DOS HERMANAS, UN ALFA romance Capítulo 88

CAPITULO 2

Lorenzo Greco solo buscaba la igualdad, el había sido víctima de las reglas de la manada

— Romeo, eres el mejor Alfa que ha existido en mucho tiempo y fuiste también victima de lo que el concejo hizo ¿acaso no te separó de la loba que amaba — Lorenzo quiere que quienes estén allí recapaciten.

Romeo no sabía que decir, tomaba la mano de una nerviosa Aurora que notaba como el corazón de Romeo se aceleraba.

— Papá, el tiene razón, los dos lo sabemos — Lucius se acercó, el sería el Alfa de Luna Azul, y tampoco estaba de acuerdo con la solicitud del concejo.

Los lobos Alfa esperaban la decisión de Romeo, esperaban que el tomara la mejor decisión.

— Elige Romeo — habla en un tono déspota el miembro más anciano del concejo.

Romeo toma la mano de su amada Aurora y se aleja de allí, se encierra en el estudio con ella, es la única voz en su cabeza que escuchará.

Ella es la única a la que obedecerá, la única que sabe le dará el concejo adecuado para continuar.

Miranda sirve una copa de vino, Lucius se acerca a ella

—¿Que quieres tú? Alejarte del concejo o seguir con sus reglas — Lucius estaba fascinado con la fuerza de Miranda, y quizás un poco embrujado con su belleza.

Miranda levantó la mirada, Lucius se parecía demasiado a Romeo, la fuerza de sus ojos, su ímpetu, su actitud desafiante.

— Soy la primera mujer Alfa, y eso es injusto, te recuerdo que la manada de Parker está casi extinta solo porque tú no te casaste con su hija Juliana, así que para mí el concejo es arcaico — Miranda seducía al hijo de Romeo.

Su mirada era fuerte, sus ojos llenos de vida y de fuego, Lucius odiaba sentir que su corazón latía más rápido por ella.

Bianca se acerco, ver a su esposo en esa actitud tan cercana a aquella loba le provocaba celos.

Su relación con Lucius había sido estable, eran líderes, el complemento, pero no podía dejar de sentirse celosa al ver el coqueteo descarado de los dos.

Lo toma del brazo, imponiendo si lugar, Lucius la presenta orgulloso de estar al lado de Bianca.

— Es lo más importante para mí — suspira mientras le da un beso en los labios.

Miranda sonríe, ama los retos, Romeo es un reto inalcanzable, todos saben la historia de La bella Aurora y el Alfa Romeo, un amor incorrompible pero no significa que no puede obtener un poco de la esencia fuerte de el.

— A veces creemos que algo es muy importante, hasta que algo más grande llega a ocupar su lugar — Miranda se aleja con esa sonrisa seductora y cinica.

Lucius intenta darle un beso a Bianca que ella rechaza.

—¿Estabas coqueteando con ella?— Bianca siente que su garganta se quiebra, es imposible no comparar su cuerpo y su actitud poco arreglada con la de Miranda, una loba elegante, segura y fuerte.

— Solo quiero saber cuál será el futuro, hoy se va a tomar mucha decisiones en esta casa, el futuro de mis padres y el nuestro — Lucius responde con rapidez, no quiere que Bianca se haga ideas de lo que solo es una atracción visual.

Bianca lo abraza, no imagina perderlo.

El se aleja y ella pide una copa de champagne, la tensión se siente por todas partes, todos los Alfa apoyaran a Romeo en su decisión de seguir con el concejo o ser libres como manada.

Se acerca a la barra del bar, Lorenzo, el lobo se ve nervioso, el se está jugando su libertad en medio de la rebelión.

— No se preocupe, conozco a mi suegro, El Alfa y la reina de Luna Azul son más que justos y tomarán la mejor decisión — Bianca se dio cuenta que el lobo necesitaba un poco de paz.

Lorenzo levanta la vista, y observa la sonrisa encantadora de Bianca, parece que en un segundo sus ojos hubieran caído bajo un encantamiento que nunca pensó sentir.

Al igual que Miranda, había escuchado la historia de Romeo y Aurora, y es que los dos habían dejado un gran precedente en el pasado sobre lo que es el amor.

Lorenzo pensó que el nunca sentiría algo así, hasta que vio a Bianca, tartamudeo, se puso aún más nervioso dejando caer su copa al suelo mientras observaba como Bianca se alejaba de allí.

No sabía que ella era una loba casada, no sabía nada solo que se acababa de robar su corazón.

Mientras tanto

Romeo bebía una copa de whisky

—¿Que hago? No quiero tomar la peor decision, jamás pensé que yo sería el eje central de esto.

Los lobos se sienten confundidos.

—¿Que apoyas realmente padre?— pregunta Lucius.

— Como Alfa, como lobo, cada manada debe tener sus reglas, pero no significa que no deban trabajar en equipo con otras, el concejo debe existir solo con una función, evitar guerras entre manadas.

La propuesta de Romeo es vitoreada, Joseph y María Antonia abren los ojos en desacuerdo con lo que acaba de proponer Romeo.

— Se tu parte del concejo, llevamos a la modernidad como renaciste a Luna Azul — pide Lorenzo a Romeo.

Romeo suspira mientras toma la mano de Aurora, los dos sabían que este era su paso, que ellos debían evitar que otros pasarán por lo mismo.

— Mi Luna y yo, hemos decidido ceder el trono de Luna azul a mi hijo Lucius y su esposa para irnos al bosque, vivir nuestro amor del que ustedes saben lejos de las manadas, pero siendo los líderes que desean que seamos.

Joseph se acerca enojado

— ¿Entiendes que el concejo no dejará que esto pase?.

— El concejo que tú liderabas ya no existe, no desde hoy, Aurora y yo somos los nuevos líderes del concejo supremo.

Los aplausos de los lobos de la manada se hacen presentes, dan su apoyo y Lorenzo, el revoltoso está de acuerdo.

— Un aplauso por el nuevo concejo, por Romeo Morreti y su Luna Aurora — dice Lorenzo dándole la mano a Romeo.

Lucius se acerca con su cuerpo temblando, su padre le entregará su liderato, toma la mano de Bianca y la besa, algo que hace a Lorenzo abrir los ojos con rabia y celos gruñendo entre los dientes al darse cuenta que ella está casada.

— Serás el mejor Alfa, uno mejor que yo — Romeo abraza a su hijo, crío a un lobo líder bueno, fuerte e inteligente.

Miranda bebe una copa, Lucius ahora es más atractivo para ella, es el Alfa de Luna Azul, el hijo del nuevo concejero supremo.

Romeo y Aurora se dan un beso, este paso es la corona de su amor, servir a otros en nombre de lo que ellos sienten pero también es el incio de la historia de Lucius y Bianca como líderes de la manada.

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