Enamorándome de ti romance Capítulo 113

Lin Xichen se quitó los pantalones de inmediato una vez que tuvo los pies en el suelo. A continuación, He Ruize se dio la vuelta de manera instintiva. Mientras tanto, Xichen sacó el celular de forma discreta y trató de marcar el número de Zong Jinghao mientras observaba los movimientos de He Ruize.

Lin Xichen tenía buena memoria y era, en especial, muy receptivo con los números, así que recordaba el número de Zong Jinghao con tan solo haberlo visto. Justo cuando marcó dos números, He Ruize dijo:

-Apresúrate.

-Está bien. -Marcó los números restantes enseguida.

De repente, He Ruize se dio la vuelta, pero por fortuna Lin Xichen se movió rápido y guardó el celular; después, continuó cubriéndose el estómago, fingiendo sentir dolor.

—Xichen.

-¿Sí? -Lin Xichen se quejó del dolor mientras tenía se cubría el estómago.

—¿Estás de acuerdo en que me case con tu mami? -preguntó vacilante.

«¡De ninguna manera!» No quería que se casara con él, prefería que su mamá estuviera con el hombre desalmado. Sin embargo, no podía decir eso; entonces, contestó mientras parpadeaba:

-Sí, supongo. -Sintió asco cuando dijo algo en contra de su voluntad.

-¿En serio? -He Ruize aún esperaba que él y Ruixi lo aceptaran.

De no ser por el hecho de que no tenía otra opción, no habría usado estos medios tan despreciables. De hecho, nunca pensó en lastimarlos, lo único que quería era esconderlos y amenazar a Lin Xinyan para que se casara con él; después de eso, los devolvería sanos y salvos.

-Sí.

Lin Xichen sintió nauseas, pues He Ruize le causaba rechazo y este, incluso, se atrevió a preguntarle si era cierto. «¡Por supuesto que no era verdad!»

—¿Qué pasa?

He Ruize se acercó, pero Lin Xichen agitó la mano deprisa.

—No vengas. No puedo hacer que salga y me siento incómodo.

-Si te duele el estómago, lo más seguro es que no sea por hacer popó. —Aun así, He Ruize se acercó—. Hay que regresar, encontraré un lugar para examinarte.

-¿Qué lugar? —Lin Xichen tragó con fuerza.

Era obvio que no lo iba a dejar volver, por eso en lugar de decir que regresaran a la ciudad, dijo que «encontrarían un lugar». El corazón de Xichen empezó a acelerarse, pues no había tenido la oportunidad de pedir ayuda.

«¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer? ¿Qué debo hacer si la abuela y Ruixi están realmente en peligro?» Estaba tan ansioso que las gotas de sudor destacaban en su frente, las cuales se parecían un poco al sudor frío que se formaba por el dolor.

-Ninguno -explicó He Ruize tartamudeando-. Te examinaré en el hospital cuando regresemos a la ciudad.

Vámonos.

He Ruize extendió los brazos para abrazarlo y Lin Xichen lo rechazó de inmediato.

-Me subiré los pantalones. No me mires. —Fingió ser tímido.

-También soy hombre; además no es como que no lo haya visto antes. Incluso, te cambiaba los pañales cuando eras más pequeño.

-Pero ahora ya estoy grande.

Lin Xichen lo abrazó de las piernas con fuerza mientras aún tenía el celular escondido en sus brazos, por lo que si He Ruize se acercaba mucho, sin duda lo descubriría.

-Bueno, apresúrate. -He Ruize no continuó acercándose y se dio la vuelta.

Lin Xichen sacó el teléfono y estaba a punto de hacer una llamada cuando, de pronto, sonó el celular. Asustado, quiso colgar, pero el teléfono cayó al suelo. Su corazón estaba latiendo tan rápido que parecía que iba a salirse de su pecho. Era muy tarde para recogerlo.

He Ruize se dio la vuelta y cuando vio el celular en el suelo, entrecerró los ojos. «¿Por qué tendría mi teléfono?»

-Yo... Yo...

Lin Xichen quería explicarlo, pero no encontró una razón. Era irrefutable el hecho de que se le había caído el teléfono de la mano. No pudo explicarlo.

-Me has estado mintiendo. No te duele para nada el estómago y me abrazaste a propósito para robarme el celular, no porque tuvieras una buena relación conmigo. — Se acercó a él con lentitud.

Lin Xichen nunca lo había visto con un aspecto tan agresivo, así que no pudo evitar retroceder mientras se agarraba los pantalones con ambas manos.

-Aléjate.

He Ruize se agachó para levantar el celular; entonces, Lin Xichen sacó ventaja de la situación y se echó a correr. Sin embargo, en ese bosque no había forma de huir, así que He Ruize lo sujetó por la cintura a poco a unos cuantos pasos.

-Soy muy bueno contigo y con tu mami; entonces, ¿por qué tienes que fallarme? Confié mucho en ti, ¿y aun así me mientes? -Su rostro era aterrador.

Lin Xichen luchó con fuerza.

Lin Xichen no tenía tiempo de explicarle.

-¡Rápido, corre!

—Tía, no lo escuche, son tonterías. Todo es un malentendido.

«¿Un malentendido?» Zhuang Zijin temblaba a la vez que lo miraba con los ojos enrojecidos.

-¿Un malentendido? Golpeaste a Xichen, ¡lo vi con mis

propios ojos!

De repente sus ojos enrojecidos estallaban de terror y rabia, pues parecía que He Ruize era un desconocido que, sin duda, había cambiado.

-¡Corre! —Lin Xichen estaba muy ansioso.

Zhuang Zijin tenía a Ruixi en sus brazos y no se movió debido a que no podía dejar a Lin Xichen atrás.

-Doctor He, cálmese. -Estaba tan asustada que no podía hacer que su cuerpo parara de temblar.

-No hay vuelta atrás.

Lin Xinyan descubrió sus intenciones esa noche, así que no tuvo otra salida que seguir por ese camino. Lo único que podía hacer era continuar por la felicidad de su hermana, y por los beneficios que esto le traería a él y a su familia. No había salida.

-No te preocupes por mí, abuela. ¿Quieres que nos atrape a todos para que amenace a mami? —rugió Lin Xichen.

Las lágrimas de Zhuang Zijin rodaban por sus mejillas. «¿Cómo voy a dejar a un niño atrás?» Por otro lado, Lin Ruixi no sabía qué estaba pasando. Solo parpadeó y preguntó:

-Abuela, ¿qué le pasa a Xichen?

Estando en sus brazos, Zhuang Zijin la miró y pensó que no podía capturarlos a todos. Tenía que asegurarse de que al menos uno estuviera a salvo, y después ¡ría a rescatar al otro; entonces, corrió con Lin Ruixi en sus brazos. Como resultado, He Ruize aventó al coche a Lin Xichen e intentó perseguirlas. Sin embargo, el niño lo tomó del brazo.

—¡Suéltame!

Lin Xichen estaba determinado a retenerlo. He Ruize perdió por completo su usual simpatía después de que todos vieron su lado más oscuro.

-Aunque huyan, aún te tengo a ti -dijo agarrando a Lin Xichen por el cabello—. ¡Lo que significa que tu mami seguirá dispuesta a entregarse a cambio de ti!

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