DOS HERMANAS, UN ALFA romance Capítulo 93

CAPITULO 7

Miranda entra a su habitación furiosa, no puede creer que Lucius le haya hecho algo como esto, siente que el la desea pero su amor por Bianca es más fuerte.

De nuevo Bianca le quita la oportunidad de ser feliz, de nuevo su Hermana le aleja a alguien de su vida.

Toma un poco de aire, tiene en su mano la ropa que Lucius le entrego aún envuelta.

Al tirarla al suelo, se queda observando por varios minutos y tiene una idea nueva.

Al día siguiente...

Lucius y Darío van a regresar a la manada, Miranda había salido muy temprano en la mañana para buscar una ayuda mística.

— Te agradecemos tu hospitalidad — asegura Lucius que le da la mano en señal de trato cerrado y de respeto pues a pesar de lo sucedido ella es la Alfa de su manada.

Sin embargo minutos después empieza a llover, parece que aquel fuerte aguacero va a atrasar los planes de regreso.

— Deberían quedarse, viajar en la tormenta es de las cosas más estúpidas que pueden hacer — Miranda finge que está bien, que para ella lo de la noche está olvidado.

— Nos iremos así, es lo mejor — explica Lucius que no quiere pasar más tiempo en ese lugar.

Miranda le pide unos minutos para hablar con en privado.

— Se que lo de anoche fue algo intenso, pero noe acercaré a ti a menos que lo desees — Miranda sonríe, deja su pose de mujer coqueta para asumir uno de una mujer más sería, más centrada de sus emociones.

— No sé si es buena idea, lo que sucedió fue intenso, escuché tus amenazas, y se que no estabas tan tranquila después de lo que pasó — Lucius sabe que Miranda es una loba inestable, parece querer tener algo que nunca va a ser suyo.

— Se que me deseas, estoy segura que después de anoche te tocaste pensando en mi, pero también se que tu cabeza es de Bianca.

— Mi corazón — aclara de inmediato Lucius.

— Tu corazón, cabeza, alma y vida, así que se cuando retirarme, cuando me busques estaré para ti, la puerta de mi habitación no tendrá seguro pero ahora eres tú quién debe entrar — Miranda le da la mano, quiere sellar este trato de palabra, de no volver a seducirlo.

Lucius accede, es verdad que en la noche se tocó pensando en la oportunidad que rechazo, pero Miranda no fue la dueña de sus pensamientos, jamas lo fue, Bianca sigue siendo la única loba que provoca en el deseo.

Lo que hizo Miranda le sirvió para darse cuenta que por encima del deseo está el amor y que ese sentimiento es tan fuerte como lo describió Romeo.

Miranda sonríe, esto era parte de su plan, muy temprano había ido donde la bruja más poderosa de su manada para pedirle que hiciera llover.

Que le permitiera a el lobo de sus deseos quedarse un poco más, había conseguido lo necesario para su plan.

En la noche, Miranda les prepara con sus propias manos la cena, quiere deslumbrar a los invitados que indirectamente son los dos lobos más importantea de su vida, el padre que siempre quiso conocer y que odio por preferir a su hija perdida y el lobo que le quita el sueño.

Al llegar a la habitación ella lo besa, el accede al beso y le hace un moretón en el cuello a la loba porque ella se lo ordena, pero Lucius está muy ebrio y cae en la cama borracho.

Miranda sonríe, lo quería domar y hacerle pagar caro su desprecio, la manera en la que el se atrevió a sacarla de la habitación.

Lo desvite con rapidez, lo coloca en la cama, y le hace algunos moretones con sus labios en el cuello y el abdomen.

La loba guarda el calzoncillo de Lucius en sus cosas quiere esa prueba para que no sea desmentida.

Ella se desnuda, coloca las manos de Lucius sobre ella mientras se acuesta a su lado, lo abraza

— Vas a ser un día mio, Lucius, pero no así, tu me vas a poseer y seré tuya.

Al despertar

Lucius siente una fuerte jaqueca, quiere levantarse pero

su cuerpo no tiene energías, abre aún más los ojos al ver a Miranda a su lado.

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