DOS HERMANAS, UN ALFA romance Capítulo 77

CAPITULO 76

Bianca sonríe, se siente intimidadad por su actitud, nunca imagino que el hijo del Alfa de Luna azul fuera descomplicado, y además que fuera ese tipo de lobo tierno que quiso ayudarla.

—¿Porque no me lo dijiste? No hubiera echo el ridículo en mi nuevo hogar — pregunta ella coqueta mientras mueve su copa de champagne, moviendo las burbujas y con una gran sonrisa que se dibuja en su rostro.

— Me gusta que vean a Lucius, no a él hijo de Romeo, el futuro Alfa y ese discurso de presentación que me parece sin sentido — Lucius sonríe.

— No quiero que pienses que cambiare contigo solo porque eres el hijo del Alfa, te debo respeto pero no me gusta la coquetería — Bianca le deja claro su punto de vista mientras sonríe.

— Yo solo coqueteo cuando alguien de verdad me importa, y tú eres ese alguien — Lucius y Bianca empiezan a caminar por el jardín, ella se siente cómoda a su lado, no es el lobo arrogante y le pide perdón por juzgar y por sus prejuicios, pues quizás de no saber quién era no le hubiera dado una oportunidad de conocerlo mejor.

Lucius siente que su corazón palpita rápidamente, sus manos están sudorosas y recuerda como su padre le explicaba lo que era el amor y como le decía lo hermoso que es enamorarse.

El toma la mano de Bianca, ella es diferente a la arpía que se metió en el baño del alfa, es más tierna con Lucius

— Nunca creí en las historias del Mate y el amor a primera vista, hasta que te Vi.

— Yo no soy lo que crees, no soy para ti — Bianca se pone nerviosa, Lucius quiere saber que le sucede, una explicación de su actitud cambiante.

Ella decide tomar un poco de agua en el baño, el decide acompañarla y la espera en la puerta.

Un lobo se acerca a Lucius lo saluda con formalidad.

— Me parece muy bien que aproveches tu soltería con un bombón como ese, Cuando Juliana venga para la boda ya habrás disfrutado de otras lobas en tu cama.

El lobo sigue su camino, pero Bianca abre la puerta —¿Estás comprometido?— cuestiona.

— Es un pacto de mi padre, yo romperé con el, nunca tuve a nadie que me hiciera querer tomar está decisión — Lucius tartamudea, siente que ha encontrado a su alma gemela, Bianca es lo que siempre imagino del amor.

— No te me vuelvas a acercar, yo no voy a ser la loba que te quite la calentura — Bianca le da un empujón, está furiosa por lo que escucho, pide una copa mientras rechaza a los lobos que se acercan en un intento de tener suerte con la loba.

Observa que Romeo se dirige al estudio, se acomoda el vestido para que se vea más corto y ajustado y decide entrar aprovechando la distracción de los presentes.

— ¿De nuevo te equivocaste? Te pido que salgas — Romeo que solo entro para llevar el regalo de Aurora le exige a Bianca que mantenga la distancia.

—¿No te guste? Todos los lobos de afuera quieren llevarme a la cama, tu me viste desnuda y parece que me ignoras — Bianca hace la pregunta frontal, es una loba de carácter fuerte.

— Yo solo tengo ojos para mi esposa señorita, lo que yo ví en el baño es una loba bastante descordinada de su ubicación, ¿No fue eso lo que pasó?— Romeo se porta serio, con una actitud de caballero, enojado, y respetuoso de su esposa.

— Aurora ya es una loba mayor, yo soy joven y quiero que usted sea quien tome mi virtud, no me importa dónde ni cuando, la puerta de mi habitación va a estar abierta para usted siempre — Bianca sonríe y le lanza un beso en el aire.

— Le aconsejo que cierre esa puerta, no me interesa sus insinuaciones, nadie come perejil en otro lugar, cuando tiene caviar en su hogar — Romeo le ordena que se vaya, sabe que la actitud de esta muchacha loba va a ser de problema, pero no quiere arruinar la sorpresa.

