El Invitado de La Boda romance Capítulo 29

Llevo algunas horas intentando asimilar todo lo que me ha dicho David, la información es mucha y muy fuerte, al final de todo, resulta ser que ella también es una víctima más en este juego. No puedo dejar de preguntarme si Fernando en algún momento ha amado a Alai o es que él simplemente la ha utilizado de la manera más vil. He intentado concentrarme en el trabajo, pero todo se hace muy difícil. Anhelo arrancarla de su lado para siempre y quede conmigo como tanto lo deseo.

Repentinamente la puerta de mi oficina se abre y es ella quien entra con una hermosa sonrisa tatuada en su rostro y un vestido negro muy sofisticado con detalles en blanco que le queda de ensueño –Hola guapo.— Me dice una vez que cierra la puerta rio nervioso.

—¿Guapo?— Pregunto divertido y ella gira la perilla del cerrojo para cerrar la puerta con llave.

Camina hacia mi sin responderme y así callada y solo mirándome a los ojos, hace que mueva la silla un poco para apartarla del escritorio y sin más se sienta sobre mi cruzando sus piernas de manera sensual y luego sujeta mi rostro delicadamente para besarme como solo ella lo sabe. Sus labios me saben dulce como miel, a deseo, a ganas de que este beso no termine nunca y hacerla mía aquí mismo.

—Hermosa, que si no nos detenemos no podre hacerlo después.— Advierto y su sonrisa sobre mis labios son esa respuesta a que lo sabe, pero que tampoco quiere detenerse.

—Ufff…— Murmura y rio.

—Ufff…— Rebato y clavo mi mirada en la suya la cual esta tan cerca de mí que puedo verme en sus ojos. —¿Entonces soy guapo?— Pregunto divertido.

—Mucho…— Me dice y suspira –Se me está haciendo muy difícil continuar con mi vida lejos de ti.— Me confiesa y sus palabras son un alivio para todas mis dudas.

—Me pasa igual.— Confieso acariciando sus mejillas con amor. –Ojala podamos estar juntos lo antes posible.— Digo y se sonríe.

—¿Estas dispuesto a enfrentar el que dirán y a mi padre?— Me pregunta bajito y es en este momento en el cual me gustaría decirle que su padre de alguna manera aprueba lo nuestro, pero le dije que no le diría nada de lo que está sucediendo y debo cumplir con mi palabra, aunque que se esto quizás me traiga problemas con ella.

—Está bien, yo también debo ir a trabajar… si quieres nos podemos ver después de irnos de aquí, Fernando tiene una reunión y me ha dicho que llegara tarde. — Me explica y la verdad es que me quema el no poder decirle que su esposo la engaña, pero supongo que por ahora es lo mejor.

—¿Te invito a cenar a mi departamento?— Propongo y se sonríe.

—Me encanta, nos vemos después guapo.— Me dice y me da un último beso antes de levantarse de mi e ir hacia su oficina.

Quiero que todo esto termine pronto, no sé cuál es exactamente el plan de su padre, pero necesito que sea algo que la libere pronto de él, la necesito conmigo de manera definitiva y no solo a sorbitos o a medias. Quiero poder hacer planes con ella y disfrutar de las cosas simples de la vida a su lado y claro que de las complicadas también porque sé que no todo será como en esta etapa de amantes que solo se ven a escondidas del mundo. Nos tocara también lidiar con lo que vayamos conociendo del otro y no nos agrade tanto, pero eso será lo que haga que todo sea un poco más divertido al final, ¿no?

—No te adelantes Martin, apenas puedes pensar en el presente.— Me digo e intento volver a concentrarme en mi trabajo, aunque veo muy difícil que pueda hacerlo.

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