CAPITULO 70
María Antonia se levanta enojada de la mesa principal que había preparado para ella, quería irse de ese lugar de inmediato.
— No me voy a casar con un lobo que no respeta su compromiso con su esposa — La loba le pide a su padre que no la someta de nuevo a la humillación y al escarneo, es claro que Romeo no siente lo mismo.
— la boda se cancela, mi hija se casaría con el Alfa de la manada, se que el trato era claro pero su ausencia implica que mi hija no le importa y forzar está vida sería el peor error de mi vida — El lobo ordena a sus empleados empacar las cosas.
Rogelio le desea convencer de quedarse, de escuchar lo que Romeo debe decirles pues cree que lo mínimo que merecen es una explicación por este suceso.
— Sabes que es una oportunidad valiosa para Maria Antonia — le suplica, sabe que si Romeo no se casa perderá a su nieto, y el quizás perderá la cordura.
— La decisión está tomada, no me casare con alguien que no me desea por Lo menos, muchos lobos se mueren por mi, Romeo me ha hecho una afrenta que no voy a olvidar — María Antonia se sube a su carruaje, quiere olvidarse de este impase y seguí con su vida, quizás vengarse por su ego lastimado.
Rogelio ve con impotencia como el carruaje se va, los ancianos le rodean, le gritan y le piden que Romeo ponga la cara por lo que sucedió, pero el no dice nada, solo se queda en silencio.
Sabe que cuando Romeo regrese tendrá que enfrentar lo sucedido.
Noelia aprovecha el caos para llegar a la casa de su hija Isabela, la loba tiene una vida humilde pero feliz.
Eso no lo aprecia su madre, solo ve a una loba fracasada que sirve para ser la ama de casa de un carpintero.
Su ropa está lejos de ser la lujosa que ella durante años le compro, su cabello no está arreglado y su maquillaje es nulo.
Isabel abraza a su madre, no puede dejar de sentir emoción, con su crecimiento personal, decidió perdonar, olvidar lo que su madre hizo en el pasado e intentar tener un futuro mejor donde el rencor no tiene cabida.
Le sirve un poco de sopa y la ve con emoción.
— Darío se fue, no se si llegara hoy, puedes quedarte por una noche — Isabela le entrega a su pequeña hija, quiere que su madre la vea y se de cuenta de la hermosa nieta que tiene.
Noelia toma las manos de su hija
— Quiero darte este dinero, mis días están más que contados, me hice de enemigos poderosos, cometí errores que no se pueden reparar, Quiero que nos vayamos con mi nieta, las tres e iniciemos en otro lugar — La loba solo quiere irse de allí, olvidar su trato con Víctor.
— No mamá, yo ya tuve mi reinicio, y ese es al lado de mi esposo, el lobo que amo es Darío está es mi familia — Isabela sonríe, quiere que su madre entienda que por encima de lo material aún puede existir el amor, sabe que es muy arrogante para ver más allá de lo que sus ojos le han dicho.
Noelia suspira enojada
— Está no es tu vida, yo te eduque para que fueras una reina, lujos, joyas y vestidos — no puede creer que su hija se conforme con una vida humilde .
— Tu tienes eso, se nota que por montones y quieres huir, no te ves tranquila y en paz, mi hija y yo en esta vida humilde, Si — Isabela no cambia nada por lo que ya tiene, es feliz y ese es su tesoro.
Noelia se queda en silencio, las palabras de su hija le han dejado un hueco en el pecho, acepta quedarse con ella para ver esa felicidad que quizás perdió por su arrogancia.
La noche es larga
Romeo besa la espalda de Aurora, lentamente entra en ella, Aurora levanta un poco su cadera mientras el continúa con el Bamboleo de su cintura, enrolla el largo cabello negro de la mujer en su mano, mientras acelera el ritmo y acaricia la línea de su espina dorsal.
— ¡Estoy cerca!— exclama mientras se derrama en ella y Aurora gime colocando su boca sobre la almohada.