Al salir le entrega a Aurora un hermosos collar de diamantes y esmeraldas, se lo coloca en el cuello y le da un beso en el

— Te amo y te amare siempre — la besa con ternura.

Bianca ve aquella escena, y se siente mal, culpable de querer dañar algo hermoso y quizás de ella no poder tener algo similar, su vida nacio para la desgracia.

Pasan los días .

Bianca de inmediato se pone en las labores del día, en especial con Bella, quiere que aprenda mucho más de lo que le enseño Oscar, pero además ayuda en ella casa.

Inés la quiere mucho, y Aurora lentamente siente que es como una hija más, hay un cariño especial por su manera de ser.

Romeo en cambio ha intentando mantenerla alejada, intento decirle a Aurora lo que sucedía pero no quiere que su esposa se lleve una decepción, además desde el día de la fiesta, no lo ha buscado más, y quiere creer que ella se dió cuenta que está fuera de lugar.

Aurora está ocupada con algunas cosas de la casa, cada día parece tener más responsabilidades, además se acercan las fiestas tradicionales de la luna y quiere que todo sea perfecto.

— Ve tu hoy al río, la verdad es que no puedo, pero está noche te daré ese premio que esperas — sonríe y le recuerda a Romeo que en la tarde tiene una petición de mano, por lo que debe estar temprano

Romeo hace un puchero de niño pequeño, adora nadar en el rio, es de las pocas cosas que hace como su yo del pasado, pero ama más poder hacerlo con Aurora.

Se sumerge y nada mientras el agua de la cascada cae en su cabeza, no puede en mucha ocasiones con la presión de ser el Alfa de la manada, pero quiere ser el mejor y que Lucius siga su legado.

Romeo sabe que no es el momento pero le pide a Aurora que despida a Bianca

— Jamás te he pedido nada, pero esa loba no me da confianza, además Lucius parece perder la cabeza por ella y está a un par de meses de ver a Juliana.

Romeo siente que si le dice a Aurora lo que pasó, podría alterar a Bella, a la misma Aurora pero en especial a Lucius, sabe que su hijo gusta de la profesora y lo último que desea es pelear con el por una mujer.

— Sabes que te apoyaré, pero dejémosla unos días, Bella se siente en confianza con ella y si se la quitamos, quizás nuestra hija no se recupere — Aurora abraza a Romeo , siente una angustia en su corazón al imaginar lo que siente Bella y que nunca ha revelado.

Romeo accede, piensa en su hija y cree que es lo mejor, cita a Bianca en su estudio.

— Te quedarás solo porque ayudas a Bella, pero será por un par de semanas, no se que fin buscas, no quiero concubinas ni meretrices, solo quiero a mi esposa a mi lado — Romeo es claro y espera que con esta conversación la loba joven lo deje en paz.

Bianca sonríe, se sienta y cruza la pierna enseñando su torneada pierna al alfa, cruza los dedos y lo mira con soberbia y algo de seducción.

— Yo te quiero a ti, sin títulos, sin nada — Relame sus labios, parece que le gusta molestar a Romeo que llegó aquí con ese fin.

—¡Dejanos en paz! a mí y a mi hijo, nadie va a dañar la paz que por tantos años he construido en mi familia — Romeo coloca las manos sobre el Escritorio amenazante.

Ella hace lo mismo, lo mira retadora, casi como si esto fuese un juego de poder para ella, una manera de controlar al Alfa.

— Toda paz merece caos y yo soy eso Romeo, tu caos — Bianca lo besa de sorpresa , Romeo la empuja suavemente, no sabe que quiere está loba pero debe cuidarse.

Bianca sale del estudio, le pide unas horas a Aurora paraa viajar a Alba de luna y visitar a Óscar.

Sus ojos están llenos de lágrimas, mientras se aleja de Luna Azul, su actitud cambia, no es esa loba segura, no es esa loba seductora conoce Romeo y Lucius, todo solo es una fachada creada.

Compra algunas cosas de comer en el camino y se mete en el bosque a una vieja casa, abre una escotilla en el suelo y baja hacia un túnel.

— Hola papá — saluda mientras le entrega la comida a un lobo de cabellera larga y barba abultada, Victor Santoro.

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