El Invitado de La Boda romance Capítulo 52

4 días después: 19 de octubre

Estos últimos días en Nueva York fueron una mezcla de trabajo y placer. Dividía mis días en momentos para adelantar algo de trabajo y en otros para disfrutar de ella y de quienes considero mis padres. Obviamente no hemos podido hacer todo lo que teníamos planeado, pero al menos no nos fuimos a Orlando de un día para otro. Si fuera por mí, haría cualquier cosa para que ella sea feliz, y es que descubrí que cuando ella sonríe, yo sonrió de inmediato, es como si algo nos conectara de una manera demasiado especial y a pesar de que por momentos puede dar un poco de miedo, me encanta que sea de esta manera, es única y sé que no podría suceder con cualquier persona.

Haber negociado con David para poder quedarnos hasta mañana aquí en Nueva York, mereció la pena completamente, sobre todo por lo feliz que esta ella ahora después de un concierto impresionante de Michael Buble. He llegado a verla triste, contenta, angustiada y feliz, pero esta felicidad es diferente, es como si volviera a ser una niña pequeña saliendo de un parque de diversiones. Canta las canciones a todo pulmón mientras vamos caminando por las calles de Manhattan y no le importa que la gente la mire mientras pasa, ella solamente disfruta y mueve nuestros brazos como cuando un niño mueve el brazo de su padre mientras lo toma de la mano. Detendría el tiempo con ella asa… no quisiera olvidarme nunca de esa sonrisa que tiene ahora y sin poder evitarlo, la suelto por un instante y saco mi celular del bolsillo de mi pantalón.

—¿Qué haces? — me pregunta confundida.

Abro la cámara del celular —sonríeme como lo hacías recién. — le pido y ella rápidamente lo hace y como premio extra me regala una pose completamente natural que me roba el aliento —modélame. — sugiero y sin pudor alguno, ella juega con su cabello, con la falda de su vestido y me regala imágenes únicas.

—¿Quieren que les tome una foto? — nos pregunta una mujer que pareciera ser una turista en esta gran ciudad y sin dudarlo asiento.

—Por favor. — le pido y rápidamente le entrego mi celular para después acercarme a mi prometida. La tomo por la cintura haciendo que quedemos frente a frente de costado frente a la cámara y llevo una de mis manos a su rostro para acercarla a mí y besarla mientras que no fotografían con el gran paisaje de las luces de Times Square.

—¡Quedo genial! — nos dice la señora y con desgano dejo de besarla para ir por mi celular.

—Muchas gracias. —

—Un placer, no siempre se ven matrimonios jóvenes tan enamorados como ustedes dos. — nos dice robándonos una sonrisa.

—Muchas gracias… si estamos locos el uno por el otro. — responde y sonríe.

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