DOS HERMANAS, UN ALFA romance Capítulo 43

CAPITULO 42

Romeo de inmediato negó con la cabeza, Aurora estaba hablando desde el dolor de lo vivido.

— No lo haré, te amo, se que tomara tiempo pero me ganaré tu perdón, podemos iniciar desde cero, los dos nos amamos — Romeo la toma de la mano pero ella se suelta de manera agresiva.

— Lo intento, creeme que mi corazón lo ha intentado en varias oportunidades pero no encuentra la luz del perdón que me pides — Aurora le pide que se vaya, ella quiere descansar, es necesario para ella.

Victor se va al alba, pero antes de subirse a su caballo le jura a Romeo que él será siempre el fantasma que le recuerde que está a punto de perderla.

Pasan dos semanas...

Florencia intenta buscar una y otra vez la manera de estar cerca de Romeo, quiere tenerlo, lo desea pero sabe que debe ser inteligente.

Vivir en las precarias condiciones en comparación a las comodidades que ama, es un reto para ella, pero finge con una gran sonrisa mientras se deshace de sus responsabilidades como madre.

Aurora cuida de Lucius con amor y con entrega, ese bebé le ha dado la fuerzas que su tragedia le ha quitado, pero hay algo en su pecho que no le da la paz que necesita, piensa que se ha vuelto loca pero siente que su hijo la llama y ella debería encontrarlo.

Ella está en el jardín, algo cansada y débil, pues su alimentación no es la mejor, desde que llegó a la manada no ha probado bocado, y alimentar a el futuro Alfa de la manada Alba le hace sentir mucho cansancio.

Romeo que caminaba por el jardín, se acerca a ella — Deberías comer, tu rostro está blanco — el la mira a los ojos pero ella lo esquiva.

— No es tu problema — responde de manera grosera, intenta dar unos pasos pero siente desmayarse, Romeo la toma de la cintura y la ayuda a sentarse, agarra al bebé en sus brazos.

Aquel bebé y el tienen una conexión instantánea, y esto le causa un poco de miedo, Romeo ha escuchado las insinuaciones de Florencia acerca de la paternidad del bebé.

Ella finge que prefiere guardar silencio, como si se tratara de un juego que su mente maliciosa ha creado solo para molestar.

Romeo arrulla al bebé, con ternura y amor, ya lo había hecho antes con Manolo, al que cuido desde cachorro.

Aurora lo ve con ternura, ese es el Romeo que ella ama, el que nadie vio en medio de su salvaje comportamiento y que ella amo al ver el verdadero lobo en el.

Se acerca y coloca la manta, hay un calor en medio de los corazones de los tres, que hacen que el bebé se calme y se quede dormido en los brazos de Romeo.

— Te amo — Romeo le da un beso a Aurora y es la primera vez en mucho tiempo que ella acepta ese beso con ternura, intentando abrir el lazo de los dos.

Florencia que viajo a la manada Alba dejando a su bebé para ir por sus ropas cómodas, enfurece al ver al escena.

— No debería hacerle mucho caso, lo mismo me decía a mi — La loba con total arrogancia le quita de los brazos el bebé a Romeo y se retira.

El comentario no es para nada bien tomado por Aurora, siempre tuvo la duda de los sentimientos de Romeo y si ella solo fue un vehículo de escape para lo que él sentía realmente.

— No la escuches, sabes que ella adora tirar veneno, y solo vino a nuestra casa para hacer el mayor daño posible — Romeo sabe que la actitud de Florencia los distancia aún más.

— El que hizo el mayor daño posible fuiste tú, hoy me pides que no la escuché, pero tú escuchaste y creíste lo que ella te dijo ¿Aún sientes algo por ella? Es la única manera de entender el poder que tienen sobre ti — Aurora se aleja de Romeo y agacha la mirada, no quiere verlo a los ojos.

— Se que fui un idiota, me deje enredar, pero eso no va a volver a ocurrir, te lo juro — Romeo necesita que Aurora confíe en el de nuevo, que abra la puerta a lo que un día fueron.

— Es que eso NUNCA, debió ocurrir, pero le costó la vida a mi bebé y a esta relación

¿que pensaste de mi libertad?— Aurora es firme de nuevo con la decisión que ha tomado, es como si se reactivará el hielo de su corazón que por un momento se derritió.

— No, no te dejare ir — Responde Romeo con la voz quebrada, detesta escuchar esto pues significa que ella no quiere luchar más.

Aurora muerde su labio, ¿Debe olvidar? La duda le da vueltas a su cabeza una y otra vez, en medio de la intensidad de los besos de Romeo en su cuello.

Quizás necesita, esto, una noche donde vuelva a sentir la pasión que desde siempre el le regaló, Aurora sabía que él era suya.

Los gruñidos de Romeo se intensifican en el oído de Aurora, mientras ella sigue con el masaje de sus manos en la masculinidad erecta del Alfa.

Ella suelta un pequeño gemidito, casi un quejido que pronuncia con sus labios cerrados, alzando un poco la cabeza y girandola a la derecha para que Romeo siga marcando su cuello como propiedad exclusiva.

— Si quiero ... — dice ella con la garganta seca y relamiéndose los labios.

Romeo sonríe, sabía que ella aún lo amaba, que aún lo deseaba y que Aurora solo necesitaba de sus caricias para regresar a su lado, a lo que los dos eran.

Ella muerde su labio mientras siente como las manos gruesas y rudas de Romeo bajan lentamente su pantaleta.

Aurora levanta un poco la cadera mientras su pecho se eleva y la humedad de sus piernas confirma lo que ella quiere.

Ella gira, lo ve a los ojos, Romeo y ella sonríen mientras Aurora termina de bajar debajo de las sábanas el pantalón de Romeo, lo besa.

La puerta suena fuertemente.

No quieren responder, están tan cerca de ser de nuevo uno mismo.

—¡No estoy para nadie!— grita Romeo que toma de la cintura a Aurora, la recupero y está cerca de ella de nuevo.

— Mi señor, lo siento, es urgente, su concubina Isabela está dando a Luz — se escucha la voz de Noelia tras la puerta, rompiendo la magia de lo que pudo ser.

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