podía manipular al concejo pero si podía manipular a su mensajero, era la única manera de tener un poco de ventaja sobre Romeo.

Armando sube a la habitación de Aurora

— Ya llegó la decisión del concejo — sonrie mientras abre el sobre.

Aurora espera ansiosa lo que está por suceder, quizás en el fondo si desea regresar al lado de Romeo pero quiere esperar que sea el concejo quien marque su destino.

Romeo recibe la carta, la abre con las manos temblando.

" El matrimonio se anula, Aurora y Romeo son una pareja libre ".

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