El Hijo Del Millonario © romance Capítulo 55

Capítulo extra dos

Pov Omar

Camino por las instalaciones de la casa-castillo como si nada.

Han pasado dos años desde que me mude aquí con Brianna y las cosas ahora están mucho mejor a como estaban cuando llegamos. Nos querían matar, ahora ya no, pero eso no significa que aún no quieran hacerlo o que no tengan ese pensamiento.

Salgo y lo primero que veo es a nuestros guerreros vampiros impidiendo el paso de los tres demonios más problemáticos de todo este mundo.

—¿Qué sucede? —toco de los hombros de los chicos y estos se apartan dándome espacio para hablar con las locas.

La llorona, la tulivieja y la bruja de las brujas.

Son las únicas que tienen permiso de salir dos noches cualquiera a divertirse molestando a los miedosos humanos según ellas.

—Hay un grupo de humanos cerca de la frontera y queríamos saber si podríamos ir a jugar un rato —doy dos pasos hacia atrás al sentir el repugnante olor de ellas pegar en mi nariz.

—No, suficiente con salir de noche—me dirijo a los vampiros —vayan y den una advertencia sin que ellos los vean para que salgan disparados del bosque.

—Pero, ¿por qué ellos si y nosotras no? No estás siendo justo con los demonios en el reino, mira que puede volver a pasar lo que te hicimos la primera noche aquí —la tipa con pelo largo hasta el piso da un paso hacia mí y posa uno de sus podridos dedos en mi hombro —podemos atormentarte tanto que desearas estar muerto en cuerpo y alma.

Junto mis cejas molesto y empujo su cuerpo con mis pies —¿Les tengo que recordar quien es inferior aquí entre ustedes y yo?

—¡Pss! Como si nos pudieses ganar a las tres en un combate.

—Ahí tienen razón, huesitos —la voz de Amir suena por todo el lugar y veo los autos cuatro por cuatro aparcados a un costado.

¿Cuándo llegó que no me di cuenta?

Su presencia demoníaca viaja automáticamente a los demonios al frente de mí y deja salir esos ojos rojos tan característicos de él.

Después de todo es mi Alpha y superior a mí.

—Príncipe Amir —hacen una reverencia ante él y no me sorprende, ya que es cierto lo que dicen 'solo alguien que lleve sangre de la familia real podrá portar esos ojos rojos'.

—Fuera de mi vista —usa su voz de Alpha y en un segundo está la parte principal del castillo despejada.

—Hermanito, cuanto tiempo, ¿a qué se debe tu visita? También añado que te queda bien la semi barba que llevas.

La puerta de copiloto de su auto se abre e Irina sale restregando sus ojos —¿Cuándo me dormí? —nos enfoca y camina directamente hacia Amir, lo rodea con sus brazos y esconde su cara adormilada dentro de su chaqueta negra.

—Luego de que los niños dejaran de jugar por toda la casa volviéndote loca. Te traje para que descanses un día y hables con este idiota—me señala y ruedo mis ojos.

—Se nota mucho que aún me odias —digo con sarcasmo, los brazos de Irina buscan los míos y me envuelve en un abrazo, revuelvo su cabello y la separo al sentir los celos de Brianna en mi pecho —yo también estoy bien —sale de mi zona y camina a Brianna quien carga a nuestra pequeña Lorena.

—Mira que lindura, sacó toda la belleza de su madre —mi mano se estrella instintivamente en su cabeza y la veo alzar las cejas —¡Auch!

—Eso es para que sigas diciendo que se parece a Brianna, está claro que es mi cara en toda gloria.

—La próxima vez que vuelvas a tocar a Irina de esa manera te voy a arrancar el brazo entero, me vale mierda si eres novio de mi hermana, ¿De acuerdo?

—Tranquilo, ojos azules, es de broma —se posiciona a su lado.

—Broma o no, él no tiene porque pegarte y punto final.

—Sí, sí, lo que tu digas hermanito. ¿Pasamos? Ya comienza a hacer frío aquí afuera —me acerco a Brianna y froto sus hombros con mis manos, suelto su alborotado cabello y poso una de mis manos en su espalda, mis ojos enfocan a los casados e interrumpo su tan intenso mirar entre ellos.

—Vamos, ¿o prefieren quedarse aquí?

Irina suelta su vista del Alpha y camina hacia nosotros —Mejor entremos —pasa a nuestro lado tan rápido como puede y alzo una ceja en dirección a Amir quien sonríe abiertamente al verla huir de él.

Entre esos dos aún sigue siendo igual que en los primeros días que se conocieron.

En fin.

...

El bullicio de la gente me está exasperando y Atenea me hace señas para que me calme desde la otra punta de la sala.

Sabe perfectamente que estas cosas me ponen muy nervioso, y ahorita mismo como no estarlo si los reuní a todos con el propósito de pedir su mano ante ellos.

Extra-2 1

Extra-2 2

Comentarios

Los comentarios de los lectores sobre la novela: El Hijo Del Millonario ©