DOS HERMANAS, UN ALFA romance Capítulo 57

CAPITULO 56

Victor carga a Florencia en sus brazos y grita a viva voz para llamar a un médico que les ayude, sabe que el bebé de Florencia es suyo, y no quiere perder al único lazo de sangre que puede tener.

Aurora está temblando, está en shock después de lo que acaba de pasar, su hermana o la que hasta hace un par de horas lo era, estuvo a punto de matarla.

Recuerda la cara de Florencia, era de un odio desmedido, dispuesta a todo para acabar con su vida, mientras ella suplicaba por qué no lo hiciera.

Romeo se sienta en el suelo, y baja las escaleras gateando, odia sentirse débil y no poder proteger a su Luna, pero debe hacerlo con las pocas fuerzas que tiene.

La abraza y Aurora se derrumba, tiembla mientras recibe el abrazo de su amado Romeo.

— Yo lo hice... Yo soy la culpable — suspira mientras sus manos tiemblan, siente que moriría en los brazos de Romeo.

El la toma de los hombros y la mira fijamente a los ojos

— No, mi amor , tu te defendiste — Romeo le mete a su esposa la idea en la cabeza, ella no hizo nada malo, solo se defendió del ataque indiscriminado de aquella loba que quiso acabar con su vida.

Florencia despierta pero grita del dolor, siente que su vientre se aplasta, un dolor insoportable.

—¡No quiero perder a mi bebé!— grita mientras agarra la camisa de Victor, el tampoco quiere perder el único fruto de su semilla.

El médico llega, intenta atender a Florencia, pero no es mucho lo que se puede hacer, Florencia acaba de perder mucha sangre y por supuesto al bebé.

El llanto que retumba la casa, hace que Aurora intente verla, la culpa de lo sucedido la está matando, Victor sale de la habitación, al verla se abalanza en sus brazos y se desvanece en llanto.

— Perdió a nuestro hijo.

Aurora cae al suelo con Víctor, ella lo abraza mientras el coloca su cabeza en sus piernas, a pesar del resentimiento y la rabia que siente por el, nadie mejor que ella sabe el dolor de perder un hijo.

Entiende por lo que pasa Victor, y lo abraza dándole de su calor.

Romeo que camina con ayuda de Rogelio e Inés, ve la escena, les pide que lo lleven a la habitación de inmediato.

— Nos vamos — agarra su maleta y empieza a empacar sus cosas desesperada.

— Romeo no estás bien de salud, no vas a soportar el viaje, tenemos que quedarnos un par de días más, creeme yo también quiere regresar con mi gente — Rogelio le pide que mantenga la calma, el no puede tomar decisiones apresuradas, es momento de pensar con cabeza fría.

— Conozco a mi niña, ella no se irá sin saber que su hermana está bien, lo que le sucedió a Florencia es una tragedia pero Aurora se culpa de esto, no se irá hasta verla de mejor ánimo — Inés conocía el corazón de Aurora, tanto así que supo desde el primer momento que ella no dejaría por nada del mundo a su hermana sola.

Romeo niega con la cabeza

— Lo voy a matar a Victor, me queman los celos al verlo cerca de Aurora, confio en ella más que en mi propia manada, pero no puedo confiar en el — El Alfa revela los motivos de su pecho para irse, sabe que no está en condiciones pero una sombra negra se acerca, la siente, es como si la vida le dejara en claro que Aurora y el deben estar separados.

Rogelio le pide que se quede, el personalmente hablara con Víctor, y le pedirá que se aleje de Aurora, pero por ahora la prioridad es su salud.

Aurora entra a la habitación, se acerca a Romeo y ve que está con la ropa sobre la cama —¿Que pasa? — se asusta un poco al ver la situación.

— Nada ... Solo... Pensé que debíamos irnos, pero con lo sucedido con Florencia creo que debemos quedarnos — Romeo tartamudea cambiando la versión, debe creer en su amor, es lo único sólido que le queda.

Victor entra destrozado al estudio, bebé una copa de whisky, ese bebé era suyo, tenía su sangre y quizás era lo único que valia la pena por el error de casarse con Florencia.

— Shhh.. — pronuncia Aurora con sus dientes — Mi placer es verte disfrutar.

La loba se quita la bata de dormir, con sus senos empieza a estimular la dureza del Alfa metiendola entre ellos.

Sube y baja mientras Romeo gruñe de placer, cada vez que la punta sale ella le da una pequeña succión lo que aumenta el placer y expectativa del lobo, que no soporta más y se derrama en los pechos de su Luna.

Ella lo abraza, no quiero que esto acabe entre los dos.

Victor vive una escena diferente, no quiere compartir el lecho con Florencia y decide que no quiere sufrir más, el merece ser feliz.

Llama a Noelia, a la que decide enfrentar sobre la paternidad de Lucius.

— Cuando te recibí en mi manada, espero que entiendas me debes solo fidelidad a mi, así que hoy te pregunto¿Prefieres hundirte con Florencia o ser leal al Alfa?— Victor la toma del cuello casi quitando la respiración.

La suelta y Noelia tose, siente que el aire que le llega a los pulmones quema después de lo que sucedió, debe ser leal a el fuerte y en este caso, el fuerte es Victor.

— Estoy a sus pies mi señor, mi fidelidad será suya y sere su mayor cómplice — Noelia se arrodilla delante de Victor y le cuenta la historia que le dijo Florencia sobre el incendio y demás.

Victor suspira — Necesito que hagas algo por mí, está misma noche —.

Noelia asiente con la cabeza — Lo que me pida señor.

— Quiero que mates a mi esposa, que nadie sepa que fue asesinada, la quiero muerta— Victor ya no siente que deba atarse a Florencia pero odia admitir que desterrarla, el mejor castigo, solo lo alejaría de Aurora que a pesar de lo sucedido ha velado por ella, la loba que aún trata como su hermana.

Noelia manda saliva y accede, al amanecer Florencia dejara de existir.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOS HERMANAS, UN ALFA