El Invitado de La Boda romance Capítulo 56

(Horas más tarde)

Ya son más de las siete de la tarde cuando escucho la puerta principal abrirse mientras que meto el pollo al horno y a los pocos segundos escucho sus pasos en la sal —¡amor! llegue finalmente— me deja saber y al darse cuenta que estoy aquí sonríe —chef y todo…— comenta y cuando pienso que se acercara a mí, ella simplemente se deja caer sobre el sofá y se quita los tacones que traía puestos.

—¿Todo en orden? — cuestiono y me voy acercando a ella después de dejar el repasador sobre la encimera.

—Encontré el vestido para nuestra boda, pero no puedo ni con mi alma del cansancio que tengo— se queja haciéndome reír y sin que ella se lo espere, me ubico encima de su cuerpo en el sofá y la aprisiono entre mis brazos —¡amor! — se queja entre risas —que me aplastas— continua, pero yo simplemente hago que giremos un poco y quedemos acostados de lado mirándonos frente a frente.

—¿Mejor así? — pregunto y asiente.

—Mucho mejor, ¿y a ti como te fue hoy? — indaga.

—Bien, avanzando con todo lo de la licitación y con mi suegro muy feliz por lo nuestro— comento divertido y ríe.

Sus dedos lentamente se enredan en mi cabello y juega como tanto me gusta que lo haga —sabes… fue muy raro ir a buscar otro vestido de novia… no se es que hace apenas unos meses use uno y ahora en pocos días vestiré otro…—

—¿Te estas arrepintiendo? — le pregunto un poco preocupado.

—No, en absoluto, pero… ¿a ti no te parece extraño? — cuestiona y sonrió.

—¿Qué cosa? ¿Pasar de ser el invitado de la boda a el novio? — pregunto y reímos juntos.

—Exactamente eso. — responde divertida y niego.

—No, no me parece extraño… en realidad me parece increíble, el día que te vi antes de tu boda, me enamoré a primera vista y deseaba con todas mis fuerzas ser yo quien estuviera esperándote en el altar y mira… el destino hizo lo suyo y en algunos días, tu y yo estaremos casándonos. — confieso y sus brazos me amarran a ella haciendo que nuestros cuerpos se acerquen aún más si es que eso es posible.

—Te amo— susurra sobre mis labios y cuando quiero besarla, ella acomoda su rostro sobre mi pecho y sonrió.

—¿Qué sucede? — pregunto rodeándola con mis brazos.

—Quiero dormir… es que tu no me dejas cumplir con mis ocho horas de sueño. — se queja haciéndome reír.

—No te quejabas de eso hasta ahora. — comento y ríe.

—No, pero hoy si… camine demasiado, me probé demasiados vestidos y por si fuera poco, mi madre me llevo con otra wedding planner amiga suya. —

—¿Wedding planner? — cuestiono con interés.

—Dice que no podemos simplemente casarnos en una capilla de Las Vegas con la decoración que ellos nos dan, entonces le pidió a su amiga que se encargara de todo eso y me tuvieron todo el día preguntado de la decoración, de que queríamos, etcétera… etcétera…— me explica cerrando sus ojos.

—¿Te vas a dormir ya? — pregunto entre risas.

—Un poquito nada más… cuando este la cena me despiertas, ¿sí? — me propone y rio.

—Está bien, ¿te molesta si mientras miro una película? Cuestiono y niega.

—No, solo despiertamente cuando este la cena porque tengo hambre. — me pide.

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