Era obvio que no era más que una broma. Por fortuna no rechazó a Lin Ruixi de inmediato ni la entristeció; en comparación, bromear con ella era nada.
Lin Xinyan volteó la cabeza y sintió que su garganta se cerraba.
—Gracias.
Ella estaba por marcharse cuando Zong Jinghao agarró su muñeca y luego volteó a ver a Lin Ruixi.
-Papá tiene que hablar con mami, ¿podrías salir primero?
La obediente niña asintió, encimándose en el lavabo antes de deslizarse para bajar. Lin Xinyan temía que fuera a caer, así que se estiró para alcanzarla, pero su hija no la dejó.
-Estoy bien, no tienes que atraparme.
Al terminar de hablar, alzó sus pequeñas piernas y se fue. Lin Xinyan vio la figura de su hija, sintiéndose cada vez
más ansiosa conforme pasaban los segundos. «¿Qué sucederá cuando sepa que su papá no lo es en realidad?» Lin Xinyan no se atrevió a pensar más en eso. «¿Por qué cree que Zong Jinghao es su papá? ¡Es absurdo!»
Lin Xinyan quedó absorta mientras que Zong Jinghao la haló, por lo que ella cayó directo en sus brazos; luego, él abrazó su cintura y juntó sus cuerpos al acercarla una vez más hacia él. Lin Xinyan estaba atónita.
—Esta es tu casa y hay gente afuera.
Zong Jinghao ignoró lo que dijo, optando por extender su mano para cerrar la puerta del baño. El corazón de ella se hundió con el sonido de la puerta cerrándose.
—¿Q-q-qué intentas hacer?
Zong Jinghao no contestó, solo la miraba desde arriba; inquieta, Lin Xinyan apartó su mirada.
—La comida está lista, es hora de comer. —Zong Jinghao tomó su barbilla, forzándola a verlo en tanto sus oscuras pupilas contenían olas tormentosas; después y con cautela, Lin Xinyan preguntó mientras su corazón se aceleraba—: ¿Eres infeliz?
Zong Jinghao permaneció en silencio; mientras tanto, Lin Xinyan se sentía más ansiosa.
—¿Es por Ruixi? Nunca ha tenido papá, tal vez lo haya confundido; no te preocupes, yo...
-¿Perdiste tu virginidad esa noche?
Ella no podía entender sus repentinas palabras y lo miró con sorpresa por unos cuantos segundos.
—¿Quieres decir...?
Ella se tensó, pues parecía entender de qué hablaba. En ese entonces, se había desmayado y, cuando despertó, le había quitado la ropa y sus pantalones estaban desabrochados. Lo único de lo que estaba segura era que no había perdido su castidad; no obstante, no sabía qué le había hecho He Ruize mientras estaba inconsciente.
—No sé qué me hizo él -dijo viendo directo a los ojos de
Zong Jinghao—. Solo puedo asegurar que no me tocó.
Para ser precisos, no es que no la hubiera tocado, sino que despertó justo cuando He Ruize iba a hacerlo. No quería saber las consecuencias de haberse tardado unos minutos más. Entonces, bajó la mirada y escondió su llanto.
-Lo siento.
Zong Jinghao pensó en el video donde le quitaban la ropa, lo que llevó toda su sangre a su cabeza.
—¿Por qué te disculpas?
-No lo sé.
Su mente estaba deshecha, así que no sabía. No sabía por qué lo estaba diciendo ni por qué se quería disculpar con él. Ella quiso empujarlo, pero él no la soltó, sino que tomó su cabeza y besó sus labios. Sus bocas estaban unidas y parecería que algo explotó en su cabeza porque ahora su mundo estaba hecho un lío; entonces, lo empujó.
-¿Por qué me haces esto?
«¿Acaso había descubierto algo sobre ese día? ¿Algo que ni siquiera yo sabía?»
Zong Jinghao no le respondió; en lugar de eso, volvió a tomar su cabeza y la besó, pero ella quería preguntarle para aclararlo. Por ello, apartó su fuerte cuerpo con ambas manos.
-Mm... Dime... ¿Tú...? ¿Descubriste algo?
Aquel rechazo fue una invitación para profundizar el beso, por lo que presionó sus labios contra los de ella hasta eliminar todo espacio entre ellos y robarle el aliento. Ella perdió la habilidad de hablar y solo podía tomar bocanadas de aire de la boca contraria. La pasión llenaba el estrecho espacio. Él se acercó a Lin Xinyan, así que ella se movió hacia atrás. ¡Zas! Su cabeza golpeó la puerta del baño, provocando un fuerte sonido.
En la sala, la señora Yu y Zhuang Zijin acompañaban a Lin Ruixi y miraron en dirección al baño al mismo tiempo. Ambas parecían saber qué pasaba.
-Tú... -Solo podía escupir tres palabras-. Tú eres
malvado.
Zong Jinghao se rio y tocó sus labios hinchados.
—¿En qué sentido?
Lin Xinyan bajó la cabeza. «¿Cómo puede ser tan desvergonzado? ¿No tiene dignidad? ¿O dónde estaba? ¿Acaso ya no la quiere? ¿Acaso es un matón?»
-No quiero.
Lin Xinyan estaba perpleja y lo miró atónita. «¿Cómo...? ¿Cómo supo en lo que estaba pensando? ¿Acaso vive en mi cabeza?»
-Hay una sola palabra escrita en tu rostro -dijo con seriedad Zong Jinghao tras aclarar su garganta.
-¿Cuál? -preguntó ella.
—Matón.
Esa era la primera vez que lo veía decir tantas tonterías con un semblante serio.
-No -negó Lin Xinyan apartando su mirada, pues no se atrevía a enfrentarlo más.
Su voz era suave, no tenía suficiente confianza para decirlo en voz alta aun si recién lo había regañado para sus adentros. En ese momento, el teléfono de Zong Jinghao sonó en su bolsillo. Él sabía quién lo llamaba aun sin ver ya que le había enviado el video antes, pero no le había respondido, así que debía estar impaciente.
-Tu teléfono está sonando, ¿no vas a contestar? -preguntó Lin Xinyan al ver que no tomaba la llamada.
Zong Jinghao alzó su mano despacio para alisar el desaliñado cuello de su ropa.
—Deberías salir primero.
Lin Xinyan asintió y dio vuelta para marcharse. En cuanto se cerró la puerta del baño, la expresión de Zong Jinghao oscureció sin un rastro de felicidad, solo había frialdad perpetua.
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