La familia de Hilda dirige una empresa de información.
La ganancia anual era de ochocientos mil.
No era alta, pero era bastante buena.
El hotel se ubicaba en un lujoso restaurante, después de que Diego y los demás entraron, habían pedido una mesa de vinos y platos de alta calidad.
Infortunadamente, no vino la persona que realmente quería invitar.
-¡Hilda, están aquí!-
Denis Nieves apretó una sonrisa y se puso de pie. Su hija había causado un problema tan grande, que había hecho sufrir a la empresa, como las palabras despiadadas del señor Eric, era probable que la empresa se enfrentaría a la quiebra dentro de un mes.
Se perdía más de diez años de arduo trabajo.
Por eso solo podía apretar una sonrisa.
-¡Hola Denis, hola Mariela!-
Todos saludaron entre sí.
-Hilda, quiero preguntarte, ¿no dijiste que uno de tus compañeros de clase es muy poderoso, y tiene muchos contactos? ¿Ha venido hoy tu compañero?-
Denis recordó lo que dijo su hija hacía unos días, que un compañero de clase tenía relación con Finca Fuente.
Por lo tanto, Denis preguntó eso.
¿No sería mucho más fácil si pudiera ayudar?
-Está aquí, pero papá, las cosas son diferentes de lo que pensábamos, sus relaciones personales no son las que dije antes...-
El gesto de Hilda era muy indiferente.
Hoy Diego vino o no, ella no hizo una declaración clara.
-Uf, Hilda, para qué salvar la cara a ese tipo. Sí, Denis, antes todos pensábamos que Diego era muy poderoso y tenía a muchos contactos, pero ahora sabemos que es solo un gigoló, por eso podía entrar y salir libremente de la Finca Fuente, ¡y encima tiene a más de una mujer!-
-Se ve muy poderoso, pero realmente es un cobarde, ¡Diego no nos ayudará por Hilda!-
Perla se puso de pie y lo insultó.
De hecho, lo lamentó después de insultar.
¡Algo se le había escapado!
Parecía que había olvidado que Diego era poderoso, porque en el pasado podía obligar a Hernán pedir perdón y hacer reverencia a todos.
Eso demostraba que los contactos de Diego eran muy poderosos.
Si fuera a pedir ayuda a su amante, ¡tal vez ese asunto realmente pudiera resolverse!
Por desgracia, también Perla pensó el tema en ese momento.
Pero Diego no era el rico que se habían imaginado. Le habían puesto mucha esperanza, por eso se habían llevado una gran decepción. Como se había llevado altibajos emocionalmente, ignoró por completo ese asunto.
-¡Así que esa es la historia!-
Al escuchar eso, los ojos de Denis y su esposa asumieron depresión.
Hoy por primera vez vieron a Diego, y no esperaban que ese joven guapo era tan repugnante.
Realmente no sabía cómo su hermosa hija se hizo amiga de ese tipo de persona.
Denis y su esposa estaban un poco descontentos.
Diego se sentó allí sin decir una palabra.
Giró el plato giratorio para comer.
Había muchos platos deliciosos y Diego tenía mucha hambre.
Al ver eso, el disgusto en los ojos de Denis y su esposa se hizo aún más fuerte.
-¡Ya que tienes hambre, pide arroz blanco para acompañar los platos!-
La madre de Hilda era una belleza alta y deslumbrante.
Aunque tenía casi cuarenta años, no parecería tener más de veinticinco años.
Tenía una piel extremadamente blanca.
En ese momento, cruzó los brazos y dijo con frialdad. El arroz blanco, para decirlo claramente, era galancete, de propósito estaba burlándose de Diego.
-Eso, cómete el arroz blanco, qué horrible, ¡no piensa en la situación que estamos y sólo sabe comer!-
-¿Para qué vino él? No sirve para nada, sólo sabe comer y beber gratis, aunque tenía a amantes que le mantenían, todavía no se ha deshecho de sus costumbre humildes, ¡Cómo aprovecha cada vez que puede comer gratis!-
-No sé lo que piensan esas mujeres, ¡están gastando dinero para este tipo de galancete!-
Varias chicas lideradas por Perla dijeron burlonamente.
Diego sonrió con ironía en su corazón.
Podían insultarles todo lo que quieran, porque tarde o temprano llorarían.
-¡Clac!-
En ese momento, la puerta de la habitación se abrió de repente.
-El vasto horizonte es mi amor, las interminables montañas verdes están floreciendo, ¡qué tipo de ritmo es el más oscilante y qué tipo de canto es el más alegre!-
En ese momento, el teléfono de Diego sonó con el tono de llamada de "El estilo étnico más deslumbrante".
¡Uf!
No sabía cuándo lo había configurado.
¡Qué música, por favor!
Y esa melodía divina de danza cuadrada también cambió la atmósfera de la habitación a embarazosa.
Denis estaba tan enojado hasta que su boca se crispó.
Hilda, Perla y los demás miraron a Diego con disgusto.
-Madre mía, ¿qué tipo de persona es? ¡Es demasiado vulgar!-
Perla gritó sin cortesía.
Mientras tanto Diego ya contestó el teléfono.
-¿Diga?-
-¿Es el señor Diego?-
Allí llegó la voz de un hombre de mediana edad.
Cuando Diego oyó la voz, supo que era la voz de director Esteban.
¡El director Esteban era el director de la Cámara de Comercio!
-¡Sí, soy yo!-
-Me tomo la libertad de llamarle, es que hoy nos hemos reunido con los jefes de varias regiones para discutir las varias inversiones en los que ha invertido y los registros de la compañía, me gustaría preguntarle si tiene tiempo libre, si tuviera un hueco ahora, todos esperamos que pudiera venir en persona.-
El director Esteban dijo sonriendo.
-¡Vale, voy!-
Diego ya estaba casi lleno, así que podía pasarse.
-Genial, señor Diego, ahora estamos en el Restaurante Fenix, ¿dónde está usted? ¿Le pido al conductor que le recoja?-
-¿Vaya, Restaurante Fenix? ¡Ahora mismo estoy en el Restaurante Fenix!-
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