El lado izquierdo del rostro de Xichen contrastaba de manera marcada con el lado derecho, pues este estaba tan inflamado que parecía que la ira que sentía hubiera sido la causa de su hinchazón. Sin embargo, en ese momento no podía pensar en nada más que en ver a su abuela escapar con su hermana primero, pensaba que era mejor que solo lo controlaran a él que a toda la familia. Por fortuna, para ese momento, Zhuang Zijin ya había corrido lejos.
He Ruilin llamó de nuevo para apresurarlo.
—¿Qué te pasa? Ya pasó mucho tiempo. ¿Qué sucedió hace poco?
He Ruize no podía explicarle de forma clara por teléfono, así que solo pudo decir que llegaría pronto y colgó. No planeaba perseguir a Zhuang Zijin, pues ya llevaba mucha delantera y era suficiente con uno de ellos para amenazar a Lin Xinyan.
No obstante, estaba preocupado por el hecho de que
Xichen pudiera causar más problemas, así que lo agarró del cabello y le golpeó la cabeza contra la puerta del auto, provocándole mucho dolor. Por su frente corrió un líquido caliente. Todo se puso negro a la vez que poco a poco fue perdiendo conciencia hasta desmayarse.
He Ruize lo aventó al asiento trasero, se sentó en el asiento del conductor y encendió el auto. Poco después de que se fuera, llegó otro auto al lugar. Era Guan Jing, quien le dio a Zong Jinghao el resultado de la investigación en la cual se había descubierto un pueblo cerca del puente Ding, por eso se dirigió ahí. Además de ese lugar, no había dónde más esconderse.
Guan Jing llevó a los hombres para que siguieran a He Ruize.
-No se preocupe tanto. Su hijo es muy inteligente y estará bien.
Cuando Guan Jing llamó, Lin Xinyan lo puso en altavoz y supo que He Ruize iba a secuestrar a su mamá y a sus hijos. Desde entonces, había estado tensa y sin dirigirle la palabra a Zong Jinghao.
—¿Inteligente? —Los ojos de Lin Xinyan se enrojecieron—. Solo es un niño de cinco años. ¿Cómo podrá enfrentarse a un adulto? -Sabía que estaba descargando su ira contra él, pero no podía evitarlo. ¿Y si algo pasaba? Entonces, se culpó—: Todo es mi culpa, no debería estar lejos de casa, no debí dejarlos ahí sin preocuparme por ellos. Por eso sucedió todo esto.
Nunca pensó que He Ruize se pondría así de repente, pues tenía diez años de conocerlo. «¿Cómo pudo secuestrar a mis hijos? ¿Los humanos pueden ser tan inestables?» Le dolía tanto el corazón que parecía como si alguien lo hubiera desgarrado con una sierra. Zong Jinghao sabía que estaba preocupada y se acercó a ella para tomarla de la mano y estrecharla con fuerza. No usó palabras para consolarla, ya que en ese momento era posible que no las escuchara.
Zhuang Zijin dejó de correr y, en su lugar, se escondió junto con Lin Ruixi. En cuanto vio pasar un auto, corrió y le hizo señas. Cuan Jing estaba manejando cuando vio a alguien a la distancia. Al acercarse, se dio cuenta quién era la persona que estaba de pie a un lado del camino, así que aceleró y detuvo el auto a un lado de Zhuang Zijin.
—Hágame un favor, se lo pido. Me encontré con un hombre malo, ¿podría...?
Zhuang Zijin vio de quién se trataba antes de que terminara la oración, pues ella lo reconocía, aunque solo lo había visto unas cuantas veces. Era el tipo que andaba con el señor de la familia Zong. Guan Jing se bajó del auto y abrió la puerta trasera.
-Rápido, súbase.
-Gracias. -Zhuang Zijin se subió al auto con Lin Ruixi en sus brazos.
Ruixi era tan buena como el oro, pues se comportó muy bien cuando Zhuang Zijin le dijo que había un hombre malo que quería atraparlas, por lo que no podía hablar; entonces, cuando se escondieron, mantuvo la boca fruncida y no dijo nada.
—¿Podría llamar a la policía por mí? Se llevó a Xichen. —Se lo pidió en cuanto supo que estuvo a salvo.
-No se preocupe, traje a la policía conmigo. -Guan Jing le indicó que viera hacia atrás.
Ella estaba tan nerviosa que no había puesto atención a esa parte, pero en ese momento se dio cuenta de que había muchos autos, incluso había patrullas estacionadas atrás de ellos. Zhuang Zijin ni siquiera se molestó en pensar en cómo Guan Jing supo que podrían estar en peligro, pues solo quería que salvara a Lin Xichen con rapidez. Era muy joven aún, apenas un niño de cinco años y, a pesar de que a veces era inteligente, a sus ojos todavía era un pequeño.
—No se preocupe, el señor Zong y la señora Lin ya están ahí y sin duda lo rescatarán. Primero las enviaré a un lugar seguro. -Guan Jing le dio la vuelta al auto y manejó hasta detenerse a un lado del auto del comandante Shen.
Guan Jing bajó la ventanilla del auto y cuando vio al comandante Shen, quien estaba sentado en el asiento del copiloto viendo un mapa, le dijo:
-Adelántense, tengo que hacer algo más.
-Muy bien. Yo me encargo de esto. —Lo miró ya con la ubicación en mente.
—Está bien.
-¡Ese es el auto de He Ruize! Date prisa -instó.
—Está bien. —Zong Jinghao estaba siendo muy paciente.
Él respondió en señal de aprobación, aunque ya iba a toda velocidad, pues sabía que estaba nerviosa. El auto de He Ruize estaba estacionado en un patio. El muro de ladrillos negros frente al búngalo era muy bajo y parecía desgastado por falta de cuidado en todo el año.
Por otro lado, en el patio se encontraba He Ruize, pero solo había llevado a una persona. Por ello, He Ruilin estaba muy enojada.
—¿Qué no se supone que tu relación con ellos era buena?
-Se enteraron.
—¿Por qué se enteraron? —gritó He Ruilin—. No permito que los accidentes ocurran y tu fallaste una y otra vez. Si hubieras tenido éxito la última vez, ¿todavía tendríamos que hacer esto? —Estaba al borde del colapso—. Ruize, ¿en serio cometiste un error o no tuviste el corazón para hacerlo?
He Ruilin ahora dudaba en serio de que le faltara voluntad.
—¡Hice lo mejor que pude! —Era la primera vez que le alzaba la voz a su hermana-. Mi relación con Van se acabó a causa de esto.
Incluso si usaba a su hijo como amenaza para que se casara con ella, ya no lo trataría como antes y aunque nunca antes lo amó, al menos era cercano a él y lo trataba como parte de la familia. Sin embargo, ahora se habían convertido en enemigos.
-Nunca vuelvas a pensar que hiciste sacrificios. En el fondo eres un egoísta. ¡No olvides que ocultaste la verdad sobre ella antes de que supieras que yo era tu hermana! -He Ruilin podía ver lo que había pasado en realidad.
De hecho, él era el mismo tipo de persona que ella; solo era bueno fingiendo, pero ahora acababa de mostrar su verdadera naturaleza.
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