DOS HERMANAS, UN ALFA romance Capítulo 78

CAPITULO 77

Bianca suspira nerviosa mientras ve comer a su padre devorando la comida que trajo para el, la loba limpia un poco el lugar que la vio crecer.

Victor decidió esconderse en la casa que le trajo unos meses de paz y seguridad, había construido un búnker en el sótano, sabía que en cualquier momento lo usaría con Aurora pero jamás imagino que este le serviría a el.

Muchas veces escucho los pies de los lobos de Dario buscar en cada rincón de la casa, pero tenía lo necesario.

Cuando la pequeña Bianca creció, empezó a salir y hacer contactos usando otra identidad, la obligó a estudiar, a robar, a usar su belleza para sacar cualquier tipo de provecho.

Bianca le cuenta que Romeo estuvo a punto de sacarla de la casa

— El ama a su esposa, no creo que pueda ser la manzana de la discordia — suspira nerviosa mientras intenta beber un poco de agua.

— Romeo tiene que caer, solo se hace el difícil — Victor deja la comida de lado

—¿Cómo te va con la parapléjica?— Habla con rabia y desden de los hijos de su enemigo.

— Se llama Bella, yo creo que Lucius y ella no deberían pagar los errores de Romeo, creo que son buenos y es exagerado — Bianca no quiere seguir en esta misión, estar cerca de la familia le ha mostrado que no son los monstruos que siempre creyó.

Victor le da una cachetada que la hace caer en el suelo, Bianca está acostumbrada a este trato de su padre, pues jamás fue amoroso, y como serlo si no es su padre.

—¿Que es lo que quieres? Ellos no tuvieron compasión de nosotros, nos sacaron de Alba de luna y mataron a tu madre sin piedad, me decepcionas — Victor niega con la cabeza.

Desde niña le dijo a Bianca que ella era producto de su amor con Florencia, pero que Romeo quiso sacarlo del camino, mató y daño su reputación.

La historia que conoce Bianca está lejos de la realidad, pero se educó con esto desde niña es lo que conoce.

Bianca suspira, siente que le está fallando a su padre, quiere cumplir con la promesa de venganza.

— Perdóname es que... Lucius es muy lindo conmigo y creo que no es un mal lobo, que sera un buen Alfa, esa fue nuestra meta, que Alba de Luna estuviera en buenas manos — Los ojos de Bianca se llenan de lágrimas, en el fondo de su corazón sabe que se está enamorando de Lucius y que esto va a ser un problema por la misión que su padre le encomendó.

—¿ Lucius te coquetea?— cuestiona Victor con una sonrisa malévola, parece que el plan que tiene en su cabeza está lejos de ser bueno para Bianca.

La loba agacha la cabeza y asiente, suspira nerviosa, nunca le ha mentido a su padre, tiene miedo de el, es como si fuese un monstruo que desde niña la manipuló para ser sumisa, una hija en extremo obediente.

— Quiere que juegues con el, que hagas que rompa su compromiso y que sigas seduciendo a Romeo, necesito que los dos se peleen por ti, si Romeo no cae, Lucius si — Victor le da nuevas indicaciones a su hija.

Bianca no quiere, intenta disuadir a su padre, pero solo puede acceder y aceptar lo que le espera, es lo único que puede hacer para no sentir que le ha fallado.

Bianca empieza su viaje de regreso, lo que no sabe es que Victor ha decidido mover también los hilos, se ha dado cuenta que Bianca no tiene la sangre fria que el esperaba y que puede flaquear, debe actuar ahora que su plan está en marcha.

Al regresar, Bianca va al bosque, quiere tomar un poco de aire fresco, coloca su cabeza en un árbol y mientras ve el paisaje llora.

Nunca entendió porque parece que su padre no la quiere, desde niña se ha querido ganar su cariño, es lo único que tiene, pero con el pasar de los años, parece que Victor la aborrece.

Ella desconoce que aquel lobo malvado le quitó su oportunidad de ser feliz y que ella debería estar al lado de un padre y madre que la amaban con mucho amor.

—¿Que sucede? ¿pasa algo?— Lucius que siempre da una caminata por el bosque se da cuenta que Bianca llora.

Ella se limpia rápidamente las lágrimas, intenta fingir que nada malo le pasa, y decide regresar a la casa.