No han podido separarse un solo momento, después de aquella pequeña Lucidez de Aurora, ella sin querer decir por vergüenza de la falta de memoria, pensando que esto alejaria a Romeo, le invento una historia sobre su nombre.
Los rayos del sol los despiertan, Romeo besa el cuerpo desnudo de Aurora que despierta con una sonrisa.
Ella cura la herida aún del cuchillo de Romeo que no fue de gravedad, pero no deja de sentirse avergonzada.
Lo llena de besos, es feliz, quizás como nunca recordó ser.
Una loba lleva el desayuno, lo deja en la puerta y golpea, Aurora le pide a Romeo que se esconda, no quiere que lo vean.
—¿Necesita que pase a arreglar su habitación? Tengo órdenes de su madre de mantener todo impecable — La loba se ve sospechosa, nota el rostro rojo de Aurora y que solo se cubre con una sábana.
— No necesito nada, solo el desayuno — ella recibe la charola y cierra con llave, tiene miedo de ser descubierta, ante los ojos de todos lo que hace es un pecado, está engañando.
Romeo le ayuda, los dos van a la cama y Juegan un juego, pasarse la comida con los labios.
Empiezan con la fruta, los besos son intensos, Romeo lentamente la acuesta en la cama, no puede dejar de admirarla, es como si tuviese de nuevo a Aurora en sus brazos.
No quiere hacerle daño a Ana, pero tampoco dejar ir está ilusión que le ha regresado a la vida.
— Ven conmigo, quiero que seas mi esposa, la reina de mi manada Luna Azul, se que te encantará ver la bienvenida que te darán — Romeo le da un beso en los labios pero Aurora lo rechaza.
—¿Luna azul?— abre los ojos y se aleja de Romeo con mucho miedo, como si le hubiese nombrado una de sus peores pesadillas.
— ¿ por qué te pones así? — Romeo se da cuenta del nerviosismo extremo de Aurora, como si sus palabras fueran de terror.
Romeo sabe que ella tiene razón, la besa y jura que regresará por ella, sabe que es Aurora.
Escapa por la ventana y corre al bosque.
Laura y Darío esperaban pacientes, Dario le aclara a Laura porque no se puede fijar en ella.
— Isabela y yo creamos un lazo en la adversidad, ella dejo todo por mi, y yo no le pagaré jamas con traición su prueba de amor — Darío suspira.
Laura lo besa de nuevo, es un beso de despedida, lo ama y se lo deja claro pero entiende que su felicidad está con su esposa y es algo que ella nunca va a impedir.
Romeo llega corriendo con su respiración agitada y con la cabeza vuelta un nudo de emociones, al ver a Darío que es una sorpresa lo abraza, necesita el polo a tierra que es su amigo.
— Es Aurora .... es ella — repite con los ojos llenos de lágrimas.
Victor entra a la habitación de Aurora que finge leer un libro, siente que su corazón palpita y sus manos tiemblan pero debe ser disimulada.
El la toma de la mano y la besa
— Sabia que estabas sola y no podía permitir que mi princesa tuviera miedo.
— No lo tenía, me acostumbré a la soledad — Aurora está nerviosa, después de lo que pasó, no cree en Victor, es una confirmación para sus instintos de que el nunca fue bueno.
Victor la toma de la cintura y la besa, ella intenta alejarlo esquivando su beso y su abrazo.
— Se que estás nerviosa, pero Noelia no está, vine antes para pasar el día contigo, quiero que hagamos el amor y me recuerdes — Victor la empuja con brusquedad sobre la cama.
— No quiero — Aurora se intenta levantar pero el empuja de nuevo.
— Cuando te relajes lo vas a disfrutar, yo siempre fue el dueño de tus deseos — el se acuesta encima de ella y besa su cuello.
Aurora quiere levantarse, piensa en tomar el cuchillo y clavarlo en Victor.
Victor se levanta enojado, ve una prenda, una media masculina sobre la cama de Aurora.
—¡¿quien estuvo aquí?!— grita Victor tomando con sus dedos la media y mirando con rabia a Aurora.
Ella se sienta sobre la cama, su rostro lo dice todo, Victor le da una fuerte cachetada.
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