— Solo déjame tranquila.

Lucius la toma de la mano, mira a los ojos de la bella loba que se ha robado sus pensamientos —¿Quien te golpeó?— cuestiona al ver la mejilla roja de Bianca.

Ella intenta cubrir con su cabellera el golpe.

— Nadie, solo me caí en mi viaje al bosque y por eso lloraba — Miente con tanta seguridad que quizás está fue una de las pocas lecciones que aprendió de Victor, decir mentiras con frialdad.

Lucius le da un beso en la mejilla, es delicado y suave, Bianca cierra los ojos, el se acerca con sus labios cada vez más a los de Bianca, la besa.

El beso es tierno, es suave, y algo húmedo, los dos caen en el prado verde, las caricias son intensas, Bianca se pierde por completo en los brazos fuertes de Lucius.

El lobo siente que su dureza la necesita a ella, que quiere tenerla consigo, continúa con los besos en el cuello, Bianca exclama un leve gemidito.

Lucius baja hasta la intimidad de Bianca, besa sus muslos, y mete su cabeza bajo las faldas hasta llegar a su intimidad.

Bianca agarra el prado verde mientras empuña jalando el césped, una lágrima baja por su mejilla, mientras ella gime en el suelo y arquea la espalda.

— Se siente bien ....

Lucius sonríe, sabe que ella llegó al máximo placer, sube los besos, quiere tenerla, sabe que está en contra de las reglas pero el no cree en las reglas por encima del amor.

Darío suspira, siente que después de conocer a Bianca por una razón que no entiende pues no es amorosa, no debería irse.

— No voy a viajar aún, quizás no lo haga de nuevo — Darío se quita la mochila, ese peso que ha cargado y es que ella le dió paz, algo que no tiene desde que vio la escena que lo perturbo.

—¿ es por ella? Después de verla ¿Has caído en sus encantos?— Laura siente que sus ojos se llenan de lágrimas, ha esperado años una oportunidad pero no puede creer que Dario eligió a otra.

— Tu no lo entiendes, Laura no es así — Dario la toma del brazo, quiere explicarle pero ella no deja que el termine de hablar.

— Entiendo, desde hace casi 20 años te he amado, he respetado tu duelo, y entendí que estabas herido, cada día lloro cuando no estás pensando que no volveré a verte, y solo bastó una mujer hermosa y joven para quedarte en la manada — Laura le recrimina, le da golpes en el pecho llena de frustración por lo que él ha hecho de ella.

Darío la toma de las muñecas para que deje el golpeteo impotente

—¡Yo nunca te prometí nada!— exclama enojado.

Laura siente esto como un baldado de agua fría que cae desde la coronilla de la cabeza y cubre su cuerpo en un temblor.

Bianca se retira algo avergonzada por ser la causante de la discusión, no esperaba que Laura con la que siempre se ha llevado bien en la casa lobil se comporte de esa manera.

— Tienes razón, perdón por estos años y por ser un estorbo — Laura entra a la casa y empaca sus cosas, Darío le pide que no lo haga.

Laura se va con lágrimas en los ojos, y busca a Marco uno de sus pretendientes más asiduos, el que siempre ha insistido para que ella sea su esposa.

— si te quieres casar conmigo, tenemos que pedir hoy mismo el permiso del Alfa — dice Laura al buscarlo, el Lobo sonríe, la besa y decide ir con ella donde el Alfa Romeo.

Romeo y Aurora no creen lo que ven, pero no hay motivos para decir que no, Aurora se acerca a Laura

—¿Por qué tomaste está decisión? Se que amas a Darío y pensé que lo esperarías.

— No voy a esperar más que llueva en sequía — responde Laura que le pide posada a su amiga.

Lucius llega y pide una audiencia con sus padres, lo que significa que no es un asunto de padres e hijo, es un asunto de Alfa y siervo.

—¿Por qué estás tan alterado?¿que paso?— Aurora toma las manos de Lucius.

— Se que no les gustara, pero es mi futuro y quiero cancelar el compromiso con Juliana antes que cumpla la edad necesaria — suspira Lucius pues ama a Bianca y se jugará todo por ella.

Historial de lectura

No history.

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: DOS HERMANAS, UN ALFA